TEXTO: Ezequiel 18:20-32; 2 Corintios 7:9-10
ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: 2 Crónicas 7:14; Proverbios 28:13; Marcos 1:15; Lucas 15:7
OBJETIVO
Los estudiantes podrán explicar que el arrepentimiento es un lamento piedadoso (viene de Dios) por el pecado con renunciación a él, y es necesario para recibir la salvación.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Deje el impió su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. — Isaías 55:7
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Deje el impió su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. — Isaías 55:7
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
El Profeta Ezequiel (Yehezkel, “ Dios fortalece”) era hijo de un sacerdote Zadokita. Él fue deportado a Babilonia en el año 597 antes de Cristo con el rey Joaquín. La esposa del profeta murió el día en que la temporada de disgustos en Jerusalén empezara, año 588 antes de Cristo (Ezequiel 24:1-2,15-18). El profeta vivía en Tel Aviv, un pueblo sobre el Quebar, un canal conocido desde las fuentes de Babilonia el cual flotaba desde la confluencia del Eufrates sobre Babilonia, por Nipur girando de vuelta dentro del Eufrates cerca de Erech.
En el quinto año del exilio de Joaquín, Ezequiel comenzó su ministerio profético, continuando hasta por lo menos Abril, año 571 antes de Cristo (Ezequiel 29:17), su última pronunciación con fecha. El ministró principalmente a aquellos en el exilio, y tuvo una larga nota de consolación en su mensaje, pero se esforzó para mostrarles a las personas que ellos habían estado en error, no el Señor.
Mucho se ha dicho en las profecías en cuanto a que la cautividad de Israel fue debida a los pecados acumulados de las generaciones anteriores. La generación en cautiverio pasó por alto el hecho de que ellas eran “peores que sus padres anteriores,” estaban tratando de echarle la culpa a sus padres. La parte principal de nuestro texto es que Dios juzga a todo hombre en su propia individualidad y su conducta personal. Es una suplica apasionada para que los impíos se arrepientan.
INTRODUCCIÓN
Cuando Jesús empezó a predicar, Su mensaje fue: “Arrepentios: porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). ¿Qué significa el arrepentimiento? ¿Quién debe arrepentirse? ¿Cómo afecta el arrepentimiento a un individuo? El Espíritu de Dios nos ayuda a comprender que este mensaje viene del Cielo y es dirigido a cada uno de nosotros. No podemos arrepentirnos sin la ayuda de Dios. Así que el Espíritu Santo fue enviado al mundo para “convencer al mundo del pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8), así guiando al hombre al arrepentimiento.
PREGUNTA/RESPUESTAS
- El arrepentimiento es un lamento divino del pecado con renunciación a él, y es necesario para recibir la salvación. ¿Cuál es el castigo por el pecado, como se lee en el texto de Ezequiel? ¿Qué dice la profecía que debe hacer el impío?
Los estudiantes deben saber que el castigo por el pecado es la muerte espiritual y que el impío debe voltearse de todos sus pecados. Discuta el hecho de que en el mero principio (Génesis 2:17) el Señor hizo esa regla y todavía está en efecto hoy en día. Lea Romanos 6:23.
- El Espíritu revela el pecado. Sin esta iluminación desde el Cielo uno nunca podrá obedecer el llamado al arrepentimiento. Uno primero debe darse cuenta de que es un pecador y que el juicio de Dios cae sobre su alma. Entonces el Espíritu Santo le asegura que hay esperanza. Usted no está arruinado para siempre. Hay perdón de pecados a través del nombre de Jesús si se arrepiente. Usando el texto, el verso clave, y 1 Juan 2:25, ponga en una lista las promesas hechas a aquellos que abandonan sus pecados.
Sus estudiantes notarán que hay varias promesas dadas en estas Escrituras. En el verso clave tenemos las promesas que si volvemos al Señor Él tendrá misericordia de nosotros y que perdonará abundantemente. En nuestro texto en Ezequiel, dice mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que ha cometido, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas. En 1 Juan, la vida eterna es prometida. En discusión, revele que estos beneficios no sólo son disfrutados en esta tierra, sino también proveen una esperanza eterna para el futuro.
- Antes de que Jesús viniera a la tierra, Juan el Budista predicó el mensaje: “Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). Él predicó con tal poder y untando que todas las ciudades en esa área se vaciaron de sus habitantes mientras las personas salían a escucharle. Algunos sí se arrepintieron, otros no. Habían varios escribas y fariseos que se unieron a la multitud presentándose a sí mismos como candidatos para el bautismo pero no se habían arrepentido de sus pecados. Juan los reprendió diciendo: “¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:7-8). ¿Qué cree usted que Juan quiso decir con las palabras en el verso 8?
Después que los estudiantes hallan compartido sus ideas sobre esta pregunta, señale el hecho que el pueblo al cual Juan estaba hablando debía demostrarse por sus vidas que se habían arrepentido y eran elegibles para el bautismo en agua. Cuando alguien se arrepiente, sus acciones confirman esto. Él estará haciendo cosas que probarán su espíritu de arrepentimiento. Cuando él se haya arrepentido y haya sido perdonado, seguirá hacia adelante y no pecará más.
- En el día de hoy varias personas en círculos cristianos creen que cuando uno le ha dado su vida al Señor está eternamente seguro, y que no hay manera de poder retirarse de la relación con Cristo. En nuestro texto en Ezequiel, encuentre un verso que niega esta idea y explique, en sus propias palabras, qué dice ese verso. Luego encuentre un verso en el Nuevo Testamento que declare la misma verdad.
Los estudiantes deben comprender que el verso 24 rechaza la idea de la seguridad eterna. Queremos asegurarnos que la clase entienda que el hombre justo que se vuelve de su justicia y regresa al pecado tendrá que pagar el castigo por el pecado. No hay tal cosa como la seguridad eterna como es enseñada en muchas organizaciones hoy en día. El que regresa al pecado se convierte en un pecador y se tendrá que arrepentir otra vez si espera entrar al Cielo. No hay tal persona como un cristiano que peca. Los versos que apoyan esto en el Nuevo Testamento deben incluir Mateo 24:12-13; 2 Pedro 2:20; y Apocalipsis 2:4.
- Existen personas a las que les gusta culpar a los demás por su decisión de no ser cristianos. Ellos usan esto como una excusa para justificarse a sí mismos por vivir una vida sin Dios. En nuestro texto nos damos cuenta de que la culpa cae sobre el que peca. “El hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él y la impiedad del impío será sobre él.” Si ellos continúan haciendo excusas por sus vidas impías, y fallan en arrepentirse, se darán cuenta que el pecado tiene una repercusión negativa. Diga brevemente cómo el pecado arruina vidas hoy en día.
Debe ser obvio para los estudiantes el discutir esta pregunta que sin el arrepentimiento uno no puede recibir el regalo del perdón del pecado. Sin embargo, la persona que decide permanecer siendo un pecador no sólo experimenta tremendas consecuencias negativas aquí en la tierra, sino que también terminará eternamente perdida. Algunas de las consecuencias negativas pueden ser hogares destruidos, adición al alcohol, adición a las drogas, y el amor a las riquezas sin satisfacción.
- El Señor dijo que Él no tenía placer en la muerte del impío. Él ama a toda la humanidad. No es Su voluntad que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. Él no dijo: “Únete a una iglesia,” o “Suscríbete a algún credo,” o “Has lo mejor que puedas para vivir una buena vida.” Él dijo: “Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente,” (Lucas 13:3). ¿Qué provisión hizo Él para que el impío no tuviese que morir? Haga una lista de varias Escrituras que prueben que el Señor no quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Después que la clase haya compartido sus respuestas a esta pregunta y Escrituras que hayan encontrado, ayúdelos a darse cuenta que tenemos un Redentor quién pagó la penalidad de muerte. Al darse cuenta de esto, tenemos una obligación de venir delante de nuestro Redentor con corazón arrepentido para saber qué significa ser perdonado del castigo del pecado. Además de nuestro texto, algunas referencias para esta pregunta pueden ser halladas en Juan 3:16, Hechos 4:12, y 2 Pedro 3:9.
- Nuestro texto en 2 Corintios 7:9 nos dice que Pablo se regocijó porque el pueblo se lamentó en arrepentimiento. ¿Cuál es la diferencia entre estar arrepentido y tener lamento para arrepentirse y cuál es el resultado de ambos?
Después de discutir esta pregunta con su clase, ellos deben darse cuenta que estar arrepentidos les hace sentir mal por dentro y eventualmente puede traer la muerte. De otro modo, el arrepentimiento divino por los pecados trae gozo y esperanza de vida eterna. Aun en el Cielo hay gozo cuando esto ocurre. Lucas 15:7,10
- Jesús dijo que Él no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores al arrepentimiento. Nosotros debemos entender que el arrepentimiento era necesario bajo la Ley (de la cual Juan el Bautista era representante), pero no es de importancia menor la dispensación de la gracia (la cual Jesús es representante)Muchas personas piensan que Dios es tan piadoso que ellos pueden venir a Él cuando a ellos se les dé la gana. Somos advertidos en la Biblia en contra de presumir sobre la misericordia de Dios (Salmo 19:13). Lea qué se dice sobre Esaú en Hebreos 12:17, y luego explique por qué es peligroso posponer el llamado del Señor.
Permita que su clase discuta las diferentes razones del por qué es peligroso rechazar el llamado del Señor. Una de esas razones puede ser que no sabemos cuándo vendrá el Señor. Él puede venir en cualquier momento. No sabemos cuándo el Espíritu de Dios llamará nuestra alma por última vez. No sabemos cuando nuestras vidas físicas pueden terminar por un accidente o por una enfermedad. No vacile como maestro en expresar su interés en que los miembros de su clase sepan que deben hacer su paz con Dios antes de que sea muy tarde. Ofrezca orar con cualquiera que guste quedarse a orar después de la clase. Permita tiempo para que esto suceda puesto que esta es la razón por el cual nos reunimos en la Escuela Dominical.
PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS
- ¿Qué significa arrepentirse?
- ¿De qué y por qué necesitamos arrepentirnos?
- Si nos arrepentimos ¿qué pasará?
- ¿Por qué hasta las personas “buenas” necesitan arrepentirse?
- ¿Qué hizo David, en nuestra historia de LA RESPUESTA, cuando se dio cuenta de que estaba en el barco equivocado?
- ¿Cuáles son algunas de las cosas que puede hacernos darnos cuenta de nuestra necesidad del arrepentimiento?
- ¿Por qué piensan algunos que sólo creyendo que Jesús murió en la cruz es suficiente para ser salvo?
- ¿Por qué piensa usted que el arrepentimiento es importante para obtener la salvación?
- ¿Cree qué podemos agarrarnos de nuestros pecados y aún ser salvos? Si no nos arrepentimos ¿cuál será nuestra recompensa? Si sí nos arrepentimos ¿cuál será nuestra recompensa?
- En los pasos para convertirse en un cristiano ¿dónde encaja el arrepentimiento? (Respuesta: convicción; arrepentimiento; abandonar el pecado; creer, recibir la salvación.)
- Si una persona solamente se arrepiente, ¿la hace esto que sea un cristiano? Explique.
- ¿Cuál es la diferencia entre el arrepentimiento y la salvación?
- Algunas veces unas personas dirán que están arrepentidas y no es cierto. ¿Saben nuestros padres cuando verdaderamente estamos arrepentidos? ¿Y Dios?
- Si nos arrepentimos de nuestros pecados ¿podemos llegar a pecar otra vez?
COSAS QUE HACER
Permita que dos estudiantes en su clase representen esta situación: Alguien se llevó su suéter, después se lo devolvió y dijo que lo sentía. Usted lo perdona. ¡Pero, al momento que usted le da la espalda, ¡él lo toma otra vez!
Usted empieza a sospechar qué tan cierta fue su disculpa. Use esta presentación para ilustrar que cuando le damos nuestro corazón al Señor debemos estar realmente arrepentidos. Le decimos al Señor que realmente estamos arrepentidos, y le prometemos que si Él nos salva no haremos cosas malas otra vez. Debemos estar seguros de lo que le decimos, y Él nos perdonará.
Use su Biblia y una campana. La Biblia es como una campana para los que no son salvos. Cuando suena, suena una alarma, y es una advertencia para decirles sobre el peligro del mal que está por llegar si no se arrepienten y se vuelven de sus pecados. Les advierte a cambiar su forma de vivir y sigue tocando aun cuando no escuchen. Cuando ellos sí escuchan y son salvos, la Biblia se convierte en una campana de gozo, porque “hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” (Lucas 15:10). Es también una campana para indicar que es hora de cenar, tocando para que vengamos a cenar con Jesús y alimentarnos en Su Palabra.