TEXTO: Josué 6:1-20
ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Jueces 7:1-25; Salmo 3:1-8
OBJETIVO
Para enfrentar a aquellos que se oponen a nosotros en la fe, los estudiantes podrán explicar que la batalla no es nuestra sino del Señor, y él nos dará la victoria si nuestra confianza está en Él.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. — Hebreos 13:6
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. — 2 Crónicas 20:15
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
Jericó fue tomada con la ayuda directa de Dios para inspirar a los Israelitas con confianza. Dirigidos por el Arca de Dios, con los sacerdotes tocando trompetas, rodearon la ciudad por siete días. Sin duda, suspensos en el aire estaban los angeles invisibles del Señor (Josué 5:14), esperando la hora señalada. El séptimo día, al sonido de las trompetas, los muros cayeron.
El suplemento arqueológico de la Biblia Thompson indica que Jericó tenía los muros mellizos. Los muros estaban cinco metros separados, y el muro exterior tenía dos metros de grueso y el muro interior 4 metros. Los dos tenían diez metros de altura, hechos con ladrillos secados al sol que tenían cuatrocientos milímetros de grueso y de cien a doscientos milímetros de largo. Eran puestos con una mezcla de mortero y unidos entre si por casas construidas a todo el largo encima del muro tal cómo la casa de Rahab. El muro exterior cayó hacia afuera y bajó el flanco de la colina arrastrando el muro interior y las casas construidas encima.
INTRODUCCIÓN
A la hora de tomar Jericó, los hijos de Israel habían aprendido una lección dura. Por cuarenta años habían deambulado en el desierto porque habían desobedecido a Dios. Él les dijo que pelearía por ellos si le obedecían y confiaban en él. Mientras marchaban alrededor de Jericó, le obedecieron a Dios. ¡El método era no ortodoxo, pero Dios les dio la victoria! El pueblo dio un gran grito, y los muros cayeron al suelo.
PREGUNTA/RESPUESTAS
- ¿Por qué los habitantes de Jericó estaban tan aterrados de los Israelitas, que no salían de su ciudad para pelear contra ellos? Lea Josué 2:9-11
Rahab dijo que ellos sabían que el Dios de Israel era Dios de los cielos y la tierra y que Él le había dado a su pueblo la tierra, y ellos fueron fructuosos por causa de su gente. Este es un momento apropiado para señalar que estamos sirviendo al mismo Dios hoy día tal cómo en los días de la antigüedad, cuando le obedecemos “nuestro Dios peleará por nosotros” (Nehemias 4:20).
- Después de la derrota de Jericó, el capítulo 7 de Josué indica que los hijos de Israel fueron derrotados debían tomar botín de Jericó, pero Acán desobedeció el mandato de Dios, y todo el pueblo sufrió por esto. ¿Qué principio entendemos con relación al ser librados de nuestros enemigos?
Los estudiantes deben concluir que si desobedecen a Dios, él no peleará por ellos. Y serán vencidos. Además aprenderán que los demas son afectados por sus acciones. Este fundamento es tan válido ahora cómo lo fue en los tiempos de Jericó.
- En varias ocasiones en el Antiguo Testamento, Dios usó las fuerzas de la naturaleza para pelear en contra de los enemigos de Israel. Lea las siguientes Escrituras y describa qué medio usó Dios en cada ocasión.
Josué 10:11
Josué 10:12-14
Josué 24:12
1 Samuel 14:15-16
Josué 10:11 — Piedras de granizo
Josué 10:12-14 — El sol y la luna se detuvieron
Josué 24:12 — Tábanos, [Avispón]
1 Samuel 14:15-16 — Temblor de tierra
Mientras los estudiantes responden a cada uno de estos versos usted querrá hablar de que aunque no vemos a Dios usar estos métodos específicos para librarnos de nuestros enemigos, Él aún libra a los suyos.
- No es probable que enfrentemos las batallas literales cómo Josué y los personajes Bíblicos lo hicieron. ¿Qué tipo de enemigos propios enfrentamos hoy en día?
Un análisis con su clase debe ilustrar que nuestros enemigos pueden se aquellos quienes nos ridiculizan, quienes nos condenan, quienes rechazan nuestra creencia, y quienes buscan continuamente entorpecer nuestro avance espiritual.
- No esperamos que el Señor les quite la vida a aquellos que se oponen a nosotros, pero, ¿qué clase de ayuda y victoria podemos esperar que el Señor provea?
En ocasiones puede ser que se vea una retribución directa. Sin embargo, cuando esto no ocurre tenemos la victoria en el conocimiento de seguridad interna que Dios está con nosotros. Los estudiantes tal vez vean que posiblemente el intento de persecución o desaconsejo sea retractado. Tal vez usted quiera señalar que a veces el antagonismo personal en contra de nosotros es causado por convicción. Si este es el caso, tal vez vemos un comportamiento aun peor, pero al final puede resultar en salvación para aquel que se opuso a nosotros. Eso será victoria realmente.
- ¿Qué espera Dios de nosotros después de liberarnos de nuestros enemigos? ¿Qué beneficio recibimos al hacer esto? Lea Salmo 107:1-2 y Apocalipsis 12:10-11.
Los estudiantes deben saber que es importante que nosotros testifiquemos después que somos salvos; y que por la sangre del Cordero y las palabras de nuestro testimonio venceremos. Un testimonio no sólo es una bendición para nosotros, pero Dios puede usarlo cómo medio de animación o bendición a otros.
- Una de las claves para recibir la victoria, es alabanza. Pablo y Silas son ejemplos notables de esto (Hechos 16:25). ¿Cómo podemos alabar a Dios cuando estamos enfrentando a un enemigo? ¿Por qué aumenta nuestra fe esto de creer en la victoria sobre el enemigo?
Los estudiantes deben reconocer la necesidad de alabar a Dios aun en momentos difíciles. Es un mandato de Dios. “Dad gracias en todo” (1 Tesalonicenses 5:18). Eso significa que debemos alabar a Dios aun cuando no vemos nada bueno en la situación. En respuesta a la segunda pregunta, los estudiantes deben ver que nuestra fe es aumentada cuando nos enfocamos en Dios todopoderoso, y reconocemos que nuestras circunstancias están en su control.
- Jesús les dijo a sus discípulos que les daba poder sobre todo el poder del enemigo (Lucas 10:19). Sin embargo, les dijo que no se regocijaran en esto. ¿En qué debían regocijarse? Lea Lucas 10:20.
Ellos debían regocijarse porque sus nombres estaban escritos en el libro de la vida del Cordero. Repase con sus estudiantes que los discípulos fueron testigos de las victorias gloriosas mientras los enfermos eran sanados y los demonios eran echados fuera, pero Jesús quería que recordaran que esto no se logró por el poder de ellos, sino por el poder que vino de arriba. Aunque se regocijaban en esto, lo más importante fue que sus nombres fueron escritos en el cielo. Haga un resumen de su lección, ayude a su clase a que aprecie en gran manera el tener sus nombres en el libro de la vida de Cordero. Luego pueden regocijarse en la promesa de liberación de todos sus enemigos.
PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS
- ¿Habrían ganado los Israelitas la victoria si no hubieran seguido las instrucciones del Señor? Explique.
- ¿Qué clase de victoria será nuestra, si tememos a Dios y seguimos sus mandamientos?
- En las escrituras de esta lección la batalla peleada fue un combate físico. ¿Es el combate físico todo lo que debe preocupar al cristiano? Explique.
- ¿Cuales son algunos de los enemigos de los Cristianos?
- ¿Cómo podriamos ser un estorbo cuando Dios pelea una batalla por nosotros?
- En la historia de la RESPUESTA, Dios ayudó a Pablo en una manera rara en el enfrentamiento con sus enemigos, ¿Podrá usted pensar en otros medios en que Dios podía librarlo de esta situación? ¿Por qué cree usted que a veces Dios escoge una forma de ayudar y a veces otras?
- ¿Qué relación tiene nuestra obediencia con recibir la victoria?
- Dios probablemente no destruirá a nuestros enemigos ¿Qué clase de victoria nos dará Él sobre ellos?
COSAS QUE HACER
Dibuje y corte un escudo de papel cartulina. Tráigalo a clase y pídales a los estudiantes que escriban sugerencias de cómo podemos encontrar la ayuda de Dios en contra de nuestros enemigos. Por ejemplo: oraciones, leyendo la Palabra de Dios, citando las Escrituras, y consultando a los ministros.
Lleve dos estandartes (uno rojo, otro blanco) a su clase. En el estandarte rojo escriba la palabra Victoria en un lado, y Dios en el otro lado. En el estandarte blanco use las palabras Derrota y Yo. Levante el estandarte que dice Dios. Explique que cuando confiamos en Dios completamente, Él peleará nuestras batallas (vire el estandarte) y de seguro obtendremos la Victoria. Luego muestre el estandarte que dice Yo. Explique que cuando tratamos de hacer las cosas a nuestra manera Dios no nos puede ayudar, y tendremos que subir la bandera blanca y rendirnos, (vire el estandarte) que significa Derrota. Pregunte cuál estandarte es mejor. Recuerdeles que a nadie le gusta perder, y el hecho de que nunca perdemos cuando Dios pelea nuestras batallas.
Permita que un adulto dé un testimonio de victoria a la clase.
Escriba algunas situaciones apropiadas para la edad a quien usted enseña. Permita que los estudiantes describan la victoria que se puede ganar en cada situación. Algunas posibilidades: Un compañero de clase se burla de usted porque no quiere hacer trampa en los exámenes, un pelionero trata de buscar pleito con usted porque usted asistes a la iglesia; una niña en su clase miente de usted.