VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. — Lucas 2:7
Clip, Clap, Clip, Clap. El polvoriento asno seguía su camino, sin saber qué carga tan preciosa transportaba en sus espaldas.
El viaje había sido largo y María estaba muy cansada, pero al fin llegaron a Belén. Ella descansaba sobre el asno mientras José buscaba un lugar donde pudieran quedarse. Oh, cuán bueno haber dejado el viaje atrás por ahora y solamente sentar quietos al aire de la tarde.
“María . . .”, José tocó suavemente a su esposa. Los cansados ojos de ella se abrieron. “María, he encontrado un lugar”. Su voz apagada no pudo esconder su alivio. “Es verdad, todo mesón en Belén está lleno, pero el mesonero dijo que podíamos usar el establo en la parte de atrás”, dijo él al tomar las riendas del asno.
“Está bien, José”, le respondió María suavemente.
Algo en su voz hizo a José detenerse. Él miró de cerca su dulce rostro. “María, ¿ya es hora?”
Ella afirmó. “Sí, José, el niño nacerá pronto”.
Mientras José llevaba el asno hacia el establo, él pensó sobre por qué habían tenido que dar un viaje tan largo. César había dicho que todos tenían que pagar impuestos, y para esto, todos debían de ir a su lugar de origen. Esto significaba que una gran cantidad de personas tenían que viajar un largo camino. Pero tenía que hacerse así, porque ¡era una orden!
José recordó la noche cuando un ángel le dijo en sueño que María sería la madre de Jesús el Hijo de Dios. Ahora, ¡había llegado el momento para que naciera este Niño tan especial! Pero, ¿nacería Él allí, en un establo? Pensaba sobre estas cosas mientras ayudaba a María a bajar del asno.
Ellos caminaron juntos hacia el establo. María encontró un lugar confortable donde podía recostarse y descansar. La hierba olía fresca y dulce. La sentía suave y confortable después de tan largo viaje.
José se detuvo mirando a su esposa, con evidente preocupación en su rostro.
“No estés asustado, José”. Su voz tenía una nota de maravilla. “Si Jesús nace en este lugar, entonces eso es parte del plan de Dios. No necesitamos preocuparnos. Los caminos de Dios son correctos”.
Así, en medio de la noche, mientras el resto del mundo dormía, el Niño Jesús nació.
José miraba maravillado al pequeñito que sostenía en sus brazos.
“El Hijo de Dios”, pensó él. “¡Aquí en mis brazos, es la prueba viviente del amor de Dios para el hombre!” Su corazón se llenó de gozo mientras envolvía al recién nacido y lo acunaba suavemente en el pesebre.
Mientras la época de Navidad se acerca, inicie un proyecto con su hijo que refuerce el verdadero significado de la época. Un mural de Navidad sería una buena idea. Haga una gran fonda de papel de color, y permita que su hijo dibuje y recorte personajes para añadir cada semana que coincidan con la parte de la historia que se está estudiando. Empiece esta semana dibujando al ángel que vino a hacer el anuncio a María. (El ángel puede usarse en las semanas siguientes como huestes celestiales.)
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Lucas 2:7 | LUNES: Lucas 2:11 | MARTES: Miqueas 5:2 | MIÉRCOLES: Gálatas 4:4-5 | JUEVES: Isaías 9:6 | VIERNES: Mateo 1:22-23 | SÁBADO: Lucas 1:32