VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. — Juan 21:16
Varios de los discípulos de Jesús se encontraban en el Mar de Tiberias.
“Voy a pescar”, dijo Pedro.
“Vamos contigo”, dijeron sus amigos. Pedro, Santiago, Tomás, Natanael, Juan y otros dos, se fueron a una barca y la empujaron hacia el mar desde la orilla. Pescaron toda la noche.
Mientras amanecía, los discípulos estaban muy desanimados ya que no había nada en sus redes, ¡ni siquiera un pez! De repente escucharon una voz que los llamaba desde la playa. “¿Han pescado algo?”
Le respondieron, “No”. No sabían que era Jesús quien les hablaba.
Les dijo, “Pongan su red en el lado derecho de la barca y pescarán algo”.
Empujaron la red hacia el lado derecho de la barca y la pusieron en el agua. Inmediatamente, la red estaba llena de peces, ¡tantos que no podían subir la red a la barca!
Juan dijo, “¡Es el Señor!” Ahora sabían que ¡era Jesús quien estaba en la orilla!
Pedro estaba tan emocionado que se puso el abrigo y saltó al mar y nadó tan rápido como pudo a la orilla. ¡Quería ver a Jesús!
Los otros discípulos lo siguieron en la barca, llevando la red llena de pescados.
Tan pronto como alcanzaron la orilla vieron que Jesús había hecho una hoguera. También había preparado el desayuno con pescado y pan para ellos.
Pedro los ayudó a sacar la red hasta la orilla. Cuando contaron los pescados se dieron cuenta de que ¡habían 153 en la red!
Realmente Jesús los había bendecido, pero Él quería que ellos hicieran algo más que pescar peces en sus vidas. Le preguntó a Pedro, “¿Me amas más que éstos?”
Por supuesto Pedro dijo que amaba a Jesús. Entonces Jesús dijo, “Apacienta mis corderos”. Jesús le preguntó dos veces más si lo amaba. Cada vez, Pedro le decía a Jesús que sí lo amaba. ¿Qué más quería Jesús?
Pedro dijo, “Jesús, lo sabes todo. Sabes que Te amo”.
Jesús dijo de nuevo como ya lo había dicho antes, “Apacienta mis ovejas”.
Después Pedro comprendió que debía renunciar a su trabajo normal como pescador. Tenía que contarles a las personas sobre Jesús.
Pedro no volvió a pescar en el mar. Trabajaría para Jesús y sería un pescador de hombres.
Esta lección enseña a su hijo que puede alabar a Jesús por sirviéndole. Mientras su hijo aprende cómo Dios llamó a Pedro para que llevara a otros el mensaje del Evangelio, se dará cuenta de que hay cosas que él puede hacer para Dios también.
Para reforzar el pensamiento de que Dios nos llama para trabajar por Él, invite a alguien que conozca que esté en servicio Cristiano a tiempo completo—un pastor, misionero o un trabajador con jóvenes—a compartir la cena o el postre con su familia y decirles cómo Dios lo llamó para que realizara el servicio Cristiano. O puede que desee invitar a alguien que hace un buen trabajo de servicio al Señor mientras también tiene un empleo normal.
Anime a su hijo a hacer preguntas sobre cómo esta persona se involucró en el trabajo del Señor. Haga planes sobre pasar un tiempo juntos para hacer discusiones en familia en las cuales pueda hablar sobre los puntos mencionados.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Juan 21:16 | LUNES: Colosenses 1:10 | MARTES: Proverbios 11:30 | MIÉRCOLES: Daniel 12:3 | JUEVES: Tito 2:7 | VIERNES: 1 Corintios 15:58 | SÁBADO: Mateo 5:16