TEXTO: Lucas 14:7-14; 18:9-14
VERSO CLAVE:
Y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. — 1 Pedro 5:5
ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Isaías 57:15; Miqueas 6:8; Santiago 4:10
INTRODUCCIÓN
Haciendo cosas que parecen ser correctas delante de los demás no garantiza una posición correcta a la vista de Dios. Jesús examinó los corazones de los hombres que fueron invitados a la cena mientras buscaban los sitios principales en los cuzales comer, y contó una parábola acerca de tomar el lugar más bajo. La parábola también señaló que uno no debería invitar a sus amigos, hermanos, parientes, y vecinos ricos a su cena, más bien a los pobres, a los cojos, a los mancos, y a los ciegos. Nuestros motivos determinarán nuestra recompensa. La humildad, no la autoexaltación, es un sello del Evangelio. Esto es demostrado de nuevo en la parábola del fariseo y el publicano.
PREGUNTA
- Por qué cree que aquellos que habían sido invitados a la cena por uno de los fariseos escogieron los sitios principales en los cuales comer?
- ¿Cómo podrían las reuniones de la iglesia ser un lugar para probar los motivos de un cristiano en relación al “lugar que está buscando”?
- ¿Por qué aconsejó Cristo al fariseo principal que no llamara a sus amigos, hermanos, parientes, o vecinos ricos a sus fiestas?
- ¿Jesús le aconsejó al fariseo que llamara a quién a su fiesta? ¿Por qué?
- ¿Qué fue lo aplaudible del fariseo que subió al templo a orar? ¿Qué fue aborrecible a Dios acer-ca del mismo fariseo?
- ¿Qué indicó la postura y las acciones del publicano en nuestro texto acerca de su presentación hacia Dios?
- ¿Por qué le es tan difícil a la gente orar una oración sencilla de una frase como la de el publicano? ¿Por qué es importante que ellos lo hagan?
- Explique la diferencia entre la justificación del publicano y la del fariseo.
- Explique Lucas 14:11: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”