VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. — Lucas 23:34
El cielo se oscureció como la noche. La tierra tembló. ¡Jesús estaba muerto! El sol no se atrevió a brillar, aunque todavía era de día. De repente, los soldados parados junto a la cruz ya no se sentían fuertes e importantes. Ellos supieron cuando vieron a Jesús morir que realmente era el Hijo de Dios.
Justo horas antes, Jesús había estado ante Pilato, el gobernador de los judíos. Los judíos querían que Pilato ordenara que se diera muerte a Jesús. Ellos estaban enojados porque les había dicho que era el Hijo de Dios. Los judíos no querían creer en Jesús. Ellos decían que Sus palabras eran terribles mentiras.
Pilato escuchó todas las cosas malas que decían de Jesús. Pero él no podía hallar ninguna razón para condenarlo a muerte. Sin duda había oído de los milagros maravillosos que Jesús había hecho. Tal vez él tenía amigos que habían sido sanados por el toque de la mano de Jesús. Así que Pilato quiso librar a Jesús. Pero cuando la multitud oyó eso, se enfureció más.
“¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”, gritaban ruidosamente. Pilato se rindió. Él dijo a los soldados que aunque él pensaba que Jesús era inocente, ellos podían llevárselo.
Los soldados se llevaron a Jesús a una sala grande. Allí se burlaban de Él. Le pusieron un manto de escarlata sobre Sus hombros y una corona de espinas sobre Su cabeza. Le escupían y le golpeaban. Se rieron y le llamaron Rey de los judíos.
Finalmente le condujeron a un monte llamado el Calvario, justo fuera de la ciudad. Allí ellos clavaron las preciosas manos y los pies de Jesús a una cruz de madera gruesa. Pusieron Su cruz entre otras dos cruces. Sobre Su cabeza colgaron un letrero que decía, “'Este es Jesús el Rey de los Judíos”.
Jesús permitió que le hicieran eso. Mientras lo colgaban allí en esa cruz, Él oró para que Dios perdonara a aquellos que le odiaban ¿Puedes imaginar un amor como ese?
Muchas personas de la ciudad vinieron a mirar. Algunas de ellas gritaban y se burlaban de nuestro Salvador. Pero Jesús no se enojó. Él sabía que todo esto era parte del plan de Dios.
Jesús sufrió mucho dolor ese día, y finalmente murió. Pero Jesús estaba dispuesto a hacer eso por nosotros—dispuesto a pagar por el pecado de nuestros corazones. Jesús tenía que morir para que Su Padre en el Cielo pudiera perdonar los pecados de todo aquel que pida ser perdonado. El precio de nuestra salvación fue pagado ese día por Jesús.
¡Qué cosa tan maravillosa hizo Jesús por nosotros! ¿No estás contento de que Él nos ama tanto a cada uno de nosotros que estuvo dispuesto a morir por nuestros pecados?
Los detalles de la crucifixión de Cristo deben ser presentados de modo que el niño fije su atención en el amor que Jesús mostró por darnos Su vida.
Después de leer la lectura Bíblica, trate de captar algunos de los sentimientos que rodeaban la Crucifixión. Pídale a cada miembro de la familia que expresen sus ideas de cómo creen que la gente se sentía cuando ocurrió el evento.
Mire adelante al gozo del Cristo resucitado. Mientras el Domingo de Resurrección se acerca, ayude a su hijo a hacer algunas tarjetas especiales de Pascua que digan “Jesús Vive”. Use calcomanías, dibujos, versículos Bíblicos, etc., y hacer tarjetas que enfaticen la Resurrección. Ayude a su hijo a poner direcciones en sobres y enviar las tarjetas a sus amigos o abuelos.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Lucas 23:34 | LUNES: Isaías 53:5 | MARTES: Gálatas 3:13 | MIÉRCOLES: Hebreos 2:9 | JUEVES: Hebreos 9:28 | VIERNES: 1 Juan 3:16 | SÁBADO: Juan 15:13
%402x.svg){kind=icon}
%402x.svg){kind=icon}