VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. — Mateo 1:21
¡María difícilmente podía creer lo que sus ojos veían! Ella había pensado que estaba sola mientras trabajaba. Entonces, de repente, ¡había un ángel parado delante de ella! Él la saludó y empezó a darle su mensaje. Él le dijo a María que Dios estaba con ella y que era la más bendita entre todas las mujeres.
María no comprendía lo que esto significaba. Ella sabía que Dios siempre estaba con ella, pero esto sonaba diferente. ¿Podría estar Él aun más cerca? Y llamarla ¡bendita! ¿Qué podía significar esto? Ella era aun una mujer joven y estaba asustada.
El ángel le dijo que no tuviera miedo, que Dios estaba muy complacido con ella. Pero las próximas palabras que le habló parecían hacer eco alrededor de ella.
“Y darás a luz un hijo, . . . Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo . . .”.
María supo que, de verdad, el ángel fue enviado por Dios. El mensaje que había traído era sorprendente, pero como era de Dios esto tenía que ser verdad. Aun así, ella quería saber . . . ¿cómo podría ser esto posible?
El ángel había dicho que ¡su bebé sería el Hijo de Dios! Ella amaba a Dios, pero su familia era ordinaria. No tenían un lugar especial de honor en la ciudad. Seguramente, si Dios iba a enviar a Su Hijo a la tierra, Él querría que naciera dentro de una familia real. Seguramente, Dios escogería una reina para ser la madre de Su Hijo. María no había tenido un niño antes. ¿Cómo se le podía confiar a ella el criar al propio Hijo de Dios?
Mientras el ángel le hablaba y le explicaba lo que iba a suceder, el miedo de María empezó a alejarse. Si esto era lo que Dios quería, ella estaba dispuesta a hacer su parte. Dios le daría la fortaleza y sabiduría que necesitaba.
Mientras pensaba sobre el mensaje del ángel, su sorpresa y asombro crecieron. ¡Un bebé varón! Ella tendría un bebé para sostener, amar y cuidar. Su hijo sería el Hijo de Dios, Jesús. Entonces ella dijo, desde el fondo de su corazón, “Yo Te pertenezco, Dios. Lo que Tu digas, yo haré”.
Poco después, el ángel del Señor visitó a José en un sueño. El ángel le dijo que Dios le daría a María un bebé especial, el Hijo de Dios. José sería el padre terrenal del bebé. Ellos debían ponerle por nombre al bebé Jesús, porque Él salvaría a Su pueblo de sus pecados.
Cuando José despertó supo que su sueño había sido real, e hizo como el ángel le dijo que hiciese. María y él se casaron pronto. Cuando el bebé nació, José le llamó Jesús, justo como el ángel le había dicho que debía hacer.
Mientras la época de Navidad se acerca, inicie un proyecto con su hijo que refuerce el verdadero significado de la época. Un mural de Navidad sería una buena idea. Haga una gran fonda de papel de color, y permita que su hijo dibuje y recorte personajes para añadir cada semana que coincidan con la parte de la historia que se está estudiando. Empiece esta semana dibujando al ángel que vino a hacer el anuncio a María. (El ángel puede usarse en las semanas siguientes como huestes celestiales.)
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Mateo 1:21 | LUNES: Lucas 1:26 | MARTES: Lucas 1:28 | MIÉRCOLES: Lucas 1:30 | JUEVES: Lucas 1:35 | VIERNES: Lucas 1:38 | SÁBADO: Mateo 1:20