VERSO CLAVE:
Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia. — Job 28:28
Poco antes de que muriera, el rey David estableció a su hijo, Salomón, como rey sobre Israel, como Dios lo había ordenado. De este modo, David aconsejó a su hijo a servir al Señor “con corazón perfecto y con ánimo voluntario” (1 Crónicas 28:9). Anteriormente, David le había amonestado a Salomón para que construyera una casa para el Señor, deseando que el Señor le diera sabiduría y entendimiento (1 Crónicas 22:12). El deseo de David para su hijo fue concedido en que Salomón le pidió a Dios la sabiduría y entendimiento necesario para juzgar y guiar a los hijos de Israel. La Biblia da ánimo a todos para que busquen la sabiduría de Dios.
Ideas en que pensar: ¿Cómo está relacionada la sabiduría piadosa a la madurez cristiana? Lea Efesios 3:17-19 y 4:13. ¿Ha observado a los cristianos que no pueden ser movidos de su fe por las circunstancias más adversas? ¿Ha visto a algunos pronunciarse cuando ha parecido que todo estaba en contra de ellos? ¿Ha oído respuestas suaves dadas cuando palabras crueles han sido dichas? ¿Ha notado a personas parecidas a Cristo que no se ofendieron más bien oraron por aquellos que los han maltratado? Estas personas son cristianas maduras a quienes les han sido dados una buena medida de “sabiduría de Dios.” La oración de Pablo por la iglesia en Efeso, era que Cristo morara en sus corazones por fe, y que ellos pudieran establecerse y ser cimentados en amor, de modo que comprendieran la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo, lo cual excede a todo conocimiento mundano, de modo que pudieran ser llenados con la plenitud de Dios. De esa manera la sabiduría piadosa es manifestada cuando somos llenados con el amor de Cristo, y la madurez cristiana es ser realmente semejante a Cristo.