VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: (El Padrenuestro) — Mateo 6:9-13
“Mamá, ¿qué deletrea esto?”, preguntó Elsa, mirando hacia arriba de su lección de la escuela dominical. “E-J-E-M-P-L-O”.
Su madre contestó, mientras continuó doblando la ropa, “Eso deletrea ‘ejemplo’. ¿Sabes qué es un ejemplo?”
Elsa contestó atentamente. “¿Eso no es cuando tú le muestras a alguien cómo hacer algo?”
“Eso es. Dime algunas cosas que hayas aprendido con un ejemplo, Elsa”.
Elsa pensó por un momento. “Veamos. Pues bien, tú me mostraste cómo tender una cama porque yo no supe cómo poner correctamente el cubrecama”. Ella pensó un poquito más. “¡Ya sé! Papá me mostró cómo disparar con arco y fl echa”.
Su madre sonrió. “¡Bien! Ahora, ¿qué tiene que ver la palabra ejemplo con tu lección de la escuela dominical?”
Elsa miró hacia abajo en la hoja de historia delante de ella. “Nuestra lección para el siguiente domingo es sobre el Padrenuestro. Dice que Jesús nos dio esta oración para poner un ejemplo. Supongo que debe querer decir que nos enseñó cómo orar con esta oración”.
“Eso es totalmente correcto, Elsa”, su madre estuvo de acuerdo. “Piensa algo más acerca de cómo aprendiste a hacer tu cama y de cómo disparar con arco y flecha. ¿Piensas que te podía haber enseñado cómo tender una cama simplemente con decírtelo? ¿Papá te pudo explicar cómo sujetar el arco y acomodar la flecha en la cuerda sin demostrártelo?”
Elsa sonrió y dijo, “Creo que no lo habría aprendido bien”.
“Jesús podía haber sólo dicho a Sus discípulos que deberían orar. Él les podía haber dicho a ellos que inclinaran sus cabezas. O Él podía haber dicho que deberían cerrar sus ojos cuando oraran. Pero luego, ¿sabrían cómo orar?”
Elsa negó con la cabeza. “No realmente, porque todavía no habrían sabido qué decir. Jesús les enseñó cómo orar cuando Él oró el Padrenuestro”.
Su madre terminó de doblar la ropa y la colocó en la canasta. “Así mismo. Él les dio un ejemplo. Y fue uno muy bueno, Elsa. Si tú estudias esa oración cuidadosamente, entonces verás que menciona todo lo que necesitamos cada día. Jesús no dejó nada por fuera”.
“¿De verdad?”, preguntó Elsa, “He sabido el Padrenuestro por mucho tiempo, pero nunca pensé en eso”.
“Tengo una idea”, dijo su madre. “¿Por qué no haces una lista de todas las cosas que necesitas cada día? Luego ve si puedes encontrar en alguna parte de la oración dónde esa necesidad se mencione”.
“¡Eso parece como una diversión!”, dijo Elsa. “¡Voy a hacerlo ahora mismo!”
Empezamos una unidad sobre la oración. Su hijo se aprenderá que la oración es un vínculo vital con Jesús, y es una necesidad si él va a crecer como un Cristiano. Nuestra primera lección se basa sobre el Padrenuestro, el cuál Jesús dio a Sus discípulos como un ejemplo de cómo orar.
Converse con su hijo la gran cantidad de cosas que aprendemos por medio del ejemplo. Haga un proyecto que indique tantos casos como sea posible durante la semana. Pegue una lista en algún lugar visible, y añada cosas cada vez que recuerde alguna. Algunas posibilidades para que comience: Cómo tender una cama, cómo hacer chocolate caliente, cómo atar un zapato.
Si su hijo no ha aprendido el Padrenuestro ya, entonces éste es un buen momento para comenzar a ayudarle a aprenderlo de memoria. Divídalo en secciones, y ayúdele a estudiar una parte cada día. Él debería comprender que si Jesús nos dio esta oración como un ejemplo para enseñarnos cómo orar, entonces debe ser de suma importancia aprenderla.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Mateo 6:9-13 | LUNES: 1 Crónicas 16:10-11 | MARTES: Filipenses 4:6 | MIÉRCOLES: Hebreos 4:16 | JUEVES: Mateo 7:11 | VIERNES: Lucas 11:4 | SÁBADO: 2 Pedro 2:9