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La Oración Correcta

Currículo
Primarios y Párvulos para Estudiantes
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LECTURA BÍBLICA: Lucas 18:9-14

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. — Santiago 4:6

Leví caminó hacia el Templo, su túnica producía un murmullo alrededor. Se acercaba el momento de la oración vespertina. Con certeza él no dejaría de estar allí. Leví tuvo el cuidado de ir a cada hora de oración. De hecho, fue cuidadoso en cumplir cada parte de la Ley. Después de todo, era un buen fariseo, se dijo a sí mismo con altanería. Su barbilla se elevó más. Seguramente nadie podría encontrar una palabra desfavorable que decir acerca de Leví.
Él miro hacia un lado y hacia el otro para ver quien notaba su llegada al Templo. Para su decepción, las únicas personas que estaban cerca eran el limosnero al lado de las escaleras y un publicano que también venía a orar.
“Déme dinero. Apiádese de mí”, Leví oyó el pedido del mendigo. Él frunció el ceño. Los limosneros eran tan repugnantes. Él apartó su túnica de manera de no rozara a ese hombre tan sucio. “Y los publicanos no son mucho mejores que limosneros”, pensó cuando pasó delante del otro hombre. Nadie los aprecia. Son simples recaudadores de impuestos deshonestos.
Detrás de Leví, Neri el publicano vino a las escaleras. A diferencia del fariseo, él agachaba la cabeza. Él se sentía tris-te cuando pensaba en su vida pecadora. ¿Podía él llegar ante Dios, pecador como era? Luego la voz del limosnero llegó a sus oídos. “Unas monedas, amable señor. Déme algo de dinero”.
Neri vaciló. Él iba a la casa de Dios a pedir perdón. ¿Podía rehusarse a darle a alguien más y esperar que Dios le diera a él? Metió la mano en su bolsita, extrajo varias monedas y las dejó caer antes el limosnero.
Dentro del Templo, Leví escogió un lugar donde todo el mundo le viera. Elevando sus manos, empezó su oración cuidadosamente preparada. Habló en voz alta y le recordó a Dios sobre todo el bien que él había hecho. Al entornar los ojos notó que el publicano también había entrado y Leví agradeció a Dios que él no era como esa persona. Cuando tuvo la seguridad de que los que estaban a su alrededor le habían visto, Leví bajó sus manos y salió lentamente del Templo.
La oración de Neri fue diferente. Encontró un lugar donde pocos le notarían. Se arrodilló y alzó la voz a Dios. “Dios, sé propicio a mí, pecador!” Él lamentó todo lo malo que había hecho. “Perdóneme”. Neri no notó cuando el fariseo salió. Él pensaba sólo en Dios.
Repentinamente una gran paz llegó a su corazón. En un instante se fue la tristeza. Se sintió nuevo y puro. ¿Podría ser que Dios había escuchado su oración? ¡Sí, sí! Eso debe ser ese gran gozo que sentía. Humildemente de nuevo inclinó su cabeza. “Oh, Dios del Cielo, ¡Te agradezco!”
Dos hombres fueron al Temple ese día. Dos hombres salieron. ¿De quién fue la oración que Dios oyó?

EL RINCÓN DE LOS PADRES

Nuestra lección sobre la oración enfocará la atención en tener la actitud correcta cuando oremos a Dios. Estudiando la lección del fariseo y el publicano, su hijo se dará cuenta de que estos dos hombres se acercaron a Dios en las formas muy diferentes. El fariseo con el espíritu orgulloso no recibió la respuesta que él quiso para su oración, pero el publicano humilde sí recibió respuesta.
Para ayudar a su hijo a entender la diferencia entre una actitud humilde y una actitud orgullosa, ayúdele a hacer dos títeres sencillos de vara. Pídale que trace dos veces alrededor de una taza para la elaboración de dos círculos en un hoja de papel blanco, y dibuje los rasgos en estos círculos haciendo en uno una cara orgullosa y en el otro una cara humilde. Luego puede recortar los círculos y puede pegar con cinta cada uno de ellos en una vara.
Use estos títeres para ilustrar el comportamiento orgulloso y el comportamiento humilde. Tenga preparadas algunas situaciones que él podría usar para dramatizar estas dos diferentes actitudes.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN

DEVOCIONES FAMILIARES

Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Santiago 4:6 | LUNES: Salmo 10:17 | MARTES: 2 Crónicas 7:14 | MIÉRCOLES: Isaías 57:15 | JUEVES: Mateo 18:4 | VIERNES: Mateo 23:12 | SÁBADO: Salmo 25:18