VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. — Santiago 4:11
“Mmmmmm”, fue el único sonido que Violeta pudo hacer cuando ella entró a la casa después de la escuela.
“¿Que pasa contigo?”, preguntó su madre mientras ella entraba hacia la cocina. Luego ella vio que la boca de Violeta estaba cubierta con un pedazo de cinta. “Supongo que tienes una buena razón para tener la cinta sobre la boca”, dijo su madre. “Pero necesitarás quitártela para comer tu merienda”.
Violeta cuidadosamente quitó la cinta y preguntó, “¿No me vas a preguntar por qué la cinta estaba sobre la boca, mamá?”
“Muy bien, Violeta. ¿Por qué la cinta es-taba sobre la boca?”, preguntó su madre.
Violeta se sentó a la mesa y dijo, “Bueno, Pedro José realmente estaba muy mal en la escuela hoy. Si alguien decía hola, él les respondía cosas malas. Y él dijo algunas mentiras acerca de Juliana y casi la metió en problemas. Finalmente, la maestra lo envió a la oficina del director. No sé por qué él actuara así”.
Cuando Violeta terminó de hablar acerca de Pedro, su madre dijo, “Bueno, eso todavía no explica por qué tenías la cinta sobre la boca”.
Violeta parecía turbada y dijo, “Pedro se estaba portando tan mal, mamá, que deseaba sencillamente gritarle y decirle que parara. Pero sabía que eso no era lo que Jesús quería que yo hiciera. Fue difícil mantenerme callada, de manera que tomé un pedazo de cinta y la puse sobre la boca”.
Su madre se rió y dijo, “Violeta, eres tan divertida. Supongo que una cinta sobre la boca podría hacer que una persona se detenga y piense antes de decir cualquier cosa. Pero Dios nos dio una mejor mane-ra de recordar cuáles palabras debemos decir. La primera de todas, Dios nos dice que debemos amarle con todo nuestros corazones. Si hacemos eso estaremos en la capacidad de obedecer todo lo demás que está en Su Palabra”.
“La Biblia dice que no debemos decir mentiras, mamá. Pero, ¿qué más dice acerca de las palabrotas?”, preguntó Violeta.
“Nos dice que no debemos usar el nombre de Dios en una forma mala o necia. Siempre debemos darle honra especial al Nombre de Dios”, respondió su madre. “La Biblia también nos dice que no debemos decir cosas perversas o malas sobre otras personas”.
“Estoy muy triste de que Pedro tuviera un día tan terrible. Oraremos por él”, continuó su madre. “Pero necesitaremos pedir a Jesús que nos impida decir cosas malas también. El diablo trata de hacer que las personas, especialmente las personas que amen a Jesús, digan cosas desagradables. Él desea que murmuremos, que digamos mentiras y que digamos cosas malas. Pero Jesús nos ama y Él nos ayudará a decir cosas buenas”.
“Hay un versículo de la Biblia que dice, ‘Bendeciré a Jehová en todo tiempo’. Es difícil decir cosas malas en voz alta si estamos diciendo cosas buenas de Jesús en nuestros corazones”.
Dios nos da instrucciones específicas en Su Palabra respecto a cómo debemos hablar. Ese importante tópico es lo que estaremos enseñando a su hijo en esta lección. Esta semana, explique a su hijo que los sabores dulce, agrio y amargo pueden ser distinguidos por el sabor que brote sobre nuestras lenguas. La lengua no sólo está en la capacidad de saborear, sino también es un órgano movible capaz de ayudarnos a hablar.
Compare las palabras buenas y bondadosas al sabor dulce sobre nuestras lenguas. Compare las palabras poco amables al sabor agrio o amargo. Sobre una hoja de papel permita que su hijo dibuje dos rostros—uno con una sonrisa, el otro un rostro como si algo que probó sabe mal. Debajo de cada rostro, haga una lista de palabras las cuales son ilustradas por la expresión en el rostro.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Santiago 4:11 | LUNES: Proverbios 16:24 | MARTES: Levítico 19:12 | MIÉRCOLES: Proverbios 21:23 | JUEVES: Salmo 35:28 | VIERNES: Hebreos 13:15 | SÁBADO: Salmo 19:14