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¿Sucede Algo?

Currículo
Respuesta para Estudiantes
163
TEXTO: Daniel 1:17-20; 2:1-13, 24-30

¿La mirada preocupada de Jasón, motivó que Juan preguntara sucede algo?

JUAN SE AGARRÓ de las tablas que estaban clavadas al árbol y subío rápidamente a la casita para niños que se había construido en el árbol. Colocando su mochila en una esquina, le dirigió una sonrisa a su amigo, Jasón, quien estaba recostado contra la pared mirando a las ramas color de oro y marrón que les rodeaban. Buscando en su bolsillo una manzana que le había quedado del almuerzo, Juan tocó a Jasón con el pie.
“Hola . . . me ganaste hoy. ¿Saliste de clase temprano o alguna otra cosa?”
“Sí, respondió Jasón en pocas palabras, pero no miró hacia arriba.
Juan miró otra vez a su amigo. “Oye ¿Sucede algo? Pareces estar preocupado.”
Por un momento solo había silencio, luego Jasón suspiró y dijo, “no . . . bueno, espero que no . . . ”
“Oye, Jasón,” dijo Juan sentándose a su lado. “Dime lo que te preocupa. Yo sé que es algo.”
Después de un minuto, Jasón admitió, “sí . . . bueno, son mis padres. Ellos tienen algunos problemas y no saben qué hacer. Les oí hablar de algo que dijo el horóscopo de mi padre – como si éso debiera dirigir su decisión. Parece que decidieron invitar a casa a un tipo que está metido en la astrología. Ellos creen que él puede contestarles algunas preguntas.”

VERSO CLAVE: La sabiduría verdadera viene de Dios.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente. — Santiago 1:5

“¿Creen ellos realmente  que la astrología puede ayudarles?”
“No sé. Ese es el problema. Odio verlos metidos en esa basura. Lo primero que mamá lee en el periódico es la sección del horóscopo. Pero yo creía que era un pasatiempo. No puedo creer que ella crea que eso es verdad.”
Juan frunció las cejas. “Recuerdo haber leído en la Biblia sobre astrólogos y magos. Dios no se complaciá de la gente que confiaba en esas cosas en vez de confiar en Él.”
Jasón asensó con la cabeza. “Si, eso es lo que me tiene pensando. ¿Haz leído la lección de la escuela dominical de esta semana? Se trata de cómo Dios les dio a Daniel y a sus tres amigos sabiduría, que era diez veces más grande que la de todos los magos y astrólogos en el reino.”
“Si es verdad. ¿Tú has tratado de hablar con tus padres sobre esto? Tal vez ellos no saben cómo Dios se siente acerca de los astrólogos y cosas parecidas.”
“No. Tú sabes que ellos no asisten a la iglesia. Pero no creo que ellos traten intencionalmente  de disgustar a Dios.“
“¿Por qué no tratas de explicarles a tus padres la diferencia que hay entre la sabiduría de Dios y la de los hombres,” sugirió Juan. “Cualesquieran sus problemas, yo sé que Dios puede solucionarlos. Y si nosotros le pedimos sabiduría a Dios. Él nos la dará. ¿No es ese el texto clave de esta semana?—¿Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente.”
“Jasón asensó con la cabeza. Creo que les voy hablar de esto esta noche.”
Al día siguiente cuando Daniel llegó a la casita en el árbol, Jasón ya estaba ahí. Una mirada más de cerca, le contestó la respuesta  que planeaba preguntarle. Después de un momento que parecía interminable, Juan finalmente entre los dientes preguntó, “¿No funcionó?” La única respuesta de Jasón fue sacudir lentamente la cabeza mientras mirada más allá de donde se encontraba su amigo Juan. Por fin Juan dijo, “Lo siento mucho amigo.” Parecía que Jasón no lo escuchaba. Juan bajo por la escalera buscando las palabras correctas que decirle. Pero no encontró ni una.
Al día siguiente Juan estaba abriendo su alacena, cuando sintió una palmada en su espalda. Al voltiarse rápidamente vio una gran sonrisa en el rostro de Jasón. “!Adivina!” dijo Jasón. “Esta mañana mi mamá vino a mi habitación y me pidió perdón por la forma en que me habló la otra noche. Ella dijo que comenzó a pensar en las cosas que yo le dije y ella se sintió mal. Sobre todo cuando no discutí, ni le contesté como era mi costumbre antes de ser salvo. ¡Juan, además ella quiere ir conmigo a la iglesia este domingo! ¿No es grandioso? Sabes, le pedí al Señor sabiduría para decir las cosas correctas en el momento oportuno. Él me ayudó aun cuando no debía decir nada.”
“Oh sí,” Juan asensó con la cabeza y sonrió. “Lo creo.”

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Desde Arriba