VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. — Salmo 91:15
Era un mal día en el reino de Babilonia. El rey Nabucodonosor había tenido un sueño y luego olvidó de qué se trataba. Eso no era tan extraño. Pero ahora él quería que sus sabios le dijeran qué había soñado y qué significaba. Ellos no pudieron hacerlo y esto hizo que el rey se enfureciera.
En un momento de ira él gritó, “¿Sabios? ¡Bah! ¡Están llenos de mentiras! Voy a hacerles pedazos”.
Los magos y hechiceros se juntaron, temblando de miedo. “Oh rey”, clamaron, “si usted nos dijera su sueño entonces le declararíamos el significado”.
“¡Les dije que he olvidado el sueño!”, gritó el rey. Se inclinó hacia adelante, sus ojos brillaban. “Si ustedes tuvieran el poder que dicen tener, pudieran fácilmente decirme el sueño y por qué me perturba”.
Con eso, el rey Nabucodonosor batió las manos. Un sirviente se dio prisa. Furiosamente, el rey ordenó un decreto que decía que todos los sabios de Babilonia fueran ¡destruidos inmediatamente!
Daniel y sus tres amigos vivían en Babilonia. Pero ellos servían al Dios verdadero, y sabían que Él podía ayudarles. Cuando Daniel oyó el decreto, fue a ver al rey Nabucodonosor y dijo, “Oh Rey, ¿por qué deben ser castigados todos los sabios de su reino? Yo le sirvo al Dios viviente y verdadero quien tiene los secretos de todas las cosas en Sus manos. Él puede dar el significado aun de los sueños olvidados. Sólo deme tiempo y Dios me mostrará cuál fue su sueño y el significado”.
Entonces Daniel llamó a sus amigos. “Debemos orar para que Dios nos revele este sueño. Si Él no lo hace, seremos exterminados con todos los otros sabios de la tierra”. Esa noche mientras Daniel dormía, Dios le mostró lo que el rey había soñado y qué significaba. ¡Dios había oído sus oraciones!
Cuando Daniel despertó, estaba feliz porque sabía que sus vidas serían preservadas. De nuevo Dios le había respondido. Se dirigió hacia donde estaba el guardia del rey, y le pidió que le llevara ante el rey. El guardia accedió a su petición.
Cuando Daniel le dijo al rey lo que el Dios del Cielo le había mostrado sobre el sueño, el rey recordó. ¡Sí! ¡Cada palabra que Daniel había dicho era cierta! Daniel le había dicho su sueño ¡exactamente como era!
El rey Nabucodonosor sabía que sólo el Dios verdadero podía haberle mostrado a Daniel el sueño. Él quería agradecer a Daniel de algún modo especial. Así que él le dio muchos regalos, y le hizo un gobernador importante en su reino. En realidad él llegó a ser gobernador sobre todos los otros gobernadores y sabios. Daniel había confiado en Dios y ¡Dios le había bendecido por esto!
Las preocupaciones y confusiones que enfrentan al niño de edad primaria son reales y difíciles para él, aunque puedan parecer insignificantes para la mente de un adulto. El Versículo para Memorizar de su hijo es una promesa que puede ser una fuente real de fortaleza. Hagalo el foco de su tiempo juntos esta semana.
Permita a su hijo cortar una tira larga de papel en seis pedazos que se enlace con cada una como piezas de un rompecabezas. En cada pieza, ayude a su hijo a escribir una parte del versículo, terminado con la referencia Bíblica.
Apréndanse el versículo juntos asemejándose al rompecabezas, una frase a la vez. Después de hacer esto varias veces el versículo puede ser montado en una hoja de papel y puesto en su habitación donde pueda verlo a menudo.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 91:1 | LUNES: Mateo 7:7 | MARTES: Isaías 58:9 | MIÉRCOLES: Juan 15:7 | JUEVES: 1 Juan 3:22 | VIERNES: Isaías 41:10 | SÁBADO: Jeremías 33:3