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Pasos a Liberación

Doctrinas

¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me siento como si le faltara algo a mi vida? ¿Hay más en la vida de lo que he encontrado? ¿Qué pasa después que me muero?

En alguna ocasión, todos nos hemos hecho estas preguntas. Quizás está lidiando ahora con una. Quizá a veces pensó haber encontrado las respuestas que necesitaba . . . pero esa sensación no duró. Cada respuesta, cada relación, cada experiencia, le deja con un vacío en su corazón. Algo le falta, pero no sabe lo qué es o dónde encontrarlo. Algo no está bien, pero no sabe cómo arreglarlo. Así que sigue buscando, sigue probando esto o aquello, sigue indagando.

El problema no es lo "que" le falta. ¡El problema es "Quién" le hace falta! Dios lo creó, y Él preparó un sitio muy dentro de usted que sólo Él puede llenar, un espacio especial para Dios que simplemente espera por Él.

Él no es una filosofía. Él no es un concepto. ¡Él es el Creador viviente del universo, y Él le cuida! Él sabe cuando nació usted, cada parte de su personalidad, cada evento que ha tenido lugar en su vida hasta este instante. Su Libro, la Biblia, dice que Él sabe incluso el número de cabellos en su cabeza y conoce su corazón.

El vacío en su corazón, que está sintiendo alguna pérdida, existe debido a que por naturaleza usted está separado de Él. Esa separación es causada por una culpa, "algo malo" que es el origen de todo egoísmo, soledad y sentimiento triste. Aquí el por qué.

Al principio del tiempo, el primer hombre y primera mujer en la tierra, Adán y Eva, disfrutaron de una relación perfecta con Dios. Vivieron vidas puras y dichosas en un jardín hermoso que cubría todas sus necesidades. La única regla que les impuso Dios fue que no comieran de cierto árbol: el árbol del conocimiento del bien y el mal. Sin embargo, Dios los creo con libertad de voluntad, y ellos escogieron comer del árbol prohibido. Como resultado, el pecado entró en sus corazones y los separó de Dios.

Los descendientes de Adán y Eva, cada persona nacida en este mundo, heredó su naturaleza pecadora. En lugar de venir al mundo para hacer lo correcto, todos nacen con inclinación hacia el mal lo cual lleva a acciones pecadoras. El pecado puede ser grave o leve, pero siempre separa al pecador de Dios, y el castigo del pecado es la muerte.

Gracias a Dios, ese no es el fin de la historia.

Debido al gran amor de Dios por Su creación, Él envió a Su único Hijo, Jesucristo, a este mundo para vivir como hombre y morir en la Cruz en lugar del hombre pecador. Jesús pagó el castigo por nuestros pecados. Debido a Su muerte, si sigue los pasos que Dios ha marcado, puede restablecer la conexión que se perdió en el jardín. A través del renacimiento espiritual, la sensación de separación y vacío desaparecerá en un instante, y se sentirá pleno, amado y en paz.

¿Qué debe hacer para experimentar este renacimiento y encontrar la conexión que llenará su vacío interior?

Reconocer
Admite que has pecado y necesitas la ayuda de Dios. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). “Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:13).

Confesar y Arrepentirse
Sé genuinamente arrepentido por los pecados que has cometido y pídele a Dios que te perdone. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). “No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:3). “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19).

Dejar
Determina que con la ayuda de Dios vas a quitar todo pecado de tu vida. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7).

Creer
Cuando hayas honestamente y sinceramente tomado los pasos ya mencionados, entonces cree que Dios escuchará tu oración y te salvará. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

Recibir
Dios te dirá que el trabajo ya está terminado en tu corazón. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro Espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

Cuando tenga la convicción de que sus pecados han sido perdonados y ya no está separado de Dios, ¿Qué debe hacer luego?

Cuente de su salvación a alguien. Nos gustaría enterarnos y puede conectarse con nosotros por mandar un email a info@apostolicfaith.org. También querrá contarles a sus compañeros más cercanos. Comience conversando con Dios. Él quiere tener noticias suyas y estar a su lado cada día.

Busque amigos espirituales. El compañerismo de otros creyentes Cristianos será una gran fuente de fuerza y estímulo espirituales.