FOREIGN LANGUAGES

Apegarse al Ensayo

Currículo
Respuesta para Estudiantes
60
TEXTO: Salmo 37:1 -11

Mateo aprendió que el adquirir la paciencia viene al apegarse al ensayo.

“¡PRACTICAR, PRACTICAR! ¡Todo lo que hago es practicar!” Dijo Mateo cerrando de un golpe la tapa del piano. “¡Me estoy cansando y aburriendo de practicar!”
“Escucha Mateo, no es siempre divertido, pero debes tener paciencia. Tu recital será dentro de tres semanas, y eso no es mucho tiempo para aprenderte tu pieza. La Sra. Pascual dijo que pusieras el marcador a una hora, y sólo has practicado media hora!”
“Mamá, ya no puedo estar más tiempo sentado aquí. Daniel quiere que yo vaya a su casa.”
“Esta bien, Mateo, vete” dijo su madre irritadamente. “Sabes lo que dirá la señora Pascual en tu lección el viernes. Ella siempre sabe si has o no has practicado lo suficiente.”
“Lo sé.” Dijo Mateo, “pero hoy es sólo martes. Practicaré doble mañana después de la escuela.” ¡Lo prometo! Sin embargo, al otro día cuando llegó a casa, él le dijo a su madre que Ricardo lo había invitado a su casa a cenar. “Practicaré tan pronto como llegue a casa,” él le prometió.
Esa noche Mateo se sentó sobre el banco del piano y puso el marcador a una hora. Tocando metódicamente el “Vals de las Mariposas” vez tras vez . . . cometía los mismos errores una y otra vez. Miró el reloj. El tiempo pasaba tan lentamente. ¡Ya no puedo seguir sentado aquí ni un minuto más!Pensó él. Sencillamente no tengo deseos de practicar más. Así, que se levantó.
Día tras día se repetía la misma escena. Siempre había una razón para no practicar. Luego antes de darse cuenta llegó el día de su recital.
Mateo tragó nerviosamente cuando le llegó su turno. Sentado frente al piano, deseaba que milagrosamente, la pieza se oyera bien pero cometió los mismos errores que siempre cometía en la casa. ¡Él si que, estaba muy avergonzado! Ahora todos sabrán que no practiqué lo suficiente, él pensó mientras se paraba del piano.
Luego le tocaba a Lorena. Ella tocó la misma pieza que él había tocado. ¡Ella no cometió ni un solo error! No es justo, pensó Mateo. Comenzamos a tomar las lecciones de piano al mismo tiempo. ¿Por qué toca ella tan bien?
Esa noche mientras Mateo y sus padres regresaban a casa, el aire estaba cargado con silencio.
Finalmente Mateo habló y dijo: “¡No me lo explico! Lorena comenzó a tomar lecciones la misma semana que yo. Yo cometí los mismos errores que siempre cometo, y ella no cometió ninguno.

VERSO CLAVE: La paciencia es una cosa buena. Todos la necesitamos.
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. — Santiago 1:4

¡Sencillamente no es justo!”
Sus padres intercambiaron miradas sabiendo la verdad, pero no respondieron. Mateo se echó hacia atrás en su asiento, desalentado por el resto del camino a casa.
Luego en casa, Mateo se dirigió directamente a su habitación.
“Mateo,” su madre le llamó. “¿Puedes venir a la sala y sentarte por un momento?”
Caminó lentamente hacia la sala.
“Mateo,” dijo su madre dulcemente. “Lo que sucedió hoy fue una experiencia muy importante de la cual aprender. Quiero que mires hacia atrás a las ultimas semanas. Quiero que pienses acerca de tus practicas. ¿Recuerdas todas las veces que tenías otras cosas que hacer? Tú sabes que no practicaste una hora todos los días. Y no tenías la mente en tu música cuando estabas practicando. ¿Te preguntaste alguna vez por qué te lo permití? Decidí que aprenderías más si te dejaba hacerlo a tu manera esta vez.”
“¡Oh, Mamá, me cansa practicar! Se pone tan aburrido y sólo lo que puedo pensar es en terminar. Sencillamente no tengo paciencia,” dijo Mateo. De todos modos nunca seré tan bueno como Lorena, así que sería mejor no intentarlo.”
Esta vez su padre habló desde el otro lado de la habitación. ¿Sabes por qué Lorena tocó la misma pieza que tu tocaste sin ningún error? Porque tuvo paciencia y se apegó a su práctica. Estoy seguro que ella tuvo momentos cuando no tenía deseos de practicar, pero debió de haberlo hecho de todos modos. Debió haber tenido momentos cuando hubo cosas que hubiera preferido hacer, pero ella se apegó a su practica. Ella lo probó hoy. Ahora ella puede sentir que toda su práctica y paciencia valió la pena, porque ella tocó su pieza muy bien.
“Mateo,” agregó su madre: “¿Sabías que hay diferentes tipos de paciencia? ¡Algunas veces tenemos que hacer cosas que no queremos hacer, tal como practicar todos los días por una hora. La paciencia puede significar trabajar duro sin quejarse. ¡Algunas veces esto es difícil de hacer!
“Luego hay otro aspecto de la paciencia. Después que hayas practicado o trabajado demasiado sin quejarte y ver poco resultado, aquí es donde entra la perseverancia y la espera. Si te mantienes practicando, algún día estarás alegre de haberlo hecho. Mejorarás y llegará a ser más fácil tocar. Pero eso no será la próxima semana o aun el mes que viene. Será en el futuro.”
El padre de Mateo asintió su cabeza indicando que estaba de acuerdo. “Leemos en la Biblia: “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Toda nuestra vida enfrentaremos situaciones que demandarán mucho trabajo. Debemos de tratar de no quejarnos. La paciencia no nos llega automáticamente, pero si trabajamos con esto y le pedimos a Dios que nos ayude, Él nos dará paciencia.”
Mateo se sentó calladamente por algunos momentos. Después les sonrió a sus padres. “Supongo que no debo dejar de practicar ahora. Yo quiero ser un buen pianista algún día. Le voy a pedir al Señor que me ayude a tener paciencia.”

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Ten Paciencia