VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel. — 2 Samuel 12:7
David se puso su camisa nueva y con una gran sonrisa en su cara, bajó la escalera para desayunar.
“Eh, estás apresurado esta mañana”, su madre sonrió mientras ella le untaba mantequilla a las tostadas. “El desayuno aún no está listo y aquí estás, todo brillante y reluciente”.
“¡Hoy es el día mamá!” David le recordó, “He estado esperando y esperando y al fin está aquí”.
“Está bien”, agregó su madre. “Yo sé cuánto has estado esperando para esto y espero que sea un día super especial para ti”.
La hermana mayor de David, Teresa, entró en la cocina, justo para escuchar lo último que dijo su madre. “¿Qué tiene de especial el día de hoy?”, ella preguntó. “Debe ser algo importante para hacer que David bajara antes que yo”.
“Hoy David inicia su tiempo en la escuela como el Estudiante de la Semana”, le recordó su madre. “Recuerda, la señora Elsa envió a casa un calendario al principio del año escolar asignando a cada niño una semana especial. ¡Y el turno de David finalmente está aquí!”
Teresa sonrió. “Eso es curioso”, dijo ella. “Yo estaba leyendo en mi Biblia sobre otro David, quien tuvo que esperar un largo tiempo para algo importante. Es nuestra lección de la escuela dominical para la próxima semana”.
“Cuéntame sobre él”, dijo David, mirando al plato de huevos revueltos que su madre había puesto frente de él.
“Bueno”, empezó Teresa, “nuestra lección es sobre David que mató al gigante, Goliat, ¿recuerdas?”
David asintió con la cabeza. “Claro. Esa es una de mis historias favoritas”.
“Aún antes de que esto sucediera, David sabía que algún día él sería rey”, continuó Teresa. “Samuel, el profeta de Dios había ido un día a la casa de su padre. Dios le dijo a Samuel que escogiera a David de entre todos sus hermanos y lo ungiera para ser el próximo rey de Israel”.
“¿Cómo es que no lo hizo rey inmediatamente?”, preguntó David.
Teresa lució un poco desconcertada. “Yo no estoy segura . . . mamá, ¿qué opina usted?”
“Bien, yo creo que eso fue porque Dios conocía el mejor momento para David llegar a ser rey. Quizás habían más lecciones que David necesitaba aprender sobre confiar en Dios y buscarlo para ayuda. David tuvo que esperar y ser paciente por un tiempo”.
Teresa asintió con la cabeza. “De todos modos, David esperó y un día la promesa que Dios le hizo se volvió realidad”.
David terminó su desayuno. “Y este David tuvo que esperar también, pero ¡hoy es el día! Quiero saber si ese otro David estaba tan emocionado como yo estoy, cuando su gran día finalmente llegó”.
La lección final de esta unidad revela el punto culminante de David llegando a ser rey de Israel por fin. Su niño debe aprender que David vio la promesa cumplirse, la cual había sido hecha cuando él fue ungido para ser rey. Esto debe ser relatado a la vida diaria, con la seguridad de que Dios también mantendrá Sus promesas hacía nosotros.
Hable con su niño acerca de lo que es una promesa y la importancia de cumplir nuestras promesas. Anímele a hacerle una promesa a alguien esta semana—uno que se puede cumplir facilmente—tal como ayudar con los quehaceres en la casa, estudiar su lección de la escuela dominical, o algo similar. Ayúdelo a escribirla y pégala en un lugar que sirva de recordatorio.
Cuando la promesa sea cumplida, deje que él le pegue una calcomanía de una cara sonriente y déle un pequeño premio o un regalito especial.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: 2 Samuel 12:7 | LUNES: 1 Crónicas 11:3 | MARTES: Salmo 28:8 | MIÉRCOLES: Romanos 4:21 | JUEVES: Lucas 21:33 | VIERNES: Ezequiel 12:25 | SÁBADO: 1 Juan 2:25
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