VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: No temas, porque yo estoy contigo. — Isaías 43:5
No todo el mundo estaba feliz de ver las pirámides de Egipto cuando aparecían a la vista. José ahora estaba lejos de casa. Él sabía que cuando llegaran al mercado en Egipto lo venderían como esclavo. La tristeza llenó su corazón cuando pensaba en lo que sus hermanos le habían hecho. ¡Oh, cuanto debieron haberlo odiado para vender a su propio hermano como un esclavo! Él deseaba saber cómo se sentía su padre Jacob. Él había amado a José como su hijo favorito. ¿Qué cuento le habían contado sus hermanos a su padre? ¡Seguramente no el verdadero!
Cuando finalmente llegaron a la tierra de Egipto, José fue vendido como esclavo. El nombre del hombre que lo compró era Potifar. Potifar era un hombre muy importante. Era el capitán de la guardia del rey de Egipto. Había mucho trabajo que hacer y Potifar necesitaba a una persona que le ayudara.
José era un gran ayudante para Potifar; era fiel y honesto. Todo lo que él hacía salía bien. Potifar quería mucho a José. Podía ver que Dios bendijo a José, de modo que él le hizo el mayordomo de su casa. Potifar estaba muy feliz de haber comprado a José.
Luego los problemas empezaron. Un día la esposa de Potifar se disgustó con José. Dijo ciertas mentiras de él a Potifar para poner a José en problemas. Potifar creyó la historia de su esposa, y se enojó mucho con José. Él olvidó todo acerca de que José era una buena persona. En lugar de escucharle, ¡ordenó que José fuera puesto en la cárcel!
José probablemente se preguntó por qué esto le había pasado. Pero él sabía que Dios le cuidaría. Él no había hecho nada malo. Había sido un servidor fiel y Potifar debía haberle creído. Pero aunque estaba en la cárcel no llegó a ser malo y rencoroso. Y aunque había sido maltratado él aún hacía lo que sabía era correcto. José sabía que Dios le amaba y que siempre estaría con él.
Mientras estuvo en la cárcel, José fue bueno y útil. El jefe de la cárcel quería a José y ¡lo puso a cargo de los otros presos! Ellos hacían todo lo que José les decía. Y todo lo que hacían salía bien. Todo esto ocurrió porque Dios estaba con José.
Potifar y su esposa habían intentado de castigar a José por algo que él no hizo. Algunas veces José debe haber deseado saber qué le acontecería. Pero José sabía que Dios todavía le amaba. Él sabía que el plan de Dios estaba aún funcionando. Dios no le había olvidado. Un día José estaría libre de nuevo.
En esta lección, encontramos a José trabajando en la casa de Potifar en Egipto. La esposa de Potifar mintió sobre José y causó que fuera puesto en la cárcel. El punto importante para enfatizar con su hijo es que Dios siempre estaba con José, aun en todos estos problemas.
Lo que queremos que su hijo comprenda es que Dios nos ama también, y siempre nos cuida si confiamos en Él. Para reforzar este concepto, doble una hoja de papel y recorte un corazón del mismo, dejando intacto parte del pliegue. Cuando esté doblado se ve un corazón, pero al desdoblarlo se ve dos corazones conectados en el medio.
Permita que su hijo escriba su propio nombre en la parte delantera del corazón. Por adentro, ayúdele a pegar una imagen o etiqueta de Jesús. Debajo, puede escribir, “Jesús Está Siempre Conmigo”.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Isaías 43:5 | LUNES: Salmo 91:15 | MARTES: Isaías 41:13 | MIÉRCOLES: Santiago 1:12 | JUEVES: Salmo 57:3 | VIERNES: Salmo 89:24 | SÁBADO: Mateo 5:11