%402x.svg){kind=icon}
LECTURA BÍBLICA: 1 Corintios 9:24-26; Hebreos 12:1-2; 2 Timoteo 4:7-8
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. — 1 Pedro 5:4
“¡Mamá! ¡Mamá, gané!”, gritaba Jeremías mientras corría por las escaleras.
“Jeremías, ¡eso es maravilloso!”, dijo su madre. “Has estado practicando tanto para esta carrera”.
“¡Mira! ¡Aquí está el guante que gané! ¿No es maravilloso?” Las palabras salían de Jeremías mientras movía el guante en el aire.
“¡Ah, eso es muy bueno!”, exclamó su madre.
“Además del guante, pondrán mi nombre en un premio y lo pondrán en la pared del colegio”, Jeremías continuaba. “Por favor mamá, ¿puedo ir a la casa de Timoteo y contarle que gané?”
Tan pronto como su madre decía que sí, ya había salido por la puerta. Casi no podía esperar para contarle esto a su primo. Sabía que se sentiría orgulloso de él.
Timoteo tenía once años más que Jeremías, pero siempre escuchaba cuando Jeremías compartía las cosas importantes con él—cosas como campamentos, cachorros nuevos, y hasta esta carrera.
“Sí, eso está muy bien”, exclamó Timoteo cuando escuchó las noticias. “¿Quién llegó en segundo lugar?”
Jeremías contestó, “María llegó segunda”. Se detuvo, y luego siguió. “Pero no estaba muy contenta. De hecho, lloró. Sólo llegó un o dos segundas demasiado tarde. Lo siento mucho por ella. Realmente se esforzó. La veía practicando siempre que corría en el parque. Es malo que no podamos ganar todos”.
Se sentaron sin decir nada durante un rato y Jeremías preguntó, “Timoteo, ¿por qué siempre hay sólo un ganador? Todos trabajan duro y luego sólo el ganador se siente bien. Se pensaría que harán reglas diferentes para que todos se sintieran felices”.
“Eso sería muy bueno, Jeremías, pero así no es la vida”, respondió Timoteo. “Oye, conozco una carrera donde todo el que cruza la meta final será un ganador. ¡La carrera hacia el Cielo!”
“No, Timoteo, hablo sobre una carrera que se corra todos los días para mantenerse en forma”, comentó Jeremías. “Una donde ganes un premio al final”.
“Eso es lo que haces en la carrera al Cielo”, dijo Timoteo. “Si quieres llegar al Cielo, debes amar a Jesús y obedecerle siempre. Y si lo haces, Jesús te prometió un premio al final—¡vivirás con Él en el Cielo por siempre!”
EL RINCÓN DE LOS PADRES
Un niño en edad de escuela primaria conoce muy bien los premios, de modo que esta lección será de gran interés para él. Aprenderá que a cada uno que haya sido salvado y que esté en la “carrera” al Cielo se le ha prometido un premio si termine la carrera.
Su niño aprenderá que para permanecer en la carrera se necesita hacer un esfuerzo, pero uno de las recompensas prometidos es una corona. Para ilustrar esto, permite a su niño hacer una corona de papel. Deje que la decore con los colores y adornos que le gusten y compre dulces que su niño puede pegar a la corona para hacerla aún más impresionante.
Anime a su hijo a presentar la corona a la familia después de la comida, con una explicación de qué representa.
ACTIVIDAD DE LECCIÓN
DEVOCIONES FAMILIARES
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: 1 Pedro 5:4 | LUNES: Mateo 10:42 | MARTES: Filipenses 3:14 | MIÉRCOLES: Colosenses 3:23-24 | JUEVES: 1 Juan 2:25 | VIERNES: Apocalipsis 22:14 | SÁBADO: Hebreos 11:6
%402x.svg){kind=icon}