VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Dad a Jehová la gloria debida a su nombre. — Salmo 29:2
Era el domingo por la mañana. Carmen se puso su mejor traje. Peinó su pelo cuidadosamente, poniéndole una cinta azul de satén que hacía juego con su vestido.
“¿Estás lista?”, preguntó su mamá desde el frente de la galería. “Es tiempo de irnos”.
“Sólo un minuto, mamá”, Carmen respondió, “quiero decirle adiós a Teo y luego saldré”.
Carmen encontró a su hermano mayor sentado en la sala leyendo el periódico. Todavía tenía puesto sus pijamas y bata, y estaba leyendo la página de los deportes. Mientras Carmen entraba, él dejó caer el periódico en sus piernas.
“Buenos días, Carmen”, él sonrió. “Luces tan bonita hoy”.
“Gracias, Teo”. Carmen devolvió la sonrisa. “Desearía que vinieras con nosotros a la escuela dominical y a la iglesia. Solías ir con nosotros todo el tiempo antes de que te fueras a la universidad”.
“No, vayan ustedes. Me voy a quedar en la casa”, respondió Teo.
“Por favor, Teo . . . ”, empezó Car-men.
“No Carmen”, Teo interrumpió. “Ve por tu camino que yo iré por el mío”. Luego empezó a leer el periódico de nuevo.
“¿Por cuál camino irás?”, su pequeña hermana preguntó. “Hoy es domingo, el día que Dios apartó para que lo adoremos”.
Teo gruñó, pero no respondió. Carmen salió después de despedirle de Teo, pero la pregunta que ella había hecho se quedó con él. “¿Por cuál camino estoy yendo?”, Teo se preguntó a sí mismo.
Hacía mucho tiempo desde que Teo había pensado acerca de obedecer los Mandamientos de Dios. Él había permitido que otras cosas, tales como las fiestas, los amigos y pasar un buen mo-mento, tomaran el primer lugar en su vida. Él había dejado de hacer las cosas que agradaban y honraban a Dios. Mientras pensaba acerca del camino en que él estaba yendo, se dio cuenta que era el camino equivocado.
“Mi hermanita está muy adelante de mí”, él pensó. “Aun cuando soy doce años mayor que Carmen, ella está haciendo lo correcto y yo no lo estoy haciendo. Debo estar yendo a la iglesia con ella y viviendo en la forma que Dios dice que debemos vivir”.
Teo inclinó su cabeza y oró, “Querido Dios, estoy cansado de ir por mi propio camino. Por favor ayúdame a ir por Tu camino”.
Los Diez Mandamientos son las instrucciones que Dios le dio a Su pueblo de cómo vivir en la forma que a Él le agradara. Nuestra primera lección en esta unidad se tratará sobre cómo honramos a Dios, enfocando sobre el hecho de que Dios desea ser primero en nuestras vidas.
Para enfatizar este hecho a su hijo, ayúdelo a construir un libro llamado “Dios Es Primero”. Dibuje un número 1 grande sobre un pedazo de cartulina, recórtelo, y use este como una estampa. Permita que su hijo use esta estampa como una guía para recortar imágenes de otras cosas que son im-portantes en nuestras vidas—manteniendo en mente que nada es más importante que Dios. Permita que busque imágenes en revistas viejas.
Cuando las imágenes hayan sido cortados en la misma forma del numero 1, júntelas en un libro. Haga una tapa de papel liso y ayude a su hijo a escribir el título, “Dios Es Primero”, en la parte superior. Haga un hoyo en el borde superior de cada página y amárrela con una hebra de hilo.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 29:2 | LUNES: Deuteronomio 6:5 | MARTES: Deuteronomio 5:7 | MIÉRCOLES: Deuteronomio 5:11| JUEVES: Éxodo 20:8 | VIERNES: 1 Juan 2:5 | SÁBADO: Lucas 11:28
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