VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. — Salmo 95:1
Juanita le preguntó a Lorenzo si él podría venir a su casa después de clases.
“Le preguntaré a mi mamá”, él dijo. “Estoy seguro que no habrá problemas con ella”.
Juanita quería que Lorenzo viera su nueva mascota, un pequeño y bonito canario. La semana pasada Juanita había cumplido siete años, y su tía María le había dado el pájaro y su jaula como regalo de cumpleaños. Juanita lo llamó Lucero porque era de un lindo color amarillo brillante.
Lucero era un pájaro muy bonito. Lo que más le gustaba a Juanita era su cantar del ave. Cuando Lucero cantaba, las canciones hacían a Juanita sentirse feliz en su interior. Había algo especial en esto. ¡Tú no podías sentirte triste por mucho tiempo cuando el ave estaba haciendo música!
Cuando Lorenzo entró a la casa de ella, Juanita lo llevó adentro para que viera el ave. El papá de Juanita había puesto la jaula del ave en la ventana de la habitación de Juanita. De esa manera Lucero podía ver y escuchar a las otras aves en el viejo árbol fuera de la ventana. Lucero siempre notaba cuando alguien entraba a la habitación de Juanita. Este saltaba en la jaula y colocaba su cabeza de un lado, gorjeando alegres notas musicales.
Cuando Lorenzo y Juanita entraron, la pequeña ave los vio. ¡Qué alegre gorjeo empezó! Lorenzo sonrió mientras miraba a la pequeña ave y escuchaba su animada canción. Él le dijo a Juanita, “Aunque su pájaro no está libre como las aves afuera, está aún feliz. Está en una jaula donde no puede volar, pero canta y hace a otros felices también”.
La animada canción de Lucero hizo muy feliz a Lorenzo y a Juanita. Nuestros cantos de gozo y alabanza también hacen feliz a Jesús.
La Biblia nos enseña a “cantar con júbilo” al Señor. No importa cuán pequeño o grande seamos. No importa dónde estemos. Ni siquiera importa si tenemos una muy buena voz o no. Si cantamos cantos de alabanza a Jesús desde nuestros corazones, entonces Jesús y todo el mundo a nuestro alrededor sabrá cuánto le amamos.
Piensa en las palabras de algunas de tus canciones favoritas de la escuela dominical. Nosotros cantamos, “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre al hacernos hijos de Dios”. Aún los niños pequeñitos saben las palabras, “Cristo me ama, bien lo sé, Su Palabra dice asi”. Nuestras canciones son una manera especial de decirle a Jesús que le amamos y agradecemos. Por esto es que nos sentimos tan bien al cantarle estas canciones especiales. Jesús nos escucha y bendice nuestros corazones.
Haga que esta semana sea musical para su familia. Permita que su hijo escoja una de sus canciones favoritas de la escuela dominical, y haga que toda la familia la cante. Para diversión ¡grábela! A los niños les encantan escucharse a ellos mismos. Mientras la escuchen juntos, recuérdele a su niño cuánto Dios ama escucharle cantar alabanzas.
Recorte formas de notas musicales en papel grueso y escriba las palabras del versículo para memorizar sobre las notas—una palabra o dos por nota. Ayude a su niño a aprender su versículo colocando las notas en el orden correcto.
Anímelo a componer su propia canción de alabanza a Dios, ayudándolo un poquito si él lo necesita o desea.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 95:1 | LUNES: Salmo 9:11 | MARTES: Salmo 13:6 | MIÉRCOLES: Salmo 100:2 | JUEVES: Salmo 66:2 | VIERNES: Efesios 5:19 | SÁBADO: Colosenses 3:16
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