VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Le apareceré . . . en sueños hablaré con él. — Números 12:6
“¡Oh, Padre!”, José exclamó. “¡Nunca he visto una túnica como esta! ¡Qué hermosa!” Mientras José tomaba la túnica en sus manos, los distintos colores se encendían a los rayos del sol.
Jacob le sonrió a su hijo. “José, eres muy especial para mí; me has dado mucha alegría en mi vejez. Esta túnica es un regalo para ti. Quiero que sepas cuanto te amo”.
José tenía diez hermanos, quienes no estaban felices cuando vieron la túnica. Ellos ya pensaban que su padre amaba a José más que los otros, y este regalo especial los convenció. Se enojaron mucho. Después de eso ni siquiera le hablaban amablemente a José.
Pronto después de recibir la hermosa túnica, José tuvo un sueño. Este sueño era de Dios.
Cuando José despertó fue a sus hermanos y les dijo acerca del sueño. “He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío”.
¡Oh, esto hizo que sus hermanos se enojaran! Le dijeran, “¿Crees que vamos a arrodillarnos a ti?” Le aborrecieron aun más por el sueño que les había contado.
Poco después José tuvo otro sueño. Este también era de parte de Dios.
Cuando él despertó, fue de nuevo a sus hermanos y a su padre. Les contó diciendo, “He aquí que he soñado que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban a mí”.
A Jacob no le gustó lo que José les había contado. Le preguntó, “¿Qué clase de sueño es este? ¿Crees que tu madre, tus hermanos y yo debemos inclinar-nos a ti?” Pero aunque él no entendía el sueño de José, Jacob se mantenía pensando en eso. Él sabía que debía haber una razón para que Dios le enviara los sueños.
Este segundo sueño hizo que los hermanos de José estuvieran aun más enojados. Tenían celos de su hermano más joven. Ellos no sabían que algún día no odiarían más a José. Algún día ellos le amarían y estarían muy agradecidos de él.
José sólo tenía diecisiete años de edad cuando Dios le dio estos sueños. Pero Dios quería preparar a José para el plan especial que tenía para su vida. El plan de Dios para José era muy real. Y un día sus sueños llegarían a ser realidad.
Esta lección inicia la unidad de la historia de la vida de José. Se trate de los sueños de José y la túnica especial que su padre hizo para él.
Los niños son fascinados por los sueños. Dibuje en papel algunas formas de globos de conversación. En dos de los globos, dibuje los sueños de José – los manojos inclinándose hacia su manojo y el sol, la luna y las estrellas inclinándose hacia José. En los restantes globos de conversación deje que su hijo ilustre uno o dos de sus propios sueños. Usted puede querer explicar a su hijo que no todos los sueños tienen significados particulares. Los sueños de José eran especiales, enviados por Dios, y le daban a conocer lo que pasaría en el futuro.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Números 12:6 | LUNES: Génesis 37:5 | MARTES: Deuteronomio 4:35 | MIÉRCOLES: Daniel 2:22 | JUEVES: Jeremías 23:28 | VIERNES: Deuteronomio 29:29 | SÁBADO: Amos 3:7
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