TEXTO: 1 Crónicas 16:7-36
Demos gracias por todas las cosas que vienen a nuestro camino.
¡HUMM-MMM-MM! Un plato de pavo caliente, un plato hondo de papas, salsa, vegetales, ensalada de frutas, una canastas de panecillos calientes y pastel de calabaza con mucha crema batida. ¿Qué te hace pensar todo eso? La cena de ¡Acción de Gracias!
Aquellos que viven en los Estados Unidos piensan en los peregrinos, los indios y la fiesta histórica que compartieron hace tantos años en la celebración por la bondad de Dios. Los peregrinos establecieron un buen ejemplo para mostrar su apreciación a Dios de la manera en que lo hicieron, y nosotros todavía honramos esa ocasión. Pero el espíritu de “acción de gracias” va muchos años atrás.
Si empiezas leyendo la Biblia en 1 Crónicas 16:7, encontrarás que el rey David impulsó a los Israelitas a dar gracias a Dios. El corazón de David estaba lleno de gratitud hacia Él. Dios usó a David para decirle a las personas cómo podrían agradecerle. Los israelitas necesitaban ese consejo, ¡y nosotros lo necesitamos también!
¿Cómo le da las “gracias” una persona a Dios? En oración y simplemente diciendo “Gracias” igual como lo harías con alguien más. Y no tiene que ser precisamente cuando estás de rodillas. (¡Se te puede olvidar si esperas hasta entonces!) Supón que casi tienes un accidente. Justo en ese momento sería el momento para orar una oración para dar gracias a Dios por Su protección.
El rey David les dijo a las personas que deberían siempre ser agradecidos por lo que tenían y por lo que estaba ocurriendo en sus vidas. ¿Suena fácil esto? Es fácil ser agradecido cuando todo va bien. Pero, ¿qué pasa cuando surge un problema o té enfermas?
VERSO CLAVE: Gracias, Dios, por todo.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. — 1 Tesalonicenses 5:18
Una de nuestras maestras de la Escuela Dominical nos cuenta de una vez cuando ella estaba enferma y no tenía una mínima pizca de sentimiento de agradecimiento. Ella empezó a orar para que el Señor hiciera que se sintiera mejor, pero no sucedió nada. Después de un momento, llegó a su mente el pensamiento de que ella regularmente se sentía excelente, porque Dios le había bendecido con una buena salud. Otras cosas llegaron a su mente, cosas que Dios había hecho por ella. Su enfermedad le hizo comprender que ella había tomado muchas cosas y no las había valorado. Inmediatamente, ella empezó a darle gracias a Dios por todas las cosas que había olvidado agradecerle anteriormente, y ¡Él la sanó!
¿Alguna vez le has hecho un favor a alguien y no has recibido las gracias? No te estabas apresurando en hacer más favores a esa persona, ¿estabas? ¿Crees que Dios se siente de la misma manera? Ninguno quisiera ser culpable de siempre pedirle a Dios cosas, pero nunca darle las gracias. Es un hábito muy fácil de caer en. Siendo agradecidos y expresándolo es algo que tienes que practicar siempre.
Si le has pedido a Dios que guíe tu vida, Él está obrando continuamente por ti. Algunas veces Él realiza cosas que tu aun no estas enterado. Por ejemplo han habido momentos cuando Dios te ha protegido aun cuando no sabias que estabas en peligro. ¡Dios es merecedor de muchas gracias! Mientras recuerdas de dar gracias a Dios por todas las cosas que tú sabes que Él ha hecho y cualquier cosa que no sabes, Él continuará derramando bendiciones en tu vida. Él hará más de lo que pensarías pedir.
El rey David también animó a los israelitas a que compartieran sus experiencias con los demás. Dios los había llevado a través de algunos momentos emocionantes, y había hecho muchas cosas maravillosas. Ellos tenían mucho por lo cual ser agradecidos, ¿no es así? Así también tu, y cuando le cuentas a un amigo cómo Dios te ha ayudado en una forma especial, no te sorprendas cuando él sienta deseo de darle gracias a Dios contigo. Dios verá que a través de tu compartimiento, Él sabrá que ¡realmente aprecias lo que Él ha hecho por ti!
Cuando té pares en la iglesia a dar tu testimonio, esa es una forma muy especial de decir “gracias.” Dios lo escucha, y Él te bendecirá y te ayudará a vencer las pruebas que enfrentaras. ¡Los demás también serán bendecidos por tu testimonio! Podrían recordar muchas de las cosas que Dios ha hecho por ellos también.
Dios bendijo a las personas que dieron gracia en el tiempo del rey David. Él bendijo a los peregrinos, y hoy en día Él todavía está bendiciendo a la gente que toma tiempo para darle las “Gracias.”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Un Mensaje Para Ti