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El Anticristo

Doctrinas

Archi-impostor de los Últimos Tiempos.

Los Cristianos tienen la esperanza vivificante y purificante en sus corazones acerca del Rapto de la Iglesia. El Apóstol Pablo escribió sobre este evento. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17). Este Rapto de la Iglesia podría ocurrir en cualquier momento.

El Apóstol no quería que los hermanos confundieran el Rapto de la Iglesia con la Revelación de Jesucristo cuando Él vendrá a establecer Su reino. La Palabra de Dios nos dice que ciertos eventos se revelarán antes de que Cristo establezca Su reino en la tierra. “Nadie os engañe en ninguna manera; porque [el día de Cristo] no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesa­lonicenses 2:3). Aquí la Biblia cuenta sobre la señal de la venida del Anticristo - apostasía. Al mirar a la Cristiandad hoy día, observamos en muchos círculos religiosos el abandonamiento de la fe, gente rechazando a Dios y la santidad. Frecuentemente “tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:5).

La caída incluye a muchos que niegan el nacimiento virginal de Jesucristo y niegan que Él es el divino Hijo de Dios. Algunos supuestos Cristianos se han entibiado, uniendo manos con el mundo. Sin embargo, la Palabra dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15). Este “misterio de la iniquidad” (2 Tesalonicenses 2:7) ya se encontraba trabajando en los días de los Apóstoles, pero había, y hay, un poder de obstaculización: el Espíritu Santo en Su oficio presente como el reprobador del mundo y reunidor de la Iglesia. Cuando este Limitador sea sacado del mundo durante el Rapto de la Iglesia, entonces el Anticristo será revelado.

El nombre Anticristo identifica a uno de los personajes más presagiosos en la Palabra de Dios. El Anticristo está opuesto a Dios y a Jesucristo. Un solo individuo, es llamado “el hombre de pecado”, “el hijo de perdición”, “aquel inicuo ... cuyo advenimiento es por obra de Satanás” (2 Tesalonicenses 2:3,8,9). Esta persona, el Anticristo, también es llamado la “bestia”, porque desde el punto de vista de Dios, eso es exactamente lo que es. En Apocalipsis 13:2 se dice que tendrá semejanza del leopardo, el oso y el león – animales que son fuertes, intrépidos y rápidos en agarrar su presa. El Anticristo será muy fuerte y poderoso, tendrá mucha seguridad y orgullo en sí mismo, y su conquista será rápida.

La Biblia nos dice que el dragón le dará a la bestia su poder, su asiento y gran autoridad. El dragón es aquella serpiente llamada “diablo y Satanás” (Apocalipsis 12:9). El diablo tentó a Jesús ofreciéndole el reino de este mundo, pero Jesús lo rechazó (Mateo 4:8-10). El Anticristo, sin embargo, deseosamente toma este reino ofrecido. La bestia será herida hasta la muerte, pero la herida mortal será sanada, ocasionando que el mundo se maraville y adore al dragón y a la bestia (Apocalipsis 13:3-4).

El Anticristo llegará al poder mediante adulaciones, la promesa de paz y prosperidad. Sin embargo, cambiará sus tácticas durante la Tribulación, y se convertirá en el gobernante más cruel y despótico que este mundo haya visto. Será un monstruo de la iniquidad, y engañará a las naciones del mundo. Lea Apocalipsis 13:1-18.

Este “hombre de pecado” atrae a sí mismo la admiración y adoración del mundo, “cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 13:8). La humanidad será cautivada por las características y poderes del Anticristo. Su asombro es: “¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” (Apocalipsis 13:4).

Engañará a la gente Judía. El Anticristo hará un tratado con ellos durante la primera parte de su reinado, probablemente asegurándoles que él resolverá sus problemas y les garantizará su paz. Es posible que durante ese tiempo el Templo sea reconstruido en Jerusalén y la adoración sacrificatoria hacia Dios por los Judíos sea de nuevo restaurada.

Sin embargo, en medio de su reinado de siete años, su alianza con los Judíos será quebrantado. Esta acción por el Anticristo, les revelará a los Judíos su naturaleza demoniaca. Después, seguirá un tiempo terrible para la gente Judía, y para toda la tierra - un tiempo de gran tribulación. “¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (Jeremías 30:7).

El falso profeta será el promotor del Anticristo. Él establecerá una imagen de la bestia y mandará que sean matados todos los que no adoren a la imagen. Forzará a todos a recibir una marca en la mano derecha, o en la frente, estableciendo que ninguno sea capaz de comprar ni vender sin la marca, lo cual será el nombre de la bestia o el número de su nombre. No habrá salvación para el hombre o la mujer que adore a la bestia o tome su marca. (Apocalipsis 14:9-11). El camino seguro al Cielo es creer en el Señor Jesús hoy, seguir Sus instrucciones, y estar listos para el Rapto de la Iglesia.

Después del período de Tribulación, Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, vendrá con Sus ejércitos del Cielo para terminar el reinado del Anticristo y del falso profeta. Ellos serán “lanzados vivos dentro de un lago de fuego”. El dragón, que es el diablo, será arrojado al abismo. En ese tiempo, Jesús establecerá Su reino literal en la tierra y reinará por mil años, al que nos referimos como el Reino del Milenio. ¡Cuán glorioso será! Aquellos que crean en el Señor Jesús, hagan Su voluntad y sigan Sus instrucciones dadas en la Palabra de Dios, serán incluidos entre los vencedores que disfrutarán las glorias y privilegios de ese milenio.