VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio. — Salmo 51:10
“Érica, ven rápidamente”, la señora Lopez llamó a su hija. “¡Quiero mostrarte algo!”
Érica dejó el rompecabezas que estaba ordenando y corrió hacia el patio. Encontró a su madre parada debajo de un árbol, mirando fijamente algo escondido en medio de las ramas. La señora Lopez sonrió a su hija, haciéndole señas para que se acercara.
“Mira, Érica”. Ella señaló hacia arriba y Érica vio una pequeña y sedosa envoltura en una rama cercana. “Es un capullo, y se está abriendo. ¿Ves dónde está empezando a desunirse?”
Érica se asomó de cerca. “¡Sí! ¡Sí, lo veo! Oh, mamá, ¿realmente hay una mariposa dentro de ese capullo?”
“Ciertamente allí está, y está trabajando muy duro para abrirlo”.
Se pararon por largo tiempo mirando a la mariposa luchando para liberarse del capullo. Érica jadeaba con emoción mientras la mariposa salía. Ella la miró pegarse a la rama mientras movía sus alas. ¡Era hermosa! De repente se fue volando, libre para irse por fin, una creación completamente nueva.
Érica no podía olvidar cuán hermosa era la mariposa y el milagro de su nacimiento. “Fíjate, mamá, hace muchos días que una oruga se envolvió a sí misma dentro de un capullo, y hoy ha llegado a ser una mariposa hermosa”.
“Las mariposas siempre me recuerdan la salvación”, dijo la señora Lopez. “En la Biblia, Jesús le dijo a Nicodemo que él tenía que nacer de nuevo si deseaba ir al Cielo. Precisamente como esa oruga se quitó su capullo para que naciera una mariposa, nosotros debemos pedir a Dios que nos perdone y que nos quite nuestros pecados. Cuando Él lo hace, ¡nacemos de nuevo! Somos perdonados y somos como personas nuevas ante los ojos de Dios”.
“Sé lo que eso significa, porque Jesús hizo eso por mí cuando me salvó de mis pecados. ¿Lo hizo Él, mamá?”
“Sí, Él lo hizo. Recuerdo ese día muy bien”.
Érica sonrió y dijo, “Lo recuerdo también. Yo había sido tan infeliz por tanto tiempo. Pero cuando le dije a Jesús que estaba arrepentida por todas las cosas malas que yo había hecho, Él me perdonó. Ahora estoy libre del pecado, ¡tan libre como esa mariposa!”
“¿No es eso maravilloso?”, la señora Lopez exclamó mientras se daban un gran abrazo.
Mientras continuamos estudiando el plan de Dios para ayudarnos a estar listos para el Cielo, aprendemos en esta lección, acerca de cómo nuestros corazones pueden ser hechos limpios por la Sangre de Jesús. Como un proyecto con su hijo esta semana, haga una ventana colgante la cual representa este pensamiento.
Ayude a su hijo a recortar una figura en forma de corazón del centro de una hoja de papel de color negro, dejando la parte de afuera intacta. Luego permita que raspe pedacitos de creyón rojo en un papel encerado de 30cm. Coloque otro pliego de papel encerado por encima. Coloque los pliegos entre un periódico viejo y use una plancha caliente para derretir el papel encerado con el creyón. Arme el papel encerado detrás del marco negro.
El resultado del corazón se verá muy bonito colgado enfrente de una ventana o donde le dé la luz.
Versículos para ayudar a su hijo a comprender esta lección Bíblica. DOMINGO: Salmo 51:10 | LUNES: Jeremías 29:13 | MARTES: Salmo 119:9 | MIÉRCOLES: Salmo 119:2 | JUEVES: Mateo 5:8 | VIERNES: Salmo 119:34 | SÁBADO: Proverbios 3:5