TEXTO: 2 Samuel 24:17-25; Romanos 12:1-2
VERSO CLAVE:
No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuestan nada. — 2 Samuel 24:24
INTRODUCCIÓN
No hay nada que Dios honre más que una vida consagrada, nada más esencial en el crecimiento de la experiencia de un cristiano, y nada que seguramente traerá la presencia de Dios a una vida. A través de la consagración es que obtenemos la salvación, la santificación, el bautismo del Espíritu Santo, sanidad divina, o cualquier otra bendición. La consagración de años anteriores no serán suficientes para retener las bendiciones de Dios, pero nuestra vida debe ser una entrega diaria a Dios.
PREGUNTA
- En los días del Antiguo Testamento, ¿qué cosas eran usadas usualmente para demostrar consagración (Éxodo 29:21-22)? ¿Por qué cree usted que Dios estableció las ceremonias que conllevan estos sacrificios?
- ¿Por qué insistió David en comprar la era y los bueyes? ¿Cuál hubiera sido el resultado probable si David hubiera aceptado lo que Arauna le estaba ofreciendo y hubiera hecho su sacrificio sin ningún pago?
- ¿Cuál fue el resultado de la acción de David en ese momento?
- ¿Cómo podemos darnos cuenta que la vida de Job y sus posesiones estaban consagradas a Dios? Lea Job 1:21.
- Cuando Dios le pidió a Abraham una consagración más profunda, ¿cuál fue su reacción (Génesis 22:2-3,9-13)? Fue completa la consagración de Abraham por Isaac antes de que viniera esta prueba? Explique.
- ¿Qué tipo de ofrendas debemos dar en consagración hoy en día?
- ¿Cuáles fueron las palabras de Saulo, cuando Jesús le apareció en el camino hacia Damasco (Hechos 9:6)? ¿Cómo se relaciona esta respuesta al ser verdaderamente exitoso en el servicio del Señor?
- Antes de que él viniera a Jesús, Saulo tenía grandes esperanzas y ambiciones: él estudió la ley de Moisés, bajo la enseñanza de Gamaliel, el maestro principal de esos días, él tenía ambiciones de ser gobernador de los judíos; tal vez algún día sería miembro de la Corte Suprema de los judíos, el Sanedrín. Pero él rechazó todas esas ambiciones para seguir a Cristo. ¿Cómo podemos saber que el apóstol Pablo había hecho consagraciones profundas a Dios? Lea Filipenses 3:7-8.
- ¿Cuál fue la actitud constante de Jesucristo hacia Su Padre celestial? Lea Mateo 26:39 y Juan 4:34