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El Milagro en la Puerta

Currículo
Primarios y Párvulos para Estudiantes
12

LECTURA BÍBLICA: Hechos 3:1-10

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. — Hechos 3:6

Pedro y Juan iban caminando al Templo. Iban a orar a Dios. Extrañaban a Jesús. Él se había ido para estar con Su Padre en el Cielo. Pero recordaron cómo les enseñó a orar. Sabían que algún día ellos estarían con Jesús otra vez. Pero por ahora continuarían orando y trabajando para Dios como Jesús les había dicho.
En el Templo había una puerta llamada la Hermosa. En esa puerta se sentaba un mendigo. Este mendigo era un hombre cojo que nunca había podido caminar. Cuando era pequeño nunca había corrido con los demás niños. Y ahora que había crecido, él no podía trabajar como otros hombres. Cada día sus amigos lo llevaban a la puerta del Templo. Se sentaba allí todo el día y pedía dinero a las personas.
Cuando Pedro y Juan iban a entrar por la puerta la Hermosa el hombre cojo los llamó. Les rogó que le dieran dinero. Ambos se dieron vuelta para mirar al hombre cojo. Luego Pedro dijo, “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy”.
El hombre cojo debió haber estado emocionado. Probablemente quería saber qué grande cosa Pedro le iba a dar. Él no sabía que Pedro y Juan tenían un poder especial de Dios. Este era el poder que Dios les había prometido a aquellos que le aman. Ellos podían hacer milagros como Jesús había hecho cuando vivía en esta tierra.
De repente el hombre cojo escuchó a Pedro decir, “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Entonces Pedro lo tomó por la mano y lo levantó.
En seguida los pies y tobillos del hombre ¡se afirmaron! ¡Se pudo parar sobre ellos y no le dolieron! Estaba tan emocionado que ¡empezó a saltar! ¡Caminó por todo el alrededor! ¡Alabó a Dios! ¡Estaba sano!
Luego el hombre entró con Pedro y Juan al Templo. Él estaba muy feliz, quería darle gracias a Dios por sanarlo. ¡Ya no era un hombre cojo! ¡Podía caminar!
Todas las personas en el Templo vieron al hombre caminando y alabando a Dios. Ellos sabían que este era el hombre que había mendigado en la puerta del Templo. ¡Ahora él podía caminar! Estaban llenos de curiosidad y asombro por lo que le había ocurrido.
Jesús había regresado al Cielo pero las personas podían ver que Sus milagros aún ocurrían. ¡Y aún pasan hoy!

EL RINCÓN DE LOS PADRES

Haga un títere de dedos para usarlo como una ayuda visual mientras estudian esta lección. Ayude a su hijo a dibujar un simple perfil del cuerpo de una persona, pero dígale que no dibuje las piernas. En cambio, en la base de la forma ayúdelo a cortar dos hoyos pequeños de tamaño suficiente que pueda introducir los dedos índice y mayor.
Dibuje facciones y detalles de ropas en el títere, luego recórtelo.
Mientras leen esta lección juntos, haga que su hijo use el títere para representar las diferentes partes de la historia, al sentarse en la puerta, al caminar, y saltando y alabando a Dios.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN

DEVOCIONES FAMILIARES

Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Hechos 3:6 | LUNES: Hechos 4:14 | MARTES: Hechos 4:13 | MIÉRCOLES: Mateo 5:15 | JUEVES: Santiago 2:17-18 | VIERNES: 1 Corintios 15:58 | SÁBADO: Gálatas 6:10