FOREIGN LANGUAGES

El Bebé Llorón de Alicia

Currículo
Primarios y Párvulos para Estudiantes
14

LECTURA BÍBLICA: Génesis 12:1-4; 17:1-4, 19-21; 21:1-3

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. — Miqueas 7:7

Alicia tenía un nuevo hermanito. Daniel era encantador y cariñoso pero ¡lloraba mucho! Lloró en la mañana antes de Alicia salir para la escuela. Estaba gritando cuando ella regresó a la casa en la tarde. Y le pareció que ¡lloraba toda la noche!
“¿Daniel nunca para de llorar?”, Alicia preguntó una tarde mientras su madre mecía al irritable bebé. “Cada noche cuando hago mis oraciones le pido a Dios que por favor ayude a Daniel a dejar de llorar. ¿Por qué Dios no contes-ta mis oraciones?”
Su madre sonrió. “Estoy segura que Dios responderá tu oración, mi vida. Cada día Daniel llora menos y menos. Sólo espera y verás – uno de estos días Dani apenas llorará”.
“¡Creeré eso cuando lo vea!”, Alicia suspiró y regresó a sus deberes.
Pero lo que su madre decía era cierto. Unas semanas más tarde Alicia se dio cuenta de que Daniel ya no estaba llorando tanto. En realidad se reía mucho ahora. Siempre que Alicia le hablaba, él se sonrió y daba patadas con sus pies pequeños. “Todo lo que teníamos que hacer era esperar”, pensó Alicia.
Un día Alicia le recordó a su madre esa conversación. “Pensé que Dios no estaba respondiendo a mis oraciones. Yo estaba segura de que Dani nunca dejaría de llorar, pero tú dijiste que sólo tenía que esperar. Y tenías razón, Mamá”.
“Esa es la manera en que Dios responde algunas veces las oraciones”, dijo la madre de Alicia. “Él no siempre contesta con un sí o un no de inmediato. De vez en cuando nos dice que esperemos.
“Alicia, ¿recuerdas la historia que oís-te en la escuela dominical acerca de la promesa que Dios le dio a Abraham? Abraham tenía setenta y cinco años cuando Dios le dijo que le daría un hijo. Pero Abraham tuvo que esperar un largo tiempo antes que naciera el hijo prometido. No sabemos por qué Dios esperó tanto, pero Dios lo sabía, y el tiempo de Dios es siempre el tiempo correcto.
“Dios es todavía el mismo hoy día, Alicia”, ella continuó. “¡Abraham tuvo que esperar veinticinco años antes que Isaac naciera! Pero sólo tuvimos que esperar unas cuantas semanas para que se resolviera el problema de Daniel. No siempre entenderemos por qué Dios quiere que esperemos. Pero si somos pacientes, Él responde nuestras oraciones justo en el tiempo correcto – ¡Su tiempo! Él contestó tu oración diciéndote que esperes”.
“Tienes razón otra vez, Mamá”, dijo Alicia. “Dios siempre contesta nuestras oraciones. Y aunque no siempre entiendo por qué nos dice que esperemos, Él sabe lo que es mejor para nosotros. Yo sí creo que el tiempo de Dios es el tiempo correcto”.

EL RINCÓN DE LOS PADRES

Esta lección se centra en los tiempos cuando Dios nos dice que esperemos. Dios hizo una promesa a Abraham, pero él tenía que confiar y creer – esperar – bastante tiempo antes de recibir la promesa.
Explíquele a su hijo que le hará una promesa precisamente como Dios se la hizo a Abraham. Abraham no sabía la fecha exacta cuando recibiría la promesa, pero usted escogerá cierto tiempo. Busque en un calendario y elija una fecha en la que recibirá un obsequio de parte suya (un pequeño regalo, un viaje juntos, etc.). ¡Asegúrese de que nada interfiera con lo planificado!
Cuente los días intermedios. Permita a su hijo marcar una X grande roja por cada día que transcurra. Mientras él lo hace, refuerce el hecho de que usted está esperando pero que la promesa se cumplirá el día señalado.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN

DEVOCIONES FAMILIARES

Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Miqueas 7:7 | LUNES: Isaías 40:31 | MARTES: Salmo 27:14 | MIÉRCOLES: Oseas 12:6 | JUEVES: Salmo 37:7 | VIERNES: Salmo 40:1 | SÁBADO: 2 Tesalonicenses 3:5