TEXTO: Éxodo 3:1-15; Isaías 43:1-2
OBJETIVO
Que los alumnos puedan comparar el llamado de Moisés al llamado de Dios en su propia vida, y entender que cuando Dios nos pide hacer algo, Él estará con nosotros.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. — Mateo 28:20
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. — Isaías 41:10
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
Los hijos de Israel estuvieron en Egipto desde aproximadamente el año 1800 AC hasta aproximadamente 1400 años AC. La primera parte de la estadía había sido favorable para ellos. En la última parte de su estadía, sus vidas fueron reducidas a esclavitud. El clamor de sus corazones era por su liberación. Dios escuchó sus súplicas, y Moisés fue comisionado por Dios para sacar a los israelitas de la esclavitud.
La indicación de Dios de “quita tu calzado de tus pies” hizo sentido a Moisés. En el Este era una forma antigua, que es todavía vigente, de demostrar reverencia. Los sacerdotes egipcios observaban esta costumbre cuando entraban a sus templos para confesar sus pecados y su indignidad para estar en la presencia de sus dioses.
Como hijo adoptivo de la hija del Faraón, Moisés recibió la educación de un príncipe Egipcio. En la corte de Faraón Moisés aprendió aritmética, leer y escribir los jeroglíficos, que son mensajes por medio de dibujos pintados o tallados en monumentos de piedra. Moisés probablemente usó una pluma de juncos para escribir jeroglíficos en papeles hechos de plantas de papiro. Con más años, aprendió filosofía, matemática superior, y el estudio de las estrellas. Luego las lecciones nos muestran cómo Dios uso la educación de Moisés.
Los pastores árabes rara vez llevaron su manada más de un día de camino de donde acampaban, pero en esta ocasión Moisés debió haber ido en un viaje de varios días. Dios en su plan estaba guiando a Moisés a Horeb. Sinaí y Horeb parecen ser el mismo lugar. Se ha sugerido que Horeb es todo el contorno de la montaña, mientras que Sinaí se refiere al monte donde Moisés recibió la Ley.
Jehová Dios se reveló a sí mismo con el nombre “YO SOY.” Ninguna otra palabra pudo expresar tan perfectamente la verdad y el misterio de la naturaleza del Dios verdadero. Esto quiere decir que Él es eterno; auto suficiente; Él es lo que será.
INTRODUCCIÓN
La comisión que Moisés recibió de Dios, para guiar a los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto a la tierra prometida, fue enorme. Muchos intereses estuvieron en riesgo, y mucho dependía de él. Uno no puede culpar a Moisés por decir: “¿Quién soy yo?” Cuando Dios llama a alguien a una posición de responsabilidad en su servicio, esa persona podría sentirse incapaz. Pero el mandato de Dios lo capacitará. Con una orden, son dadas las fuerzas y la sabiduría requeridas. De seguro había gran fortaleza y seguridad en la promesa que Dios le dio a Moisés: “Yo estaré contigo.”
PREGUNTA/RESPUESTAS
- ¿Dónde estaba Moisés cuando escuchó el llamado de Dios? ¿Por qué cree usted que Dios escogió ese lugar?
Moisés estaba en el desierto cerca del Monte Horeb. Mientras sus alumnos discuten la segunda parte de la pregunta, ellos deberán ver que el lugar no era de tanta importancia como la condición del corazón de Moisés. El tiempo era el correcto para que Dios le llamara. El punto a establecer es que Dios llama a una persona dondequiera que él esté, y en cualquier circunstancia que él se encuentre. La responsabilidad de cada persona es reconocer el llamado de Dios, y responder a él.
- Dios permitió que algunas circunstancias inusuales dirigieran el curso de la vida de Moisés. Señale brevemente esos eventos, usando Hechos 7:20-29.
Moisés fue guardado de una muerte prematura en su infancia, y criado por la hija del Faraón. Él fue educado en toda la sabiduría de los egipcios, y vivió allí hasta los cuarenta años de edad. Después de matar a un egipcio que maltrataba a un israelita, huyó a Madián, donde vivió por cuarenta años, se casó y tuvo dos hijos (sus nombres son dados en Éxodo 18:2-4). Pregunte a sus alumnos cómo esta historia pudo haber afectado la habilidad de Moisés de llevar a cabo el llamado de Dios. El punto a relucir es que Dios puede usar nuestros antecedentes, potencial y talentos, aunque su llamado no depende de ellos. Podemos descansar seguros en su sabiduría, aunque creamos que su llamado es muy grande para nuestras habilidades.
- Dios usó una manifestación sobrenatural para llamar a Moisés. ¿Cómo llama Él a la gente hoy en día? ¿Cómo podemos saber que cualquier llamado de Dios es tan importante como Su llamado a Moisés, aunque no se haya dado en forma espectacular?
Permita que sus alumnos ofrezcan algunos ejemplos de la forma en que Dios llama a la gente hoy día. Ellos deben mencionar cosas tales como, a través de la inspiración de una porción de Escritura, a través de una impresión fuerte cuando se busca la voluntad de Dios, a través de la oración o a través del consejo o aviso del ministerio. La importancia del llamado de Dios puede verse a través de muchas Escrituras. Romanos 11:29 revela que es incambiable. Filipenses 3:14 lo asocia con un premio. En 2 Timoteo 1:9 leemos que es un llamado “santo,” dado según los propósitos de Dios y de su gracia. De modo que no importa como llega el llamado de Dios a una persona, es de mucho más valor que cualquier llamado terrenal.
- ¿De qué importancia fue para Moisés cuando Dios le declaró que Él era el Dios de Abraham, Isaac, y Jacob?
Mientras sus alumnos discuten sus respuestas, usted tal vez quiera señalar que esta oración pudo haber sido hecha para recordar a Moisés del poder de Dios. Indudablemente Moisés había sido enseñado como Dios había guiado, sostenido y trabajado por sus antepasados. Al recordar esto él sentiría la seguridad de que Dios también estaría con él. Así en nuestros días, recordar las bendiciones pasadas y recordar cómo Dios estuvo con los creyentes en los días pasados, nos pueden asegurar en cuanto a la presencia de Dios con nosotros hoy día.
- Haga una comparación de la respuesta de Moisés y cómo responden hoy algunas personas que reciben el llamado de Dios.
Moisés preguntó al Señor, “¿Quién soy yo?” Él obviamente se sintió insuficiente al oír la tarea que Dios había puesto ante él. A menudo hoy, aquellos que sienten el llamado de Dios a hacer alguna tarea piensan que son incapaces, por eso se vacilan. Sin embargo la promesa a Moisés de que “yo estaré contigo” se extiende a toda persona que responda al llamado de Dios y se empeña a trabajar por Él. Ver Josué 1:5.
- En el verso 12 de nuestro texto, Dios prometió a Moisés una seña. ¿Cuál fue la señal? ¿Hace Dios esto para nosotros hoy en día? Explique.
Dios prometió a Moisés que cuando la gente saliera de Egipto, serviría a Dios “sobre este monte.” Al comienzo de la discusión de esta pregunta, usted deseará señalar algunas ocasiones bíblicas cuando Dios dio una señal o testigo visible de una promesa que Él había hecho. Algunos ejemplos se podrían incluir la señal del arco iris que se le dio a Noé, el vellón de Gedeón, la promesa de que “la virgen concebirá,” y la búsqueda por parte de los pastores del bebé envuelto en pañales. Sus alumnos indicarán que las señales que seguirán la predicación del Evangelio, son testigos de la veracidad del llamado de Dios.
- En nuestro verso clave, Dios hizo tres promesas encuanto a lo que Él hará por Su pueblo. ¿Cuáles eran?
Dios prometió fortalecer, ayudar y sustentar. Anime a sus alumnos a relatar formas específicas de cómo estas promesas se aplican a cada uno de ellos hoy día. Por ejemplo, la promesa de fortalecer podría significar, “aumentar la fuerza física, dar fuerza espiritual para vencer los poderes del enemigo, dar fuerza mental al estudiar y percibir las verdades de su Palabra, dar fuerza y coraje para no sentir miedo al atestiguar para Él.” Mientras los alumnos exploran las profundidades de estas promesas, esto debe aumentar la seguridad que ellos tienen cuando saben que el Señor esta con ellos. Seguramente con la fortaleza, ayuda y apoyo que Él ha prometido, ellos podrán llevar a cabo el llamado que Él ha puesto sobre sus vidas.
- ¿Qué prometió Dios a Moisés que haría por los hijos de Israel? Haga una comparación entre las promesas dadas a los israelitas y las promesas a los cristianos.
Dios prometió sacar a los hijos de Israel de la esclavitud egipcia y llevarlos a una tierra que fluía leche y miel. La herencia del cristiano incluye la promesa de la vida presente y la venidera (1 Timoteo 4:8). Platique con los alumnos cómo los hijos de Israel pasaron a través de algunos lugares difíciles antes de que entraran a la tierra prometida, pero Dios estaba con ellos y estaban muy contentos una vez que se establecieron en su nueva tierra. Los cristianos enfrentan dificultades también. Pídales a los alumnos que lean algunas de las Escrituras que muestran este hecho, tal como Mateo 10:22; 1 Timoteo 6:12; 2 Timoteo 2:3.
- La humildad es una cualidad esencial del liderazgo en la obra del Señor. ¿Qué palabra se usa en Números 12:3 para describir esta cualidad en la vida de Moisés?
Manso. En discusión con sus alumnos señale que la mansedumbre no es cobardía, pero en la actualidad muestra que uno puede ser manso y humilde, y a la vez ser de carácter fuerte. Ver Lucas 6:29. Aunque Moisés era un hombre manso, Dios lo habilitó para pararse ante el Faraón, rey de Egipto, y exigir que la gente de Dios fuera liberada de la esclavitud, como Dios había dicho. Al seguir el ejemplo de Moisés y obedecer al llamado de Dios, podemos probar en nuestras vidas el hecho de que Dios estará con nosotros como Él estuvo con el primer líder de la nación de Israel.
PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS
- ¿Qué cualidades vio Dios en Moisés por los cuales lo escogió como líder de los israelitas?
- ¿Cómo debemos equiparnos para que Dios pueda usarnos?
- ¿Cuáles son algunas de las cosas por las cuales Dios podría llamar a la gente joven a hacer?
- ¿Has sentido alguna vez el llamado de Dios?
- ¿Qué edad tenía Moisés cuando Dios lo llamó en la zarza ardiente?
- ¿Cuál era el trabajo de Moisés en el momento que vio la zarza ardiendo?
- ¿Cuál era el trabajo de Moisés después que Dios lo llamó?
- ¿Cómo sabía Moisés que era Dios que le estaba hablando?
- ¿Dijo Dios que Él iría con Moisés?
- ¿Irá Dios con nosotros y nos ayudará cuando le sirvamos?
COSAS QUE HACER
Escriba las letras A-R-D-I-E-N-D-O al lado izquierdo de una hoja grande de papel. Haga que sus alumnos le ayuden a llenar las cosas que ellos podrían ser llamados a hacer que comienzan con cada letra. Por ejemplo: A — Atraer un amigo a la Escuela Dominical, R — Revelar el amor de Dios hacía el pecador.
A mano izquierda de una hoja de papel, dibuje una figura representando a Moisés. Repita la figura en el lado derecho de la hoja, pero agréguele fuego. Póngale un título al dibujo, “Moisés + Poder de Dios.” Entre las dos, haga una lista de estas palabras: Valiente, Deshonesto, Temeroso, Gran líder, Tímido, Descortés, Más débil que los enemigos, Dispuesto, Liderazgo pobre, Infeliz, Confidente, Corto en palabras, Fuerte. Haga que los alumnos dibujen líneas conectando las palabras apropiadas al cuadro de la izquierda para mostrar cómo Moisés se veía a sí mismo, y líneas al cuadro de la derecha para mostrar cómo podía ser Moisés con el poder de Dios.
Lleve una foto de una fuego ardiendo o una fogata. Pregunte a sus alumnos si un fuego puede mantenerse sin agregarle madera. ¿Se mantiene el fuego en un lugar o usualmente se expande? La zarza ardiendo no se consumió. Una fogata o un incendio forestal quemará cualquier madera que contacte.
Muéstreles a los alumnos diferentes tipos de relojes: grandes de pared, pequeños como relojes de pulsera, nuevos y viejos. Enfoque el hecho de que todos tenemos trabajos que hacer para Dios. Cada parte de un relojes importante, no importa cuan pequeña sea. Todos somos una parte de la familia de Dios y cada uno necesita hacer su trabajo. No importa cuan jóvenes o cuan viejos seamos, podemos hacer cualquier cosa con la ayuda de Dios.
Haga tarjetas de repaso de la lección que son como dibujos de palabras. Para hacer esto, escoja de 8 a 10 palabras importantes de la historia que puedan ser ilustradas sencillamente (zarza ardiendo, pastor, etc.). Las tarjetas deben ser de 10 x 25 centímetros en tamaño. Haga que los alumnos escojan una tarjeta, la pongan en la pizarra y digan qué parte de la lección trae a la memoria esa palabra.