VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Al que cree todo le es posible. — Marcos 9:23
Agua se salpicó por todos lados cuando Esteban saltó del trampolín y golpeó la superficie de las aguas.
“¿Cómo te gustó eso?”, Esteban gritó mientras nadaba hacia el otro lado donde su amigo Geraldo estaba sentado.
“Bonito chapotear. Ahora, permíteme verte caminar sobre las aguas”, Geraldo dijo con una risa.
Esteban salió de la piscina y se sentó. “Yo no puedo hacer eso yo mismo, pero conozco a alguien que lo hizo”.
Geraldo se rió de nuevo y dijo, “Oh, claro que sí. Ahora yo he escuchado todo. ¿Quién caminó sobre las aguas?”
“Dos personas. Jesús y Pedro, Su discípulo. ¿Nunca has escuchado acerca de eso?”
Geraldo movió su cabeza, “Supongo que no. Dígame acerca de eso”.
“Bueno, acabamos de estudiarlo en la escuela dominical ayer. Jesús les dijo a Sus discípulos que entraran a un barco y que cruzaran el Mar de Galilea. Jesús se quedó en el pueblo. Durante la noche, mientras ellos estaban cruzando el mar, surgió una tormenta. Los discípulos remaron y remaron, pero el barco era lanzado por las grandes olas”.
“¡Deben haber estado agotados!”, dijo Geraldo.
“Supongo así”, continuó Esteban. “Pero escucha lo que sucedió después. De repente ellos vieron a alguien caminando sobre las aguas hacia ellos. ¡Estaban muy asustados! Pensaron que podría ser un fantasma o algo parecido”.
“Pensé que dijiste que Pedro caminó sobre las aguas también”.
“Estoy llegando a eso”, Esteban continuó. “Jesús les habló y dijo, ‘Yo Soy’. Entonces Pedro le dijo a Jesús, “Si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”. De modo que Jesús dijo, “Ven”, y Pedro caminó sobre las aguas por un momento. Entonces él empezó a hundirse”.
“¿Qué quieres decir? ¿Por qué se hundía?”, preguntó Geraldo.
“Pedro empezó a mirar las olas y le dio miedo. Pero Jesús agarró su mano y le subió a la superficie. De modo que caminaron hacia el barco, y subieron. Tan pronto que lo hicieron, el viento dejó de soplar. Y así es cómo dos personas caminaron sobre las aguas”.
Los dos amigos se levantaron y caminaron a un puesto para comprar dos limonadas. Mientras se sentaban con sus bebidas frías, Geraldo dijo, “De veras, esa es una historia interesante. Pero yo sé que no puedo caminar sobra las aguas. Entonces, ¿de qué nos sirve?”
Esteban pensó por un momento. “Tal vez nunca necesitamos caminar sobre las aguas. Pero algunas veces hay cosas difíciles que enfrentar. Sabes, como una prueba o un rufián en la escuela. Esos pueden verse como cosas imposibles, pero con Jesús tú puedes, pues, caminar sobre de ellos justamente como Pedro hizo cuando tenía sus ojos puestos en Jesús. Ha funcionado para mí desde que Jesús me salvó. Necesitas venir a la escuela dominical y aprender acerca de Jesús también”.
Estamos comenzando una unidad de cinco partes titulada Aprendiendo Acerca de Nuestra Biblia. Su hijo es ahora de una edad en donde él pueda empezar a comprender por qué este Libro es tan importante para nosotros.
Esta primera lección explica que nuestra Biblia es especial y diferente de otros libros porque fue inspirada por Dios. Su hijo aprenderá que Dios les mostró a los autores lo que Él deseaba que ellos escribieran, y que esto fue hecho para que todas las personas pudieran conocer acerca de Él.
Muéstrele a su hijo la lista de los libros de la Biblia dada en la parte frontal de la Biblia. Para ayudarle a recordar los nombres, escriba las letras del alfabeto sobre pedacitos de papel y dele los a su hijo. Permita que él vea cuantos de los nombres él puede deletrear usando estas letras. (Necesitará escribir las letras más comunes varias veces.)
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Marcos 9:23 | LUNES: Juan 14:13 | MARTES: Juan 3:2 | MIÉRCOLES: Éxodo 14:21 | JUEVES: Lucas 1:37 | VIERNES: Génesis 18:14 | SÁBADO: Juan 11:40
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