de un sermón por Earl Phillips
El tema de la fe debería interesar a todo cristiano, porque la Biblia dice que “el justo vivirá por la fe.” El tema debería interesar a aquellos que no son cristianos porque, “sin fe es imposible agradar a Dios; Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
A veces nosotros llamamos a Hebreos 11 el Capítulo de la Fe. El primer versículo define para nosotros lo que es la fe, y los otros treinta y nueve versículos de ese capítulo nos cuentan qué sucede cuando tenemos fe. Ellos nos cuentan qué sucede cuando los hombres de Dios ejercen la fe que ellos tienen.
La fe cree lo increíble. La fe ve lo invisible. La fe logra lo imposible. El Génesis 1:1 comienza diciendo que Dios creó los cielos y la tierra. ¡Eso es increíble! Mucha gente lucha con ese pensamiento. Algunos pasan su vida entera tratando de averiguar de donde vino el hombre, y centenares de libros se han escrito sobre el tema.
La fe cree lo increíble.
Cuando era un muchacho pequeño, mi mamá me enseñó sobre la Creación, y yo no tenía conocimiento mundano suficiente para dudar de ella. Estoy contento de haber creído simplemente porque Mamá lo leyó de la Biblia. Aun cuando crecí y no era salvo, no luché contra el Génesis 1:1. Llegó el día cuando quise ser salvo. En aquel entonces, existía la fe de que si Dios había creado los cielos y la tierra, y Cristo había muerto sobre la cruz por mí, pues Él salvaría mi alma. ¡Y Lo hizo!
La fe cree lo increíble. La fe cree en la resurrección de Jesucristo de la muerte. Algunas personas en el mundo rechazan la Resurrección, sin embargo, cuando tenemos la fe de que la tumba esta vacía, podemos tener el poder de la Resurrección en nuestros corazones y vidas. Si no hubiera habido una Resurrección, el obituario de Jesucristo se leería tal como uno de Buda, Mahoma, o Confucio. Lo increíble es que Jesús salió de la sepultura; el poder de Dios Le hizo romper los grilletes de la muerte. Y si nosotros creemos, podemos tener el poder para llegar a ser los hijos de Dios.
¿Parece increíble que Dios ame al pecador? Dios hizo al hombre, y entonces el hombre se volvió contra Dios, se mofó y crucificó a su Hijo. ¿Cómo podemos imaginar que Dios todavía ama al hombre, y que Cristo estaba dispuesto a dar su vida por nuestra salvación? Sí, es increíble.
Con fe nosotros creemos en la Trinidad. La gente trata de comprender en su razonamiento humano cómo puede ser la Trinidad. Como cristianos, nosotros lo aceptamos y creemos en Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Los tres tienen personalidades distintas, y, sin embargo, son uno solo Dios. Sí, la fe nos ayuda a creer lo increíble.
La fe ve lo invisible.
La fe nos ayuda ver lo invisible. Moisés “dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27). Él abandonó todas las riquezas que podía ver y palpar. Él abandonó todos los placeres que le estaban disponibles en Egipto. Él abandonó el trono que un día, muy probablemente, hubiera sido suyo. Las bellezas de Egipto, su educación, todas estas cosas tangibles estaban a su disposición. Él tenía todo lo que un corazón podía desear, pero sintió el llamado de Dios y estuvo dispuesto a dejar todo por algo que no podía ver. Él no podía ver al Dios que lo llamó, aún así, con la fe respondió.
¿Después de que dejó Egipto por algo que era invisible, como obró Dios en su vida? Dios hizo milagro tras milagro. El Mar Rojo se partió, el maná cayó del Cielo, el agua surgió de la roca. Dios premió a Moisés por su fe.
Dios nos recompensará si le creemos. Cuando demos un paso de fe, nuestra fe comenzará a crecer. Veremos como Dios contesta la oración, y nuestra fe aumentará. Nuestra fe en el hombre o en nosotros mismos puede ser muy débil. Sin embargo, Dios es una Dios grande, y nuestra fe en Él puede ser grande.
La fe ve lo invisible. Noé nunca había visto un diluvio. El ni siquiera había visto lluvia, y nunca había visto un barco grande. Aún así, cuando Dios le dijo que iba a haber un diluvio, Noé le creyó. Él comenzó a construir el arca porque él temía a Dios —no temía que Dios fuera a pegarle. No, él reverenciaba al santo Dios. Él sabía que si Dios lo había dicho, iba a suceder. Y día con día, año con año, él continuó trabajando en ese barco.
Juntamente con la construcción, él era un predicador de la rectitud, y le contó a esa gente lo qué iba a suceder. ¿Les importó? No. ¿Escucharon? No. Noé simplemente continuó construyendo. Un día, lo qué no había sido, apareció —comenzó a llover. Noé y su familia estaban seguros en el arca, porque él le había creído a Dios.
La fe es tan importante en nuestras vidas. Queremos apreciarla. Queremos tener cuidado con ella, porque hay tantas cosas que pueden arruinar nuestra fe. Y una vez que la fe se ha ido, puede únicamente ser restaurada por medio de la misericordia de Dios.
La fe logra lo imposible.
La fe logra lo imposible. Los discípulos vieron a Jesús caminando sobre el agua. Nosotros podríamos decir, “Eso no nos sorprendería. Después de todo, Él es el Hijo de Dios y puede hacer cualquier cosa. Para empezar, Él creó los cielos, la tierra y el mar.” Sin embargo, Pedro era solamente un hombre, y, aún así, él brincó sobre el costado del barco y comenzó a caminar hacia Jesús. Él lo hizo por fe. ¿Pero qué sucedió entonces? Comenzó a mirar alrededor a las olas en vez de a Jesús, y comenzó a hundirse. En nuestras vidas, cuando las olas se levanten un poco, el enemigo tratará de hacernos mirar lejos de Jesús. Él tratará de hacernos dudar. Nosotros necesitamos mantener nuestros ojos sobre el Señor. Pedro gritó, Jesús lo rescató, y ambos regresaron sin riesgo al barco.
Abraham y Sara vieron lo imposible suceder en sus vidas. Dios les había prometido un hijo. Muchos largos años pasaron, y la vejez comenzó a asentarse. Finalmente, la vejez avanzada llegó. Cuándo estaban muy viejos, ¿qué sucedió? Sara concibió y tuvo un hijo cuando Abraham tenía cien años de edad y Sara noventa, porque Dios lo había prometido. Sí, Dios hace lo imposible.
Pensemos en Daniel. Cuando él fue arrojado al foso de leones, las bestias ahí no eran mascotas. Nosotros estamos seguros de ello porque no pasó mucho tiempo antes de que aquellos que habían conspirado contra Daniel fueran arrojados al foso, y los leones los hicieran pedazos. Sin embargo, ¿qué le sucedió a Daniel? La Biblia dice que el Señor cerró las bocas de los leones. ¿Por qué? A causa de la fe de Daniel en Dios. Incluso el rey tuvo la suficiente fe para llamar la mañana siguiente: “Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones (Daniel 6:20)?” ¡Me atrevo a decir que nada que hubiera sido arrojado ahí había salido, pero Daniel lo hizo! Gracias a Dios que vale la pena creer lo increíble y ver lo invisible, porque entonces podemos ser testigos de lo imposible.
¿Qué significa esto para nosotros? Jesús dijo, “Al que cree todo es posible” (Marcos 9:23). Podemos mirar situaciones y decir, “es imposible.” Quizás nosotros miramos a algunos que necesitan ser salvos, y decimos, “Eso es imposible.” ¡Ora! ¡Pídele a Dios que hable con ellos, y puede pasar de lo imposible a lo increíble cuando los veas convertidos!
La fe crece por el uso. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).” ¿Quieres que tu fe crezca? No escuches a la gente que dice que no puede hacerse. No escuches a aquellos que dicen que no puedes salvarte y vivir sobre el pecado. No escuches a la gente que dice que los milagros tan sólo eran para los tiempos de la Biblia. Mira en la Palabra; lee sobre aquellos que ejercieron su fe. Te alentará. Nosotros necesitamos poner nuestra fe a trabajar. Necesitamos orar. Puede ser que a veces necesitemos orar como un hombre en la Biblia lo hizo, “Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9:24). Él recibió la respuesta a sus oraciones.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que oraste hasta el fin, en lugar de orar hasta sentirte un poco mejor? ¡Suelta algunas lágrimas! Vierte tu alma ante Dios. Entonces recuérdate a ti mismo que le estás hablando al Todopoderoso. Le estás hablando a Aquel que creó los cielos y la tierra. Cuando pides, cree, y cuando creas, está listo. Verás suceder lo increíble, lo invisible, lo imposible.
Earl Phillips es pastor retirado de la Iglesia de la Fe Apostólica.