TEXTO: Proverbios 17:4; Mateo 7:24-27; Lucas 8:11-15; 2 Timoteo 4:3-4
OBJETIVO
Los estudiantes podrán explicar la relación entre oír y hacer. Y más adelante podrán diferenciar entre lo bueno y lo malo que los oídos transmiten a la mente, y rechazarán lo que es contrario a la Palabra de Dios.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
El oído de los sabios busca la ciencia. — Proverbios 18:15
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia. — Proverbios 2:2
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
En los tiempos Bíblicos, las personas se hablaban al oído. Cuando escuchaban ellos “inclinaban sus oídos. ” Cuando ellos oraban, Dios “inclinaba su oído” para escucharlos.
En el Antiguo Testamento, el oído figuró en varias costumbres y ceremonias Judías. En Éxodo 21:5,6, un siervo fiel que amaba a su amo se sometía a que le perforaran la oreja con lezna, indicando que él serviría a su amo para siempre. David en el Salmo 40:6 dijo: “Has abierto mis oídos” (“cavar” en Hebreo) refiriéndose a esta ceremonia. En la ceremonia de la consagración (Éxodo 29:20,21), el sacerdote era santificado con sangre de un carnero, parte de la cual era puesto en el lóbulo de la oreja. Y la sangre de la ofrenda por las ofensas era puesta en el lóbulo de la oreja para la limpieza del que sufría de lepra.
En Proverbios 18:15, Salomón declara que “el oído de los sabios busca la ciencia,” y el que aparte su oído de la ley, “su oración también es abominable” (Proverbios 28:9).
INTRODUCCIÓN
Mientras estudiamos nuestro texto y la Escritura correspondiente, nos damos cuenta que Dios está hablando mucho más de lo que nuestros oídos están recibiendo e identificando como sonidos audibles. Dios espera que actuemos sobre lo que hemos oído y que seamos hacedores de la Palabra y no tan sólo oidores. Además debemos estar conscientes de que hay voces a las cuales no debemos escuchar. Debemos evaluar cuidadosamente lo que nuestros oídos escuchan, rechazando lo que es lo contrario a la Palabra de Dios.
PREGUNTA/RESPUESTAS
- En el texto de Mateo ¿fue sabio el hombre porque pudo recordar todas las palabras enseñadas por el Señor? Dé una razón para su respuesta.
Su clase debe determinar que el hombre fue sabio porque él era un hombre de acción. Guíe la discusión de manera que sus estudiantes comprendan que el oír solamente no es suficiente. La acción debe ser tomada de acuerdo con lo que se oye. Pregúnteles a sus estudiantes ¿por qué el hecho de oír — y aun el retener — los conocimientos Bíblicos no establece a una persona como un cristiano verdadero? Hay quienes son bien instruidos en las Escrituras y pueden citar referencias Bíblicas sin ninguna dificultad, y aun no llevan el verdadero fruto del cristianismo en sus vidas. Deje que alguien lea 2 Corintios 3:6, y discuta este verso en relación con la lección.
- Piense sobre las características de una roca y la arena. El hombre mencionado en Mateo 7:26 tuvo un problema porque él construyó sobre algo que era cambiante, movible, y variable. ¿Cuáles son algunas de las cosas que podríamos oír en nuestro mundo hoy en día las cuales también son cambiantes y variables?
La respuesta de sus estudiantes podrán incluir teologías humanas, filosofías, teorías acerca de la creación, valores, y normas morales. A menudo pensamos de este hombre que construyó sobre la arena como el construir sobre las cosas de este mundo. Pero considere con su clase, ¿podría él haber estado construido sobre un fundamento de una creencia religiosa falsa? Quizá él escuchó a las voces equivocadas.
- En Juan 5:24, ¿qué acción tuvo que tomar él oidor para recibir la vida eterna?
El oidor tuvo que tener fe en Dios para recibir la vida eterna. Guíe los pensamientos de sus estudiantes a la necesidad de creer en la simplicidad de la Palabra de Dios y el desarrollo de la fe.
- En Romanos 10:17, el apóstol Pablo dice que obtenemos fe por el oír. Hebreos 11:6 dice que sin la fe es imposible agradar a Dios. ¿Es el escuchar algo más que sólo percibir un sonido audible? ¿Podrían las personas sordas ser incapaces de obtener la fe porque no pueden oír? Escriba la definición de la palabra oír.
Después de que los estudiantes hayan compartido sus respuestas, enfoque el hecho de que el oír es más que percibir un sonido audible. Pero también significa “darse cuenta; prestar atención.” Es este segundo significado el que es muy importante para avanzar en la vida espiritual.
- Los oidores junto al camino mencionados en Lucas 8:12 son aquellos que le escuchan a Satanás cuando él viene con duda o una sugerencia tal como: ¿Ha dicho Dios?” Puesto que raramente tenemos confrontaciones de frente con el diablo, ¿cómo podría él introducir algunas de estas dudas y temores dentro de nuestras mentes?
Al discutir esta pregunta probablemente sus estudiantes mencionarán profetas falsos, asociaciones, las noticias, maestros, etc., como emisarios de Satanás aunque ellos se den cuenta de esto o no. Enfatice la importancia de evaluar lo que oímos y comprobarlo con la Palabra de Dios para determinar si está de acuerdo con el diseño de Dios para nuestras vidas.
- Lea Santiago 1:23-24. ¿A qué asemeja Santiago al que es oidor pero no hacedor de la Palabra? ¿Qué cree usted que significa esto?
Un hombre se mira en un espejo, pero luego olvida su propia cara. Ayude a los estudiantes a comprender que hay una responsabilidad que llega cuando ellos oyen, a través de la Palabra de Dios, donde ellos necesitan estar a la medida. Ellos deben de responder por el conocimiento que Dios les dio. Discuta el resultado eterno si la persona intencionalmente se tapa los oídos para no escuchar la verdad.
- Haga una lista de las cosas a las cuales un cristiano no deberá prestar atención. Lea Proverbios 6:16-19; 10:18; 20:19; Romanos 16:17.
Haga que algunos lean las referencias y permita que los estudiantes escojan las cosas a las cuales no deben “prestar atención.” Proverbios 6:16-19, lengua mentirosa, el testigo falso, sembrador de discordia; Proverbios 10:18, mentir y difamar; Proverbios 20:19 chismosos; Romanos 16:17, los que causan divisiones y ofensas.
- No podemos excluir los sonidos audibles del mundo que nos rodean aunque ellos no estén de acuerdo con el Espíritu. ¿Cómo podemos lidiar con ellos?
Ayude a sus estudiantes a entender que mientras estos sonidos audibles se escuchan con los oídos, no deben permitir que entren en sus corazones. Las acciones que ellos toman deben ser lo contrario a lo que ellos tomaron cuando desearon retener las verdades espirituales. Sugerencias específicas pueden incluir: reponiendo los pensamientos negativos con uno positivo; suplicando la sangre de Jesús; y si es posible, apartándose ellos mismos de la situación.
PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS
- ¿Cómo es posible escuchar con sus oídos y no con su corazón?
- ¿Cómo podemos escuchar a Dios hablándonos?
- Lucas 6:48 nos demuestra que el hombre sabio cavó profundo para su fundamento. ¿Qué cree que significa eso y cómo afectará nuestra manera de escuchar?
- Cuando Dios primero creó al hombre, para qué piensa usted que Él le dio oídos? ¿Qué quería Él que el hombre oyera?
- Eva fue el primer ejemplo para nosotros de que si no tenemos cuidado con lo que escuchamos, podemos ser vencidos por las tentaciones. ¿Cómo fue tentada ella?
- Escriba algunas cosas que a Dios no le gusta que escuchemos; por ejemplo: mentira, música mundana, malas palabras, quejas, rumores, chismes.
- Mencione algunas cosas las cuales a Dios sí, le gustaría que escucháramos. Algunas sugerencias pueden ser: canciones y música de alabanza, palabras amables, Su palabra siendo predicada, Su llamado.
- ¿Qué debemos hacer cuando encontramos difícil desechar aquellas cosas que no le agradan a Dios, como se menciona más arriba?
- ¿Cómo puede ser afectada nuestra vida cristiana por las cosas que oímos?
COSAS QUE HACER
Haga que alguien en la clase lea un párrafo mientras que los demás se concentran en algo diferente. Trate de que intenten bloquear mentalmente lo que se está diciendo por pensar en otros pensamientos. Muéstreles cómo eso es lo que el enemigo querrá que hagan durante los servicios en la iglesia.
Discuta la diferencia entre el oír algo y escuchar algo. Haga que los estudiantes pongan sus manos sobre sus oídos. Dígales algo en voz baja. Ellos oirán el sonido pero no lo podrán entender. Lleve una grabadora a la clase y toque una música o una voz (también se puede usar un radio). Luego trate de enseñar la lección con el volumen alto. Demuéstreles que para escuchar lo que usted esta diciendo ellos deberán escuchar con toda su atención.
Lleve un par de tapones para los oídos y un para de audífonos. Discuta con la clase el uso de los tapones para los oídos (para protege nuestros oídos de los ruidos que pueden dañarlos). Dios provee varios tapones invisibles para los oídos para protegernos de no escuchar las cosas malignas. ¡Sólo lo que tenemos que hacer es pedirlos! Discuta el uso de los audífonos. (Son para ayudarnos a escuchar algo que queremos oír concentrando el sonido en nuestros oídos y bloqueando los otros ruidos.) Dios también provee para nosotros un par de “audífonos” invisibles, si los pedimos, para ayudarnos a escuchar Su Palabra.
Lleve una planta pequeña a la clase para representar al cristiano. Prepare un frasco con agua limpia y póngale una etiqueta que diga La Palabra de Dios. Prepare otro frasco con agua mezclada con un colorante para crear un medio ambiente contaminado. Póngale a este frasco una etiqueta que diga malas palabras, malas calificaciones, música rock, etc. Pregúntele a la clase qué agua, la pura o la contaminada, puede ayudarle a la “planta” a crecer.