VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Jesucristo te sana. — Hechos 9:34
Era una época muy ajetreada para los ayudantes de Jesús. Habían recibido un poder maravilloso de Dios—el bautismo del Espíritu Santo. Ahora estaban usando ese poder para hacer el trabajo de Dios. Pedro era uno de los ocupados ayudantes de Dios. Él sabía que las personas en todo el mundo necesitaban saber de Jesús. Viajó de ciudad en ciudad diciéndole a la gente que Jesús los amaba.
Un día Pedro estaba en la ciudad de Lida. Allí conoció a un hombre que había estado enfermo por un largo tiempo. El hombre tenía parálisis y no podía caminar. ¡Él había estado en cama por ocho años! Pedro fue al hombre y le dijo que Jesús lo sanaría. Entonces le dijo al hombre, “Levántate, y haz tu cama”.
¡Al instante el hombre se levantó! ¡Podía caminar! ¡Estaba bien! ¡Había sido sanado!
Todos en la ciudad oyeron del hombre. Todos estaban felices por él. Ahora ellos querían conocer a Jesús. Así que le pidieron a Jesús que perdonara sus pecados y que los hiciera felices.
Había otra ciudad cerca llamada Jope. En esa ciudad vivía una Cristiana llamada Dorcas. Dorcas trabajaba todo el día haciendo buenas obras para mu-chas personas. Hacía abrigos y otras ropas para las personas que eran muy pobres para comprarlas. Todos amaban a Dorcas por sus bondades.
Un día Dorcas se enfermó gravemente. Estaba tan enferma que murió. Las personas de Jope estaban tristes por la pérdida de su querida amiga.
Algunos de los seguidores de Jesús escucharon que Pedro estaba cerca en la ciudad de Lida. Rápidamente, enviaron dos hombres a pedirle a Pedro que viniera a Jope.
Pedro volvió con los hombres en seguida. Cuando él entró a la casa, fue a una habitación arriba. Allí Pedro vio a muchos amigos de Dorcas. Las damas lloraban mientras le mostraban algunas de las ropas que Dorcas había hecho.
Pedro les dijo a todas las personas que salieran de la habitación. Cuando se fueron se arrodilló y oró. No sabemos cuáles palabras dijo Pedro pero sabemos que estaba hablando con Dios. Él quería que Dorcas viviera de nuevo. Después que Pedro terminó su oración, se volvió hacía Dorcas y le dijo, “Levántate”. Primero, ella ¡abrió sus ojos! Y luego, cuando vio a Pedro ¡se sentó! Él tomó su mano y la ayudó a pararse. Entonces llamando a todos los amigos de ella, les mostró que Dorcas estaba viva otra vez. ¡Ellos estaban muy felices de ver-la! ¡Qué maravilloso milagro Dios había hecho por su amiga!
Todos los que vivían en la ciudad de Jope escucharon de este maravilloso milagro. Podían ver que Dios le había dado poder a Pedro. Varios de ellos le dieron su corazón a Dios cuando escucharon lo que había hecho por su amiga Dorcas.
Esta lección trata de cómo Pedro trabajó para Dios. Ayude a su hijo a entender que cuando hacemos cosas buenas para otros, estamos trabajando para Dios precisamente como Pedro estaba trabajando. Discutan y hagan una lista juntos de cosas que un niño puede hacer por Jesús.
Esta es una idea para ayudar a reforzar el concepto de hacer bien. Temprano en la semana, compre un rompecabezas de cartón barato (no con muchas piezas). Cada vez que su hijo haga algo especialmente bueno, recuérdele que es una parte de trabajar para Jesús. Recompénselo con una pieza del rompecabezas y anímelo a ganar todas las piezas para que pueda tener un rompecabezas completo.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Hechos 9:34 | LUNES: Hechos 4:13 | MARTES: Hechos 9:40 | MIÉRCOLES: Hechos 3:6 | JUEVES: Lucas 4:39 | VIERNES: Salmo 31:19 | SÁBADO: Hechos 5:15