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Un Dador Alegre/El Dinero

Currículo
Respuesta/Búsqueda para Maestros
89

TEXTO: Proverbios 3:9-10; Mateo 19:16-22

ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Éxodo 23:19; Deuteronomio 28:8; Malaquías 3:10; Marcos 10:17-22; Lucas 18:18-30

OBJETIVO

Los estudiantes podrán enumerar algunas de las bendiciones que están guardadas para aquellos que voluntariamente dan de sus bienes a Dios.

VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Dad, y se os dará. — Lucas 6:38
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. — Lucas 6:38

INFORMACIÓN DE REFERENCIA

Tiempo: Febrero—Marzo, año 30 de la Era Cristiana

Lugar: Las costas de Judea, al otro lado del Jordán (Mateo 19:1).

Jesús: Casi 33 años de edad y durante el último mes de su ministerio sobre la tierra.

Joven Rico: Conocido como uno de los principales de la sinagoga; un judío noble de nacimiento.

Muchas personas se dirigían a Jesús como “Señor” o “Hijo de David,” pero este hombre usa el título de “Maestro bueno,” de esa manera mostrando una forma cortés sin admitir por completo que se está dirigiendo al Mesías. “Vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él,” (Marcos 10:17) parece indicar los sentimientos sinceros que el joven rico tenía al buscar a Jesús. “Hincando la rodilla” indica su reverencia hacia Jesús. Él le preguntó a Jesús: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” Desde su juventud este joven había guardado los mandamientos, esto implicaba que todavía había algo que él había pasado por alto. Marcos 10:21 nos dice: “Jesús, mirándole le amó.” Porque Jesús amaba al joven, Él le dijo al joven que vendiera todo lo que tenía, y le diera a los pobres, y le siguiera. Si él hacía eso, él tendría tesoros en el Cielo.

Abraham tenía grandes riquezas, y no es una coincidencia que él fuera el primer hombre rico mencionado en la Biblia. Él también fue el primer hombre mencionado que pagó diezmos. Dios honró esto y le permitió que lograra grandes riquezas.

Jesús echó fuera a los cambistas de dinero del templo, acusándolos de hacer de la casa de Su Padre un mercado.

INTRODUCCIÓN

Jesús murió en la cruz e hizo posible la salvación, no solamente para que podamos entrar al Cielo, sino para que Él pudiera trabajar a través de nosotros y cumplir las cosas que Él quiere que sean hechas en este mundo. Para cada uno de nosotros que hemos sido salvos, Él nos ha dado la comisión de alimentar al hambriento, cubrir al desnudo, liberar al cautivo, y traer justicia al oprimido. Él quiere que seamos instrumentos que Él pueda usar para poder hacer esas cosas importantes. Mientras consagramos nuestro todo, incluyendo nuestras finanzas para que sean usadas en la obra de Dios, podemos estar seguros de que recibiremos grandes bendiciones de Dios.

PREGUNTA/RESPUESTAS

  1. Muchas personas citan incorrectamente el verso en 1 Timoteo 6:10 y dicen: “El dinero es la raíz de todo el mal.” Sin embargo, la Escritura dice que es el amor al dinero que es la raíz de todo el mal. ¿Cuál es la diferencia? Dé un ejemplo hipotético.

    Permita que sus estudiantes compartan sus ideas. Ellos deben concluir que en nuestra sociedad el dinero es necesario como parte de la vida. De todos modos, si su deseo de hacer dinero viene primero que su compromiso a Dios puede estar seguro de que nada bueno saldrá de esto. No hay una manera correcta para hacer las cosas incorrectas.
  2. Es posible tener una pequeña cantidad de dinero, sin embargo, estar consumido por el deseo de tener más dinero. Algunas personas aun dicen que ya que ellos consiguen lo que creen que necesitan, entonces ellos empezarán a servir a Dios como ellos saben que deben. Desdichadamente, “lo mejor al otro lado del campo” nunca es alcanzado totalmente, así que nunca sirven al Señor. Otros quizás digan que ellos saben que el Señor los está bendiciendo porque tienen muchas cosas. ¿Pueden los bienes materiales, que uno tenga, demostrar que se tiene la bendición de Dios? Si no, ¿cuál es la evidencia de que Dios lo está bendiciendo a uno?

    Mientras la clase discute esta pregunta, ellos deben llegar a la conclusión de que las riquezas materiales no prueban que uno tenga la bendición de Dios. Los pecadores también reciben promociones de trabajo, ganancias financieras, etc. La verdadera medida de la bendición de Dios viene con paz interior y contentamiento. Una evidencia de esto es la demostración de compasión por las personas y el deseo de ayudarles a encontrar la salvación, para que ellos puedan tener esa misma paz y contentamiento en sus vidas.
  3. Lea Hechos 2:44-47 y describa los sentimientos en los corazones de ese grupo de los primeros cristianos quienes dieron su dinero a Dios. ¿Son estos sentimientos diferentes de los que el mundo desea ahora? Explique.

    Sus estudiantes deben comprender que el gozo, la sencillez de corazón, felicidad, etc., fueron algunas de las bendiciones que la iglesia primitiva recibió por dar generosamente. Obviamente la felicidad es lo que todos están buscando en este mundo. Mientras algunos ven el gozo de dar, muchos más responderán frecuentemente. Haciendo así, más vidas son tocadas por el amor de Dios.
  4. Una forma de dar dinero es por medio de dar su diezmo. La palabra diezmo significa “una décima parte.” Leemos por primera vez acerca de diezmar en el libro de Génesis (Génesis 14:20). En el capítulo 28, verso 22, vemos donde Jacob hizo una promesa y dijo: “de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.” Otras referencias están el Levítico 27:30; 2 Crónicas 31:5; Malaquías 3:10. Nunca pensaríamos en robar un banco o en robarle dinero a nuestro vecino, pero ¿qué acerca de robarle a Dios mismo? Lea Malaquías 3:8-10 y explique ¿qué cree que significan estos versos? ¿Cómo nos indica Mateo 23:23 que el diezmar aun fue necesario después de que Jesús cumplió la ley?

    Malaquías reprendió al pueblo porque ellos habían dejado de pagar sus diezmos y ofrendas. Bajo la ley de Moisés en el Antiguo Testamento, el diezmo y ciertas ofrendas eran requeridas para ayudar a mantener a los sacerdotes y para el cuidado de aquellos en necesidad. Fallar en este cumplimiento era igual que robarle a Dios. Aunque el Nuevo Testamento no hace hincapié sobre los diezmos, Mateo 23:23 demuestra que esto era aprobado y apoyado por Jesús. Cuando Él estaba advirtiéndoles a los escribas y fariseos, llamándolos hipócritas, Él les dijo que aunque pagaban sus diezmos ellos descuidaban asuntos importantes como la justicia, la misericordia, y la fidelidad. Jesús les dijo que debían de prestar atención a esos asuntos y también como dar el diezmo. Jesús no espera menos de los cristianos hoy en día.
  5. Jesús habló las palabras de nuestro verso clave cuando Él estaba instruyendo a sus discípulos sobre los requisitos para sus vidas espirituales. Lea el verso clave y explique lo que significa.

    Los estudiantes deben darse cuenta que si damos, nuestro dar no será una perdida sino una ganancia. Ayúdelos a entender que no necesariamente será ganancia material, tal como mucho dinero, un carro nuevo, vacaciones caras, o lecciones de música gratis, pero que el Señor ciertamente los bendecirá espiritualmente.
  6. Es bueno reflejar en el pasado y analizar a menudo en lo que el Señor nos ha ayudado, no solamente espiritualmente sino también materialmente. Mire atrás y recuerde las veces que usted le ha dado al Señor y escriba en un papel cómo el Señor lo ha bendecido en su vida. Recuerde la última línea del verso clave.

    Deje que sus estudiantes compartan la experiencia que hayan escrito. Repase el verso clave. Termine la lección discutiendo el último párrafo de conclusión en la lección de la BÚSQUEDA.

Nosotros que somos miembros de la iglesia (los creyentes) debemos recordar que la iglesia no existe para ser servida y para ser recibidora de regalos. Al contrario, la iglesia existe para servir y para dar de sí misma a los demás, de la misma manera que Jesús era rico y se hizo pobre por nuestra causa. Debemos aprender que el mejor obsequio que le podemos dar a Jesús es nosotros mismos. Esto significa, que viviremos para servir al menor de nuestros hermanos y hermanas y estaremos dispuestos para dar de nuestros recursos para ayudarles con sus necesidades. Como hijos de Dios, Él espera que hagamos todo lo que podamos para ayudar a los demás así ellos podrán ver y podrán experimentar Su amor también.

PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS

  • En sus propias palabras, ¿cuál es la definición de una bendición?
  • ¿Cuál debe ser nuestra actitud cuando le damos al Señor?
  • ¿Cuáles pueden ser algunos de los resultados de trabajar unas horas extras en el día para ganar más dinero?
  • ¿Por qué cree que las personas deben dar dinero a Dios o a la iglesia?
  • ¿Cómo cree que Dios ayuda a aquellos que dan? ¿Lo hace Él?
  • ¿Cuánto le debe dar a Dios?
  • ¿Cuáles son algunas de las maneras que Dios bendice a aquellos que dan?
  • ¿Conoce a alguien como Telma, en nuestra historia de LA RESPUESTA?

COSAS QUE HACER

Materiales necesarios: Una alcancía o libreta de cuenta de ahorros, dinero o chequera y un sobre para diezmos (dependiendo de la edad del grupo). Ilustre una alcancía y un banco o asociación de ahorros son lugares donde se puede guardar dinero. El sobre para el diezmo es donde pone su dinero cuando le da dinero a Dios. Lea Malaquías 3:10 y 2 Corintios 9:7 a la clase.

Materiales necesarios: Cucharas de medir, taza de medir, cinta de medir y una regla. Ponga estos artículos en una bolsa de papel. Saque los artículos de la bolsa en el orden de lo antedicho discutiendo el uso de cada uno. Señale que todos ellos tienen algo en común—todos son usados para medir. Ilustre que Dios nos da bendiciones en una medida rebosante. Si le damos al Señor recibiremos ganancias. ¡Nunca podemos darle demasiado a Dios! Este sería un momento apropiado para leer Lucas 6:38.

Materiales necesarios: Una cucharada de semillas de alfalfa, y un frasco con un cuarto lleno de agua. El primer domingo, ponga las semillas en el frasco. El próximo domingo, muéstreles a sus estudiantes cómo esas pocas semillas crecieron. Use esto para ilustrar que lo poco es mucho con Dios. Si hacemos lo que Dios quiere que hagamos con nuestro dinero Él nos dará bendición que rebose—igual que hicieron las semillas el segundo domingo.