VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. — Juan 13:17
“Judit estaba tan feliz. Su tío Mateo había venido a pasar unos días con ellos. Él era su tío favorito. Además, ¡le contaba las mejores historias! Él había sido un buen amigo y discípulo de Jesús, y parecía nunca cansarse de hablar de su Señor. Y Judit nunca se cansaba de escucharle.
Hoy, ellos dos salieron a caminar juntos. Judit decidió que era hora de contar una historia. “Tío Mateo, por favor cuéntame de la cena especial que tuviste con Jesús, la última antes de morir”. Judit amaba oírle hablar sobre eso.
“No creo jamás olvidar esa noche”, el tío Mateo comenzó suavemente, a medida que se sentaba sobre una gran roca. Miraba fijamente hacia el cielo azul. “Era el tiempo de la Pascua. Jesús y nosotros, Sus discípulos, estábamos cenando en un gran salón.
“Jesús tomó pan, y dio gracias y lo partió en pedazos. Luego lo pasó a cada uno de nosotros. Recuerdo cómo Él explicaba que eso representaba Su cuerpo. Él dijo que debíamos comerlo para que recordemos que Él murió por nosotros. Luego tomó un trago de una copa y la pasó a nosotros diciendo que debíamos tomarla para recordar que Su Sangre fue derramada por nosotros. Nos dimos cuenta que era algo muy importante. Él nos dijo que lo hiciéramos frecuentemente, para que nos ayude a recordar de Él y que murió por nosotros”.
Judit cerró sus ojos, imaginando la escena a medida que su tío hablaba. Luego preguntó, “¿Supiste qué quiso decir?”
“En ese momento, no comprendimos totalmente qué quiso decir. Ves, no sabíamos que iba a morir al día siguiente. Por supuesto, Él lo sabía. Pero no fue hasta después que murió y resucitó, que comprendimos lo que había estado tratando de decirnos”.
“Ahora cuando estamos juntos como creyentes, repetimos lo que Él hizo. Compartimos el pan especial de la Pascua, y tomamos una copa la cual pasamos alrededor de nosotros tal y como lo hizo Él. Nos ayuda a recordar que Jesús murió y resucitó de la tumba para que nuestros pecados sean perdonados. Algún día regresará y nos llevará al Cielo, tal como dijo que lo haría”.
“Esa es una historia hermosa, Tío Mateo”, dijo Judit dulcemente. “Y estoy tan feliz. ¿Sabes por qué? Papá y Mamá han dicho que puedo participar en la Cena del Señor la próxima vez que todos ustedes se reúnan para ese momento especial. Creo en Jesús, y sé que vive en mi corazón”.
“Esa es una noticia maravillosa, Judit”, dijo su tío. “Aunque eres joven, yo sé que entiendes la importancia de esto. Aunque nunca viste a Jesús, Él está vivo en tu corazón. Y quieres recordar lo que hizo por ti, tal como nosotros lo hacemos”.
Esta lección es sobre la primera cena del Señor. Se nos dice en la Biblia que esta debe ser repetida, en memoria de Jesús.
Hable acerca de cosas para recordar. Muéstrale a su hijo un viejo programa o invitación de algún evento especial. Hable sobre cómo el articulo le recuerda de qué pasó en esa ocasión. Un álbum de fotografías es también algo que se utiliza como recordatorio—trae a la mente cosas que ocurrieron en el pasado. Explique lo que ocurre en un servicio de comunión, y relate esto a cómo recordamos a Cristo y el ofrecimiento de Su cuerpo por nosotros en la Cruz del Calvario.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Juan 13:17 | LUNES: Marcos 14:12 | MARTES: Lucas 22:10 | MIÉRCOLES: Lucas 22:15 | JUEVES: Marcos 14:22 | VIERNES: Lucas 22:20 | SÁBADO: 1 Corintios 10:16
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