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Tener y Dar/Dar a Dios Primero

Currículo
Respuesta/Búsqueda para Maestros
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TEXTO:  Malaquías 3:8-12; Mateo 25:35-40; Lucas 21:1-4

OBJETIVO

Que los alumnos puedan determinar que cuando uno cumple con sus obligaciones a Dios, cosechará los beneficios del favor divino. Ellos podrán recitar varias formas en que puedan dar su dinero, a sí mismo, y su tiempo.

VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Más bienaventurado es dar que recibir. — Hechos 20:35
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. — Malaquías 3:10

INFORMACIÓN DE REFERENCIA

En agradecimiento por la bondad de Dios hacia ellos, y en reconocimiento del hecho de que todos los productos de la tierra vinieron de Dios, los Israelitas le trajeron una ofrenda de una porción de los frutos que maduraron primero. Estos eran vistos como las primicias de lo que sería la cosecha venidera. Tal ofrenda era hecha en favor de la nación (Levítico 23:10,17) e individualmente (Éxodo 23:19; Deuteronomio 26:1-11). Estas ofrendas fueron el sustento del sacerdocio.

Malaquías 3:10 en el cual Dios promete “abriré las ventanas de los cielos,” es una promesa de abundante lluvia y de estaciones de mucho fruto, de modo que “hasta que sobreabunde.” En otras palabras, los establos y graneros no serían lo suficientemente grandes para almacenar la cosecha. El “devorador” mencionado en el verso 11 es la langosta, una peste la cual a menudo destruye una cosecha entera.

Anime a sus alumnos a no guardar sus vidas, tiempo, y dinero de tal manera que no son útiles para Dios. Un futuro ministro o un futuro misionero puede estar entre sus alumnos. O puede tener en su clase a una futura ama de casa que pondrá a Dios primero en el hogar, guardando tiempo para enseñarles a sus niños estos mismos principios. Así fue Susana Wesley, la madre de Juan, quien llegó a ser el ministro intrépido de santidad de Dios, en toda Inglaterra, y luego para el mundo. Su hermano Charles escribió alrededor de 6,500 himnos, muchos de los cuales los tenemos todavía en el presente.

INTRODUCCIÓN

El Señor no necesita nada de lo que el hombre haya acumulado. Él posee los millares de animales de los collados (Salmo 50:10), el oro y la plata (Hageo 2:8), la tierra y todo lo que hay en ella (Salmo 24:1). Sin embargo, Él espera que seamos buenos administradores de lo que Él permite que adquiramos. Desde los tiempos de Abraham, Dios ha bendecido a los que han dado sus diezmos y ofrendas al Señor. Los diezmos y algunas ofrendas fueron exigidos bajo la Ley de Moisés en el Antiguo Testamento. Diezmar no es tratado en el Nuevo Testamento, pero fue aprobado por Jesús. En un punto, mientras Él hacía una advertencia a los escribas y fariseos, los llamó hipócritas. Ellos daban el diezmo, pero eran negligentes en cuanto a asuntos más importantes como la justicia, misericordia, y fidelidad. Si el plan de diezmar fuera a eliminarse, Jesús no les habría hecho la observación de que hacer estas cosas era vital, tanto como diezmar. Lea Mateo 23:23.

PREGUNTA/RESPUESTAS

  1. Poco después de su liberación de Egipto, los hijos de Israel se les dijo que fueran prontos a ofrecer la primera parte de sus ganancias (Éxodo 22:29). ¿Qué cree usted que significaba esto?

    Después de hacer que sus alumnos discutan sus interpretaciones, señale las palabras, “no demorarás.” Dios quería las primicias de los frutos. Posiblemente una razón para esto era que si uno pospone dar su ofrenda, es probable que no se haga. Otra razón pudiera haber sido que después de recoger la cosecha, se hubiera encontrado uso para todo, y no habría sobrado nada para dar. Y si se tarda mucho tiempo, el deseo de dar se va.
  2. El primer registro escrito que tenemos de alguien pagando los diezmos fue, cuando Abram pagó los diezmos a Melquisedec (Génesis 14:18-20). ¿A quién pertenecen nuestros diezmos y por qué? Lea Levítico 27:30.

    Nuestros diezmos pertenecen al Señor. El diezmo “es cosa dedicada a Jehová.” Pídale a su clase que enumere algunas de las formas en que Dios bendice a aquellos que le son obedientes en el pago de sus diezmos.
  3. Los israelitas no pudieron dar sus diezmos al Señor en persona, pero Dios tuvo un plan para los diezmos. A la luz de Números 18:21, ¿cuál cree usted que fue ese plan?

    El plan de Dios era que los diezmos fueran dados a los hijos de Leví. Enfatice en la discusión quienes eran los hijos de Leví, y cuáles eran sus deberes y obligaciones. Porque ellos hicieron el servicio de ministrar a la gente, Dios ordenó que se usaran los diezmos para su sustento.
  4. Ya que nosotros no somos israelitas con un sacerdocio que mantener, ¿a dónde deberían ir nuestros diezmos y ofrendas?

    Nuestro texto dice, “al alfolí.” Los alumnos sabiendo que no pueden dar nada directamente a Dios, deberán reconocer que deben seguir el ejemplo establecido en el Antiguo Testamento y enseñado en el Nuevo Testamento. El Apóstol Pablo dice, “A los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Corintios 9:14). Ya que hay muchas variedades de gastos en conexión con la expansión del Evangelio, debemos ser diligentes en pagar nuestros diezmos rápidamente. Además, debemos dar nuestra ofrenda voluntaria cada vez que Dios pone esto en nuestros corazones.
  5. ¿Cuál cree usted que es el significado de lo que dice Malaquías 3:8?

    Pídale a un par de alumnos que expresen sus pensamientos. Discuta con su clase como la mayoría de la gente diría que lo que posee o adquiere le pertenece. En realidad nosotros no traemos nada al mundo, ni nos llevaremos nada cuando dejemos este mundo. Lo que tenemos mientras estemos aquí, Dios lo ha permitido, y Él espera que le demos el diezmo al igual que las ofrendas. Algo menos que esto es robarle a Dios.
  6. ¿Cuál fue la promesa de Dios para aquellos que trajeron sus diezmos?

    Dios prometió abundante bendición si traían todos los diezmos al alfolí. Quizá estos israelitas sintieron que tenían mala suerte cuando los insectos devoraron sus cosechas y había un poquito de lluvia o ninguna. Pero ellos habían ignorado el aviso de Dios, que Él haría la lluvia como polvo y ceniza (Deuteronomio 28:24). Ellos no pusieron atención cuando Él les dijo que los insectos los cuales devoraron sus cosechas era su arma (Joel 2:25). Dios les dijo que se probaran a sí mismos, que si ellos hacían lo que Él requería, los insectos y los gusanos desaparecerían y la lluvia caería.
  7. ¿Cree usted que la “viuda pobre” que se menciona en Lucas 21:2 fue tonta en hacer lo que hizo? Dé una razón para su respuesta.

    Después que su clase haya ofrecido sus respuestas, recuérdeles de otra viuda, a la que Dios había instruido para alimentar a Elías en la época cuando no había lluvia en la tierra (1 Reyes 17:8-16). Si Dios podía proveer a esa viuda y a su hijo en la época de hambre, Él podía ciertamente proveer para esta viuda, que dio todo lo que tenía. Nosotros no sabemos si ella tenía conocimiento del Sermón del Monte, pero sin duda ella ponía el principio en practica. Ver Mateo 6:31-34.
  8. ¿Cómo relaciona Mateo 25:35-40 con el pensamiento del título de esta lección?

    Las respuestas de los alumnos serán variadas, pero un pensamiento que deberá ser señalado es que un cristiano deberá ofrecer a Dios más que su dinero. Pablo dijo “que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo” (Romanos 12:1). Esto incluirá usando nuestro tiempo para visitar las cárceles, hogares de ancianos y ayudar a los enfermos. Jesús dijo que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismo (Mateo 19:19). El hacer esto nos costará sacrificar tanto de nuestro tiempo como de nuestras fuerzas, usando nuestros talentos para el Señor.

PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS

  • ¿Cómo le robamos a Dios?
  • ¿Qué nos mandó Dios a hacer, de acuerdo a Malaquías 3:10?
  • ¿A qué edad debe una persona comenzar a diezmar?
  • ¿Cuáles son algunas de las formas en que el Señor y la iglesia usan nuestros diezmos?
  • ¿Es Dios pobre? ¿Podría Dios seguir adelante sin tu dinero? ¿Cómo te afectaría esto? ¿Perderías o ganarías?
  • ¿Qué otras cosas además del dinero espera Dios de nosotros?
  • ¿Cuáles son algunas de las formas en que Dios bendice a aquellos que de buena voluntad le dan?
  • ¿Qué es de aún más valor para Dios que nuestros diezmos y ofrendas?
  • Ya que Dios esperaba las primicias de los Hijos de Israel, ¿qué implica esto acerca de la importancia de nuestro dar a Dios primero? ¿Cómo se relaciona esto con nuestras prioridades acera de nuestro tiempo y dinero?
  • En la historia de LA RESPUESTA, ¿por cuál razón decía Tom que daba su dinero a la iglesia?

COSAS QUE HACER

Tome diez monedas o pesos para ilustrar los diezmos, o tome monedas al azar y calcule el diez por ciento. Hable acerca de la blanca de la viuda. Una blanca es igual aproximadamente a 1/8 de un centavo. El salario de un día era acerca de un centavo. Esto quiere decir que ella dio aun más del diez por ciento del salario de un día.

Haga una lista de las cosas que un niño puede hacer o dar para el servicio del Señor como ofrenda.

Traiga a clase un pedernal, un martillo, una linterna, una vela, y fósforos. Explique a los alumnos que el pedernal produce chispa sólo cuando se golpea con el martillo (forzado a dar.) El botón de la linterna debe ser presionado (apresurado, rogado) para que dé luz. No dará a menos que se le aplique presión. Una vela da su vida para dar luz, y no necesita ser golpeada o sometida a presión, sólo encendida. Queremos ser “velas” encendidas por Dios, y dispuestos a dar.

Presente un sobre a cada uno de tres alumnos. En un sobre, invente una factura de pagaré; en otro, una carta simulada de un amigo, diciendo que no puede venir a ayudarte con sus problemas porque no tiene tiempo; y en el tercer sobre (deberá ser amplio en tamaño) coloque un regalo pequeño envuelto en papel de regalo, sucio y roto. Pregúnteles a sus alumnos como reaccionarían si recibieran estas cosas de sus amigos. Relacione esto con nuestra lección. ¿Cómo se sentiría Dios si recibiera esfuerzos pobres y desganados?

Ponga a sus alumnos a hacer una lista de las cosas más importantes en sus vidas. Discuta cómo estas cosas pueden ser dadas al Señor.