TEXTO: Marcos 2:1-12; Hebreos 11:6
La historia de Papá le ayudó a Juan a entender que la fe es como montarse en la carretilla.
JUAN LEYÓ el verso clave para su lección de la Escuela Dominical por tercera vez, y sacudió su cabeza. Este verso realmente era difícil de entender. Echó una mirada hacia su padre quien estaba sentado en un sillón en la sala. “¿Papá, que significa la palabra fe?” El padre de Juan bajó el periódico y levantó su vista mientras Juan continuaba. “Mi verso clave dice: ‘Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.’ No comprendo.”
“Bien, Juan, la fe es creer demasiado en algo de lo cual no dudas sobre eso.” Por ejemplo, cuando eras menor y quebrabas uno de tus juguetes, tú siempre me lo traías y decías: “¡Arréglalo, Papá!” ¡Tú tenías fe que yo podía arreglar cualquier cosa!
“¡Seguro, Papá, y siempre pudiste!”
Su papá se sonrió: “Bueno . . . no todas las veces, Juan. Pero la fe en Dios siempre funciona. Es muy importante en nuestras vidas cristianas que tengamos fe en el poder de Dios. Pablo, escribiendo a los Efesios, dijo: “Por gracia sois salvos por medio de la fe.” De modo que sin fe no podemos ser salvos.
VERSO CLAVE: La fe viene de Dios.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. — Hebreos 11:1
“Se cuenta la historia de un equilibrista que atraía a grandes multitudes mientras caminaba sobre una cuerda de equilibrista extendida sobre el margen de las Cataratas del Niagara. El publico le animaba entusiasmadamente mientras él hacía actos notables sobre el alambre.
“Un día él les preguntó a los espectadores: ‘¿Creen que pueda caminar sobre este alambre empujando una carretilla de mano?’ La multitud gritó: ‘¡Sí, creemos que puedes!’ “¿Creen que pueda empujar la carretilla cruzando las cataratas con un hombre dentro de ella?” Él continuó. ‘Sí,’ sonó el grito de nuevo. Luego, él preguntó: “¿quién quiere montarse en la carretilla?” Repentinamente se hizo un silencio entre aquellos que estaban parados en la orilla ni una sola persona entre esa multitud quiso prestarse. Su fe sólo llegó hasta un limite. Ellos creían que el hombre podía hacer el acto, pero no podían creer al grado de montarse ellos mismos en la carretilla.
“Ves, Juan, la fe en Dios es más que una simple aprobación mental a la realidad de Su existencia. Es poner tu vida en las manos de Dios y permitirle tomar el control. Es pedirle a Dios guiarte sobre el alambre de la vida. Fe es como montarte en la carretilla.”
“¡Oh, esto sí lo hace realmente importante! ¿De qué modo obtenemos la fe, Papá?”
“La fe nos viene cuando aprendemos más acerca de lo que Dios ha hecho. Déjame contarte una historia de la Biblia, acerca de Juan. Un día mientras Jesús estaba en un pueblo llamado Capernaum, muchas personas vinieron a la casa donde Él se hospedaba. Se juntaron en una forma tal, que no quedó espacio libre. Mientras Jesús les predicaba, cuatro hombres llevaban a un hombre enfermo de parálisis a la casa. No podían acercarse a Jesús debido a la multitud, de modo que subieron hacia la terraza. Después de remover las tejas de la terraza, los hombres ataron cuerdas a la cama del hombre enfermo y lo bajaron en la habitación donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio la fe de los hombres, Él le dijo al enfermo: ‘Hijo tus pecados te son perdonados.’
“En la multitud habían algunos maestros hipócritas de la ley. Ellos pensaron que esto era una blasfemia, porque sólo Dios podía perdonar los pecados.
“Jesús sabía lo que ellos estaban pensando. Él los desafió preguntándoles: ¿Qué es más fácil, perdonar los pecados o curar al hombre? ¿Sabes lo que Él hizo, Juan? Para mostrarle a la gente que Él tenía poder para perdonar los pecados, le dijo al hombre enfermo que se levantara, que tomara su cama, y que se fuera a su casa. ¡Inmediatamente el hombre se levantó! La gente estaba sorprendida y glorificaron a Dios.
“Los hombres quienes trajeron a su amigo demostraron su fe en el poder sanador de Jesús. Su fe fue recompensada. Cuando Jesús sanó al hombre enfermo, más fe fue aumentada en los corazones que vieron y oyeron. Cuando nosotros vemos o experimentamos el poder de Dios, esto hace que nuestra fe crezca. La fe, entonces, viene directamente de Dios.”
Juan sonrió: “¡Gracias, Papá, tú también sabes explicar cualquier cosa!”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Ten Fe