VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. — Hechos 5:29
“Hola, mamá. Ya llegué”, dijo Teresa. “Hola, cariño”, contestó su madre. “¿Qué tal estuvo la escuela hoy?”
“No muy bien”, respondió Teresa tristemente mientras se quitaba su chaqueta. “No obtuve una buena calificación en mi examen de lectura”.
Su madre parecía confundida. “¿De verdad? ¿Cuál fue el problema? Repasamos todo el material anoche y pensé que ya te lo sabías”.
Teresa suspiró. “Pues bien, el problema más grande fue que no seguí las instrucciones. En la última parte de la prueba, la Señora Escobar dio cinco preguntas. Debía que responder cada pregunta con una oración completa. En vez de eso, sólo escribí respuestas de una palabra así podría terminar más rápido. La Señora Escobar me dio un cero en esa parte”.
La mamá de Teresa le abrazó cariñosamente. “Lo siento, Teresa. Sé que esta prueba era una parte importante de tu calificación y estudiaste duro para eso. Pero ¿piensas que has aprendido una lección de esto?”
“Sí…”, dijo Teresa pensativamente. “Estoy aprendiendo que verdaderamente hay que seguir las instrucciones si quiere que las cosas salgan bien. Ya debería haber aprendido eso a estas alturas. ¿Recuerdas cómo me enredé toda en mi lección de piano la semana pasada solamente porque no seguí las instrucciones?”
Su madre sonrió e hizo una seña para que Teresa se sentara a la mesa donde ella había colocado un plato de galletas. “Creo que estás aprendiendo algo, Teresa. Es una lección importante que debemos aprender, porque no seguir las instrucciones nos puede lastimar al servir Dios también”.
“¿Qué quieres decir?”, preguntó Teresa.
“La Palabra de Dios está llena de instrucciones para nosotros”, su madre respondió. “Cuando no hacemos lo que Él dice, nos perdemos las bendiciones que Él ha prometido”.
Teresa sonrió y dijo, “Mamá, nuestra lección en la escuela dominical de este domingo fue ¡el ejemplo perfecto de eso! Se trató de Caín y Abel. Los dos sabían cómo deberían hacer ofrendas a Dios. Abel siguió las instrucciones pero Caín no lo hizo. Dios aceptó la ofrenda de Abel porque él la hizo en la forma que Dios la deseaba. Pero Dios rechazó la ofrenda de Caín.
Teresa hizo una pausa y pensó un poco más. “De verdad que voy a ponerle atención a la Palabra de Dios y hacer lo que Él dice. Si hago eso, entonces Dios me ayudará a recordar que debo seguir otras instrucciones también”.
Una de las cosas que un niño debe aprender es la importancia de la obediencia. Ese es el tema de esta lección que empieza nuestra unidad, titulada “Hagámoslo a la Manera de Dios”.
Para ilustrar a su niño por qué la obediencia es importante, preparen juntos un proyecto en el cual él deba seguir sus instrucciones exactamente para lograr los resultados deseados. (Nota: si estos ingredientes no están disponibles para usted, pueden ser sustituidos por una receta similar.) Guíele a través del proceso de hacer un licuado de fresas. En una licuadora, combine 1 taza de leche, un medio taza de yogur de vainilla, 6 fresas, 2 cucharaditas de miel y 4 cubitos de hielo. Cubra y mezcle hasta que todos los pedazos de hielo desaparezcan. Vierta el licuado en dos vasos. ¡Disfrute su licuado!
Mientras disfrutan juntos su licuado, conversen sobre lo que hubiera ocurrido si hubieran usado mayonesa en vez de yogur. ¿Y qué hubiera sucedido si hubieran usado sal en vez de miel? Ponga énfasis en la importancia de la obediencia, porque esa es la manera de Dios.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Hechos 5:29 | LUNES: Éxodo 19:5 | MARTES: Mateo 12:50 | MIÉRCOLES: Juan 14:23 | JUEVES: 1 Pedro 1:22 | VIERNES: Job 36:11-12 | SÁBADO: Romanos 6:16