VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. — Marcos 4:39
¿Sabes cuál es el trabajo de un meteorólogo? Él dice a las personas cuál será el clima. Él puede decirte que estará soleado y caliente. Puede decirte que nevará, o puede decirte hasta que habrá tormenta. Pero eso es todo lo que el meteorólogo puede hacer con el clima. Él no puede cambiarlo.
¿Has deseado alguna vez cambiar el clima? ¿Has tratado de detener el viento de su soplar? ¿Ha servido? ¡Claro que no!
Pero la Biblia nos cuenta sobre uno que pudo cambiar el clima. Su nombre es Jesús.
Un día Jesús estaba enseñando a la orilla de Galilea. Un gran grupo de personas se acercó para escucharle. Se volvió tan numerosa la multitud en la orilla que Jesús entró a una barca. Desde la barca Él enseñó muchas cosas a las personas.
Cuando llegó el anochecer, Jesús les dijo a Sus discípulos que llevaran la barca al otro lado del mar. Jesús debió haber estado muy cansado por haber enseñado a las personas ese día. Él fue a la parte trasera de la barca y se durmió. Su almohada debió sentirse muy bien después de un día tan ocupado.
Mientras Jesús estaba durmiendo, vino una gran tormenta. El viento sopló tan fuerte que las olas empezaron a golpear los lados de la barca. ¡Pronto las olas estuvieron tan altas que el agua empezó a llenar la barca! Los discípulos estaban realmente asustados. A ellos no les gustaba esa terrible tormenta y la manera en que la barca se mecía y movía. ¡Qué si la barca se hundía! Finalmente, fueron a despertar a Jesús.
“Maestro, ¡despiértate! ¡Todos podemos morir en esta terrible tormenta! ¿No te preocupes?”, le gritaron a Jesús.
Lo primero que hizo Jesús cuando se despertó fue hablarle al viento. Él le dijo que dejara de soplar. Entonces habló al mar y dijo, “Calla, enmudece”. ¡El viento se detuvo! ¡El mar se calmó nuevamente! Los discípulos estaban sorprendidos que el viento y el mar obedecieron la voz de Jesús. Ellos estaban aprendiendo cosas nuevas sobre Jesús cada día.
Cuando todo estuvo quieto otra vez Jesús se volteó a Sus discípulos. Él les preguntó por qué habían estado asustados. ¿No creían que Él los cuidaría? Jesús quería que los discípulos tuvieran fe en Él. Yo estoy seguro que los discípulos estaban felices de saber que Jesús realmente cuidaba de ellos.
¡Jesús es maravilloso! Él cuida de nosotros también, y siempre está con nosotros. No tenemos que estar asustados.
A veces tú puedes tener miedo cuando hay una tormenta. Pero si eso te pasa alguna vez, solamente párate y pídele a Jesús que te cuide. ¡Él lo hará! Aunque la tormenta no se pare al instante, Jesús pondrá una verdadera paz en tu corazón. Él quitará el miedo. Tú puedes siempre confiar en Jesús.
Después de leer esta historia con su hijo, repita el Versículo para Memorizar juntos. Use la siguiente ilustración para ayudar a su hijo a visualizar el poder de Dios sobre los elementos.
Corte una larga tira de papel de color azul y permita que su hijo lo doble en forma de acordeón y entonces lo suelte mientras sostiene las dos puntas. Compare esto a las olas en nuestra lección.
Jesús tenía el poder de reprender el viento y calmar las olas. Mientras ensaya Sus palabras, “Calla, enmudece”, permita que su hijo hale la tira de papel de manera que se queda plano, mostrando cómo las olas inmediatamente se calmaron a Su mandato.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Marcos 4:39 | LUNES: Mateo 28:18 | MARTES: Lucas 8:25 | MIÉRCOLES: Salmo 107:29 | JUEVES: Mateo 14:25 | VIERNES: Mateo 8:26 | SÁBADO: Salmo 148:8