Los estudiantes podrán recontar los eventos del nacimiento de Cristo. También podrán reconocer el gran amor que Dios mostró a la raza humana en darles a Su único Hijo.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. — Lucas 2:11
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. — Juan 3:17
Los romanos no tuvieron el dominio sobre todo el mundo. La frase, “que todo el mundo pagará tributo,” significa las partes del mundo que estaban bajo el gobierno Romano. Uno de esos lugares, Belén de Judea, fue la ciudad ancestral de José, y donde él tenía que ir para pagar su tributo (impuestos), de acuerdo al decreto de Cesar Augusto. Aunque habían dos Belénes en el tiempo del nacimiento de Cristo, una era en Judea y la otra en Galilea, Lucas escribe que José y María “entraron a Judea, la ciudad de David, que se llama Belén.” Esto no nos deja duda alguna del lugar de nacimiento de Jesús. El rey David, siendo joven, atendió las ovejas de su padre en el valle cerca de Belén, posiblemente el mismo valle donde sus antecesores Rut y Booz se encontraron. Este seguramente sería el mismo valle donde los ángeles hicieron el anuncio a los pastores.
En el verso 17 leemos, “Ellos hicieron saber en todas partes, lo que se les había dicho acerca del niño.” Estos pastores fueron los primeros en proclamar el Evangelio de Cristo. El nacimiento de Cristo fue anunciado por una proclamación angelical que decía que había nacido un Salvador “quien es Cristo el Señor.” Su nombre, Jesús no fue mencionado en ese momento, pero ya había sido escogi-do, no por José y María, pero por orden de Dios, por me-dio del ángel Gabriel. El nombre de Jesús es la forma griega del nombre de Joshua en Hebreo, ambos significan “Dios salva,” o “Salvador.” Era el nombre favorito de esos tiempos, por lo tanto era muy común. Es, sin duda, por esta razón que en la Biblia, Jesús es llamado Jesucristo, para distinguirlo de los demás que tenían el mismo nom-bre. La palabra Cristo significa “ungido,” y se refiere al ungido por Dios para ser el Salvador de toda la raza humana.
La proclamación angelical: “Porque ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:11), anunció el mayor regalo de Dios dado a los hombres. Este mensaje fue dado a los pastores que estaban pastoreando sus ovejas. Ellos no dudaron la maravillosa declaración, ellos vieron la gloria del Señor que brilló a su alrededor, y pronto anunciarían las buenas noticias a los demás. Los ángeles de Dios se dieron cuenta de la importancia de este anuncio, porque tan pronto se anunciaron las buenas noticias, una multitud de huestes celestiales se unieron a la adoración: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2:14).
Lleve a clase un paquete envuelto en papel de regalo. Discuta las diferentes cosas que lo componen. (Cinta, listón, papel, caja). Pregúntele a la clase cómo un niño de tres años abre un regalo. El paquete lo entusiasma, pero más le entusiasma lo que está adentro. Dígales que nuestro regalo a Cristo debe ser nuestra vida. Venimos de todas formas, tamaños, y colores pero Dios aprecia lo que hay dentro.
En una esquina del salón de clase, tal vez quieras construir un pesebre. Construya el pesebre uniendo algunos pedazos de madera, dentro del pesebre eche un poco de paja y un muñeco. Envuelva al “niño” con pañales. Sobre una pizarra que pueda pararse, escriba el verso clave y colóquelo a lado del pesebre en un lugar visible.
Pídales a los estudiantes que hagan una lista de las cosas que son importantes, preciosas, y especiales para ellos. Pídales que dibujen una o dos figuras sobre el corazón hecho de papel. Sobre un corazón más grande (hecho de cartulina) escriba el nombre JESÚS. Dígales a los estudiantes que Jesús es el único Hijo de Dios, y es presiado de Dios. Pero Dios nos amó tanto que estuvo dispuesto a darnos a Su Hijo para pagar nuestra redención. Si queremos ser redimidos debemos darle nuestro corazón a Jesús.
Tome un papel largo y dóblelo en forma de acordeón. Dibuje un ángel desde la parte de arriba. Recorte el ángel (manteniendo unidos los lados) para hacer un coro de ángeles. En los vestidos de los ángeles escriba una parte del verso clave, de modo que cuando se abra el papel pueda leerse el verso completo. Esto puede ser agregado a su tablón de clase.
Use un Nacimiento Navideño para relatar la historia. Deje que cada niño mueva una pieza mientras va desarrollando la historia Navideña. Ellos disfrutaran haciendo las voces de las figuras; ejemplo, decir lo que piensan que dijeron los pastores cuando vieron al niño Jesús por primera vez.