REBECA ENTRÓ a su casa con una mirada tormentosa. “¡No es justo!” gritó ella mientras cerraba la puerta detrás de ella.
La mamá de Rebeca entró a la habitación con una mirada de preocupación. “¿Qué pasa Rebeca?”
“¡No quiero ver a Luisa jamás!” dijo Rebeca, tirando sus libros sobre el sofá y quitándose la chaqueta.
Su mamá trató de calmarla. “Rebeca, ¡No debes decir cosas como esas! Ahorita estás enojada y no sientes lo que dices realmente. Ahora dime, ¿que pasó que te ha enojado tanto?”
Rebeca pasó al comedor y gruñó: “Luisa y yo hemos sido mejores amigas todo el año. La semana pasada llegó una muchacha nueva a nuestra clase. Desde entonces, Luisa ha hecho todo con ella. Ella ni siquiera me ha hablado y hoy cuando le pedí que viniera, me contestó que ella ya tenía planes para ir a la casa de Sara. Sara estaba parada allí mismo, pero sólo se voltearon y se fueron. Era obvio que nunca pensaron incluirme. ¡No es justo, Mamá!”
Rebeca se limpió las lágrimas impacientemente con su mano, mientras la madre decía: “Siéntate, Cariño. Quiero mostrarte algo.” Ella alcanzó su Biblia y se sentó en el sofá. Después de un momento, Rebeca se sentó a la par de su madre. Su madre continuó: “Sé que lo que estás pasando es muy difícil de entender. Pero, ¿sabías que tienes un Amigo que te ama, y que es el mejor amigo de lo que Luisa lo puede ser?”
VERSO CLAVE: ¡Jesús es nuestro mejor Amigo!
Y amigo hay más unido que un hermano. — Proverbios 18:24
“¿Te refieres a Jesús?” pregunto Rebeca, mirando la Biblia.
“Eso es correcto. Jesús es un Amigo que nunca te dejará. Uno de los Proverbios dice: ‘Y amigo hay más unido que un hermano.’ Ese Amigo es Jesucristo. ¿Sabes cuánto te ama?”
“Bueno, me imagino que mucho.”
“Ten. Busca Juan 15:13 y léemelo.” Rebeca cogió la Biblia de manos de su madre. Ella dudó un momento luego buscó entre las páginas hasta encontrar la Escritura. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Rebeca miró a su madre pensativa. “Jesús entregó Su vida por mí, ¿no es cierto? No conozco de ningún otro amigo que haya hecho esto. De seguro que Él me amó mucho.”
“Eso es correcto, Rebeca. No hay amor más grande, como el amor de Jesús por ti. Él realmente se preocupa por tus problemas y de las cosas que te preocupan. Algunas veces parecerá que eres una más entre muchos, así que ¿cómo puede Jesús conocer tus necesidades, tus pensamientos, y tener cuidado de ellos? ¡Pero Él lo hace! ¡La Biblia dice que Él sabe cuantos cabellos tienes en tu cabeza!
Rebeca sonrió: “Apuesto que Luisa no se imagina cuantos cabellos tengo.”
La mamá le devolvió la sonrisa. “No, estoy segura de que no os podría contar todos. Y tú y Luisa tienen mucho tiempo siendo amigas, y conocen mucho una de la otra. “Ahora, Rebeca, ¿cuál es una de las cosas que más disfrutas de tus amigos?”
“Me gusta conversar con ellos.”
La mamá de Rebeca sonrió mientras decía: “Lee la última parte del verso quince.”
“Os he llamado amigos; porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Rebeca hizo una pausa y pensó por un momento. “Esto suena como que si Jesús nos lo ha dicho todo, igual como lo haría un amigo.”
“Eso es lo que significa. Y Jesús nos ayuda con nuestros problemas, del mismo modo que lo haría un amigo,” añadió su mamá.
Rebeca estaba verdaderamente interesada ahora.” ¿Crees que Jesús pueda resolver mis problemas con Luisa?”
Si tienes a Jesús en tu corazón y oras, Él contestará tu oración. Tal vez no sea en la forma que esperas, ¡pero Él responderá! Él tiene cuidado de tu infelicidad acerca de Luisa, y el modo de que funcione.”
“Rebeca se estiró y se puso de pie lentamente. “Estoy realmente agradecida de tener un Amigo como Jesús. Quiero estar segura de que soy su amiga y mantenerme a Su lado. Gracias Mamá.”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Necesitas Un Amigo?