VICTOR ESTABA usando su navaja, y cuidadosamente comenzó a diseñar un patrón alrededor de la base del pequeño escudo, cubierto con papel de aluminio que tenía sobre la mesa. ¡Bien! Este pequeño escudo completa el traje de la armadura que transformaría esta figura en un caballero (soldado en caballo), de la mesa redonda.
Cuando su maestro de estudios sociales, el Sr. Connally, dio esta asignatura como una parte de su estudio de la Inglaterra Medieval, él pensaba que sonaba un poco aburrido. Pero el proyecto ha comprobado ser actualmente divertido. Esos caballeros realmente tenían que usar mucha armadura para estar preparados para la batalla. Él descubrió esto mientras estudiaba e investigaba cada pieza y trataba de construirla de cartulina y de papel aluminio.
Recogió la pequeña espada y la puso en la mano de la figura, ajustando la posición de la armadura para que la espada estuviera lista.
“¡Se ve muy bien!” La voz agradable de su papá interrumpió sus pensamientos. “Sí que tienes realmente un traje de armadura excelente.” Victor le dio la figura a su papá para una inspección más de cerca.
“Sí, resultó ser un proyecto divertido, al fin de cuentas fue mejor que escribir un artículo, de todos modos. Al hacer todas estas piezas pequeñas de armadura me hace desear ser uno de aquellos caballeros de esos días. Debió haber sido emocionante.” El papá de Víctor sonrió. “Estoy seguro de que hubieron momentos cuando no fue tan emocionante. Pero, Víctor, sabes que aun tienes la oportunidad de ponerte una armadura hoy en día. Dios nos ha mandado como cristianos a hacer esto.”
VERSO CLAVE: Yo quiero toda la armadura de Dios.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. — Efesios 6:11
“Vamos, Papá,” Se río Víctor “¡No me digas que tienes un traje de armadura en tu guardarropa, colgando al lado de tu traje!”
“Bueno, no exactamente. Pero sí tenemos una batalla diaria en contra de Satanás y el pecado, y se nos ha dicho que nos pongamos toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. ¿Cuán importante es cada pieza de esta armadura que has hecho, Víctor?”
“Ningún caballero hubiera querido enfrentar la batalla y olvidarse de alguna pieza.”
“Estoy seguro que estas en lo cierto. Y en nuestra lucha cristiana, tener la armadura completa es igual de importante. ¿Por qué no lees Efesios 6, versos 10 al 18, Víctor? Hallarás interesante comparar las piezas de la armadura mencionada allí con las que has hecho.
Víctor estaba intrigado. Más tarde esa noche él recogió la Biblia de su mesa de noche. ¿Dónde dijo Papá que estaba esa parte sobre la armadura? Por Efesios... ah, aquí esta.
A ver, la primera pieza de la armadura mencionada está en el verso 14, “ceñidos vuestros lomos con la verdad.” Bueno, de seguro que un caballero no saldría sin tener su cuerpo protegido. ¿Qué acerca de la verdad? Si él saliese sin la verdad de Dios en su corazón, ¿dónde estaría? Obviamente, no podría empezar a ser un cristiano.
Luego viene la “coraza de justicia.” Víctor recogió la figura y examinó la coraza que él le había hecho. Esto cubre el pecho, él pensó. Va sobre el corazón, el órgano más importante del cuerpo. Así que, la justicia debe ser la protección contra Satanás, y no lo deja entrar en nuestros corazones. ¡Eso sí que es importante!
Víctor recogió su Biblia otra vez. “Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.” ¡Sería muy difícil para el caballero salir a la batalla con los pies descalzos! Probablemente decidiría quedarse en casa. Creo que nosotros como cristianos debemos estar preparados para compartir la paz de Dios con todo el mundo.
Luego viene el escudo. Ciertamente ningún caballero saldría sin esa protección. Con este escudo él podría protegerse de cualquier cosa que el enemigo le dispararía. La Biblia, compara el escudo con la fe, nos dice que la necesitamos “sobre todo.” Sin ella no podrían evitar las cosas que Satanás les enviaría a su camino. ¿Podría él, sin fe, trabajar para Dios? No, ese escudo era muy importante.
“El yelmo de la salvación.” Un caballero nunca iría a una batalla con su cabeza descubierta. ¡Solo piensa qué necesaria es la salvación si es comparada con el yelmo, Víctor pensó.
Y que de la espada, ¿seguramente la Biblia menciona esa arma? Sí, allí está, en el verso 17. “La espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios.” Así que la palabra de Dios es lo que debemos usar para enfrentar al enemigo.
Víctor cerró su Biblia. ¡Él estaba contento de que su padre le había sugerido que leyera estos versos. Él había leído este pasaje de Escritura en Efesios antes, pero nunca pensó en lo que significaba cada pieza o tampoco lo importante que era. Ahora que él lo comparó con la armadura que había hecho, ahora él tenía un mejor entendimiento de lo vital que es cada pieza.
Esta ha sido una lección objetiva muy buena, él pensó. Aprendí, al hacer estas pequeñas piezas de armadura de papel de aluminio, que eran necesarias para los caballeros de los siglos pasados, y al mismo tiempo, creo que tengo un mejor entendimiento de cuan importante es la armadura cristiana.
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Un Soldado Cristiano
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