VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria. — Salmo 97:6
¡Perdidos en el mar! Sergio y su abuelo parecían desamparados en el pequeño barco de pesca que daba volteretas de arriba y abajo en las altas olas. Sólo hacia poco tiempo que el mar y el cielo parecían tan hermosos, tan pacíficos y ahora . . . ¡Si tan sólo la tormenta se alejara y las nubes no cubrieran el cielo!
Sergio temblaba en la oscuridad. “¡Abuelo!”, gritó lleno de miedo. “Abuelo, ¿dónde estás?”
Su abuelo apareció en la puerta de la pequeña cabina. “Estoy aquí, Sergio. No tengas miedo. Dios nos ayudará. ¿Por qué no oramos juntos ahora mismo?”
Sergio cuidadosamente se dirigió a la puerta de la cabina. Agarró la mano de su abuelo e inclinó su cabeza mientras su abuelo oraba. Sergio le oyó pedirle a Dios estar con ellos y guiarlos a través de la tormenta. Pudo sentir que su miedo se alejaba cuando escuchó las palabras tranquilizantes. Sentía paz dentro de su corazón.
Dentro de la pequeña cabina se sentaron tranquilamente por un rato. A través de las ventanas miraban la tormenta. Luego el abuelo de Sergio de repente exclamó, “¡Vamos a conseguirlo!”
Sergio siguió a su abuelo fuera de la cabina. Mientras se paraban en la cubierta, ¡vieron un milagro acontecer! Las nubes oscuras se alejaban y un rayo brillante de luz de la luna descendía sobre las aguas turbulentas. Luego, una por una las estrellas salieron de los lugares donde estaban ocultas. Y lentamente el mar se puso en calma.
“¡Mira, Abuelo!”, exclamó Sergio con entusiasmo. “¿No es esa la Estrella Polar?”
“Sí lo es”, respondió su abuelo. “Ya no estamos perdidos. ¡Ahora podemos usar las estrellas en los cielos para que nos guíen sin peligro a casa!
“Sabes, Sergio”, continuó, “después de una tormenta como esa debemos estar siempre muy agradecidos por la creación maravillosa de Dios. Algunas personas no se dan cuenta de que Dios puso esas estrellas muy cuidadosamente en el espacio. Sabía que cada parte de Su universo hacería una parte especial en el tiempo y las estaciones de cada año. Debemos estar muy agradecidos por el sol y la luna. Y ahora mismo tú y yo debemos estar ¡especialmente agradecidos por esas estrellas! A causa de ellas podemos saber exactamente en qué rumbo viajamos. Vamos a dirigir nuestro bote hacia casa”.
Sergio siguió a su abuelo de regreso a la cabina. Miró al cielo a través de la ventana de la cabina. “Gracias, Dios”, oró, “por hacer todas las estrellas. Gracias por ponerlas en el cielo para guiarnos”.
Luego se volteó y dijo, “Abuelo, apenas puedo esperar llegar a casa. Voy a decirles a todos mis amigos sobre este milagro en la tormenta”.
En esta unidad de lecciones, el tema que hemos escogido es ser agradecidos. Nuestra primera lección se centra en la creación de Dios de la tierra, las estrellas, la luna y el sol.
Como actividad para compartir esta semana, recorte un dibujo en forma de estrella de cinco centímetros de un pedazo de cartulina. Permítale a su hijo a trazar alrededor de él en un pedazo de fieltro amarillo, y luego que recorte la estrella que ha dibujado. La estrella puede ser decorada pegando pequeñas formas recortadas de otros colores de fieltro.
Si usted desea, pegue la estrella a un pedazo de cinta de modo que pueda ser usada como marcador. En la cinta escriba las palabras, “¡Dios lo Hizo!”
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 97:6 | LUNES: Deuteronomio 8:10 | MARTES: Salmo 19:1 | MIÉRCOLES: Hechos 14:17 | JUEVES: Salmo 104:19 | VIERNES: Nehemías 9:6 | SÁBADO: Salmo 147:4
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