VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón. — Salmo 27:14
Gedeón apenas podía creer que Dios quiso que él guiara a los Hijos de Israel a la batalla. Él le pidió a Dios que le mostrara si esto era cierto. Así que Dios se lo demostró en una manera muy especial.
Esa noche, Gedeón tendió un vellón de lana sobre la tierra. Si el vellón estaba mojada en la mañana y la tierra estaba seca, entonces sabría Gedeón que Dios quería usarle.
Temprano al día siguiente, Gedeón salió corriendo hacia donde él había colocado el vellón. La recogió. ¡Estaba llena de agua! ¡Pero la tierra estaba seca por todas partes!
Aun, Gedeón quiso estar más seguro de que Dios quería que él fuese el líder. Le pidió a Dios que no se enojará pero que por favor le dé otra prueba más. Sacó el vellón otra vez esa noche. Esta vez quería que el vellón estuviera seca en la mañana y que la tierra estuviera mojada.
Cuando Gedeón salió fuera la siguiente mañana pudo comprobar que la tierra en todas partes estaba húmeda. ¿Estaría seca el vellón? ¡Así fue! Y ahora estuvo completamente seguro de que él debía guiar a los Hijos de Israel a la batalla.
Habían treinta y dos mil hombres en el ejército de Gedeón. Dios le dijo que eran demasiados. Él le dijo: “Si hay cualquier que tiene miedo, entonces déjalos que se vayan a casa”. ¡Veintidós mil hombres se fueron a casa! Sólo quedaron diez mil. Luego Dios dijo: “Hay todavía demasiados. Lleva a los hombres al agua y los probaré”.
Cuando llegaron al agua, todos los hombres se inclinaron para beber. Trescientos de ellos recogieron el agua con sus manos. Los demás se hincaron en sus rodillas y bebieron directamente del agua. Dios le dijo a Gedeón que sólo usara a los trescientos hombres que habían recogido y bebido el agua con sus manos.
¿Podrían ganar una batalla con sólo trescientos hombres contra un ejército de miles? Gedeón sabía que Dios podía hacer cualquier cosa.
Esa misma noche Gedeón preparó a su ejército para la batalla. Obedeció las instrucciones extrañas que Dios le dio. Cada hombre recibió una trompeta y un cántaro con una tea ardiendo adentro. Silenciosamente rodearon el campamento enemigo. Cuando Gedeón dio la señal, cada hombre tocó su trompeta. Luego todos ellos quebraron sus cántaros así que las teas por dentro brillaron con gran brillo. Todo esto asustó al enemigo y empezaron a pelearse entre ellos mismos.
Gedeón y los Hijos de Israel ganaron la batalla esa noche porque obedecieron el plan de Dios. Gedeón supo que él siempre podía confiar en Dios.
Iniciamos una unidad denominada “Personas que Dios Usó”. Nos gustaría que su hijo se dé cuenta de que Dios tiene un sitio para cada uno de nosotros. Todos nosotros podemos ser usados de Él si nosotros estamos dispuestos.
Deje que su niño dibuje o se disfrace y actúe como las personas que tienen carreras que le gustaría tener algún día, como un cartero, dueño de una tienda, o un maestro. Háblele acerca de cómo Dios puede necesitar a alguien en ese campo; un cartero llega a conocer a muchas personas en un barrio y puede hablarles de Jesús; el propietario de una tienda puede mostrar el amor de Dios al tratar bien a sus empleados y ser justo con sus clientes; y una maestra o profesor puede ser un ejemplo para sus alumnos y orar por ellos. Luego explique que Dios quiere usar a todos en Su trabajo, pero tenemos que estar dispuestos a dejar que Él nos use.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 27:14 | LUNES: Salmo 31:24 | MARTES: Deuteronomio 31:6 | MIÉRCOLES: Salmo 27:3 | JUEVES: Salmo 118:6 | VIERNES: Isaías 12:2 | SÁBADO: Proverbios 3:5