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Un Día para Recordar

Currículo
Primarios y Párvulos para Estudiantes
20

LECTURA BÍBLICA: Mateo 28:1-8

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. — Mateo 28:6

Cuando María Magdalena y su amiga, cuyo nombre también era María, comenzaron a bajar por el camino esa mañana, estaban tristes. No sabían que este se convertiría en un maravilloso día que nunca olvidarían.
Justo tres días antes, habían estado con los amigos de Jesús cuando lo acostaban en una tumba prestada. Sufrió una muerte terrible en la Cruz. Jesús era bueno, pero una multitud furiosa que estaba a lado de la Cruz ese día no pensaba lo mismo. Y ahora Jesús estaba muerto.
María Magdalena y María iban hacia la tumba para colocar especias dulces sobre el cuerpo de Jesús. Estaban felices ya que al menos podían hacer una cosa más por Él.
Cuando empezaban su camino, estaban preocupadas por cómo iban a mover la gran piedra para abrir la tumba. Quizás los soldados que guardaban la tumba las ayudarían.
De repente ¡hubo un terremoto! Las dos amigas corrieron hacia la tumba para ver lo que había ocurrido. Cuando llegaron vieron que la piedra había sido movida de la entrada. Un ángel estaba sentado en la parte superior de la piedra. Los soldados que habían estado guardando la tumba, tenían miedo y ¡se desmayaron!
¡Qué vista! ¿Qué estaba pasando? Las mujeres no sabían qué pensar. El ángel los miró y les dijo que no temieran. Les dijo, “Jesús no está aquí. Está vivo, ¡tal como dijo que lo iba a estar! Vengan aquí y vean el lugar donde el Señor descansó”.
Las mujeres miraron dentro de la tumba y el ángel dijo, “Vayan rápido y cuéntenles a Sus discípulos que Jesús está vivo. Lo verán pronto”.
Ambas Marías estaban emocionadas. Sus corazones se llenaron de gozo. Corrieron lo más rápido que pudieron. Querían contar a Sus discípulos las buenas noticias. ¡Jesús estaba vivo!
Jesús aún vive. Ama a todos y quiere que todos mostremos nuestro amor por Él. Hace muchos años, los amigos de Jesús cantaban canciones de gozo y lo adoraban y alababan. Todavía estas son buenas formas para mostrarle a Jesús que lo amamos. ¿Te acordarás de alabar a Jesús por lo que ha hecho por ti?

EL RINCÓN DE LOS PADRES

Invite a dos o tres amigos de su hijo a un juego de búsqueda de Pascua en algún momento durante esta semana. Para prepararse, haga una lista de artículos para el hogar (o cosas que se encuentran en la naturaleza), que podrían ser utilizados para simbolizar diferentes eventos de la historia de la Semana Santa. Por ejemplo, un pedazo de pan o una taza pueden representar la última cena.
Comience el juego leyendo la historia de la Semana Santa a los niños. A continuación, pídales que busquen los elementos en la lista y que se los presente a usted. Cuando todos los elementos han sido encontrados, discutir la parte de la historia de la Semana Santa que cada uno de ellos representa.
Algunos de los elementos que pueden ser utilizados son los siguientes: una toalla para representar a Jesús lavando los pies a los discípulos; tres monedas simbolizando la traición de Judas; una flor para el Huerto de Getsemaní; una cuerda o una espina para mostrar el arresto y juicio de Jesús; un clavo y un trozo de tela para representar la crucifixión; una roca para simbolizar la piedra que fue removida cuando Jesús resucito. El último elemento de la lista debe ser un con-tenedor vacío, en representación de la tumba vacía. Mientras lo abre, lea el verso de la memoria de esta semana: “No está aquí, pues ha resucitado, como dijo” Mateo 28:6.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN

DEVOCIONES FAMILIARES

Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Mateo 28:6 | LUNES: Salmo 100:4 | MARTES: Salmo 50:23 | MIÉRCOLES: Salmo 95:1 | JUEVES: 1 Crónicas 16:29 | VIERNES: Salmo 35:28 | SÁBADO: Colosenses 3:16