VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando.— Lucas 6:38
No eres lo suficientemente grande. ¿Cuántas veces has escuchado esas palabras? Bueno, ¿sabías que no importa cuán grande o pequeño seas cuando haces algo para Jesús? Lo que importa es que lo hagas con todo tu corazón.
Una de las cosas que Jesús quiere que nosotros hagamos con todo nuestro corazón es dar voluntariamente. Puede ser que no tengamos una gran cantidad de dinero, pero eso no importa. Hay cosas más importantes que podemos dar a Jesús en lugar del dinero. ¡Nosotros podemos darle toda nuestra vida! Jesús ve dentro de nuestros corazones, y Él ve lo que queremos dar. Eso es lo más importante para Él.
Para ayudarnos a aprender esta lección, hay una historia en la Biblia sobre algunas personas ricas que vinieron al Templo. Ellos dieron mucho de su dinero a Dios. Quizás ellos hasta trajeron fundas de dinero y la vaciaron en el arca de la ofrenda. Jesús los estaba mirando y Él sabía cuánto dinero ellos dieron. Él sabía, también, que aún tenían mucho dinero que dejaron para ellos mismos.
Entonces una mujer pobre entró. Su esposo había muerto, así que ella era viuda, y tenía una pequeñísima cantidad de dinero. Aún así, ella amó tanto a Dios que quería darle lo que podía. En su mano ella tenía solamente “dos blancas”. No valían mucho pero eso era todo lo que tenía. Después de darlo, no tendría nada para ella misma.
Esta viuda esperaba que nadie la notara cuando se acercó al arca de la ofrenda dentro del Templo. Rápidamente echó sus dos monedas y se fue apresuradamente. ¡Cuánto deseaba tener más para dar al Señor!
Jesús los vio a ambos, a las personas ricas y la viuda pobre. Él sabía cuánto echó cada uno de ellos dentro de esa arca de la ofrenda. ¿Quién crees tú que le dio más a Dios? No fueron las personas ricas. Jesús les dijo a Sus discípulos que la mujer pobre había dado más—mucho más que cualquiera de los otros. ¿Sabes por qué? Porque ella había dado todo lo que tenía.
Nosotros podemos aprender una lección importante de esa mujer pobre.
Quizás no podamos hacer cosas grandiosas como algunas personas lo hacen. Quizás no podamos dar mucho dinero. Aún así, nosotros podemos darle lo mejor de nosotros a Dios. Podemos regalar sonrisas. Las sonrisas son gratis y ellas hacen felices a las personas. Podemos regalar actos de bondad. El ser bondadoso ayuda a otros a sentirse bien. Podemos dar una mano de ayuda. A todos nos gusta que nos ayuden. Podemos dar palabras de aliento a alguien. Las palabras de aliento pueden hacer que los tiempos tristes se vayan.
Podemos dar estas cosas porque amamos a Jesús. Él sabe cuando los hacemos voluntariamente. Lo que sea que hacemos para Jesús, lo debemos hacer con todo nuestro corazón. ¡Eso es lo que cuenta!
Discuta la palabra “dar” con su hijo esta semana. Usted puede darle un pequeño regalo para iniciar su conversación. Pídale que le describa cómo se siente cuando alguien le da algo. ¿Cómo se siente Dios cuando le damos algo?
Permita que él dibuje y coloree un dibujo mostrando cosas que él le puede dar a Dios. Mientras él ilustra cada artículo, discuta el hecho de que Dios es feliz cuando le damos con un corazón dispuesto. Esa es una de las maneras en que podemos mostrarle amor.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Lucas 6:38 | LUNES: Deuteronomio 26:10 | MARTES: 1 Crónicas 16:29 | MIÉRCOLES: Salmo 96:7 | JUEVES: Proverbios 3:9 | VIERNES: Malaquías 3:10 | SÁBADO: 2 Corintios 9:7
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