VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Confía en Jehová, y haz el bien. — Salmo 37:3
Un día Dios observó desde el Cielo y vio a un hombre llamado Abram, cuyo nombre luego fue cambiado a Abraham. Él vivía en una carpa en la tierra de Ur. La mayor parte de las personas que vivieron en ese país les oraban a ídolos. No amaban a Dios. Pero Abraham amaba a Dios. Él le oraba a Dios y trató de hacer la voluntad de Dios.
Dios pudo ver que Abraham le amaba, aunque a su alrededor vivían personas que cometían pecados. A causa de que Abraham fue fiel, Dios lo escogió para que fuera parte de un plan muy importante. Dios iba a enviar a Jesús a esta tierra a fin de que las personas pudieran ser salvadas de sus pecados. Él deseaba que Jesús naciera en una familia especial. Abraham fue escogido para ser el padre de esta familia especial porque él creyó y confió en Dios. Él haría cualquier cosa que Dios le dijera.
“Toma tu familia y sal de este lugar”, le dijo Dios a Abraham. “Ve a una tierra lejana que te mostraré. Y haré de ti una nación grande y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”.
Abraham le obedeció a Dios. Él reunió a toda su familia. Le ayudaron a reunir sus ovejas y su ganado. Le ayudaron a recoger su carpa y todo lo demás que poseía. Luego toda su familia se puso en marcha en un largo viaje.
Por fi n llegaron a la tierra de Canaán. Era una tierra bella. Habían campos maravillosos donde las ovejas y el ganado podía comer. Dios le habló a Abraham otra vez. Él le dijo que le daría todo esa tierra a Abraham, y a sus hijos y a los hijos de sus hijos.
Abraham y su esposa no tenían hijos. Pero Dios ahora les prometió que tendrían un hijo. Dios les dijo que nombrarán a su hijo Isaac. Dios también le dijo a Abraham que tendría muchos, muchos nietos, y bisnietos y que serían tantos que no podrán ser contados.
Ahora, Abraham amaba más que nunca a Dios. Construyó un altar y le hizo una ofrenda a Dios. Le agradeció a Dios que confiara en él para ser parte de Su plan maravilloso.
Todas las promesas que Dios le dio a Abraham ¡se hicieron realidad! La familia especial que Dios le había prometido, más tarde llegó a conocerse como la nación Judía. Y en la primera noche de la Navidad, Jesús nació en esa familia.
Dios tiene un plan para cada uno de nosotros también. Pero, al igual que Abraham, debemos obedecerle a Dios. Si hacemos esto, entonces Dios sabrá que le amamos y que confiamos en Él. Me pregunto, ¿qué plan especial tiene Dios para ti?
Esta lección se trata de Abraham y cómo él confió en Dios y obedeció Sus órdenes. Por esto, Dios lo hizo el padre de Su pueblo escogido y le prometió que sus descendientes serían innumerables como la arena del mar. Mire un puñado de arena con su hijo. ¿Puede contar él todos los granos? (Si usted no tiene acceso a arena, use una taza de azúcar en su lugar.)
Para recibir estas promesas, Abraham tuvo que obedecer a Dios. Como una actividad con su hijo esta semana, dígale que tiene un regalo especial para él, pero está en un lugar secreto y él tendrá que seguir sus instrucciones para llegar allí. Véndele los ojos y guíelo a la ubicación secreta sólo con comandos de voz. Él tendrá que escuchar atentamente y obedecer para evitar los obstáculos y llegar con seguridad al lugar correcto. Cuando él llegue allí, dele el regalo y háblele de las bendiciones que Dios le prometió a Abraham si él obedecía y seguía a Dios a un nuevo país.
Recuérdele a su hijo que así como Dios le prometió bendiciones a Abraham, Dios tiene muchas cosas especiales en vista para nosotros también, pero tenemos que confiar y obedecerle a Él para recibirlos.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Proverbios 29:25 | LUNES: Salmo 40:4 | MARTES: Proverbios 14:26 | MIÉRCOLES: Nahum 1:7 | JUEVES: Hebreos 11:7 | VIERNES: 2 Crónicas 16:9 | SÁBADO: Salmo 46:1-3