“REALMENTE SUCEDIÓ, LAURA. No es una historia inventada.”
Laura no respondió a la afirmación de Juan. Su mente estaba dando vueltas por la discusión que ellos tenían, cuando iban en camino a la escuela. Juan es un chico verdaderamente bueno, ella pensó en sí misma. Si tan sólo él no fuera cristiano. Esta bien el ir a la iglesia de vez en cuando, pero hablar de Jesús y de la Biblia durante la semana parece tan innecesario.
“Bien Juan, te veré más tarde. Gracias por caminar conmigo.”
La hora del mediodía llegó y Laura y su mejor amiga, Susana, llevaron sus almuerzos a la grama enfrente de la escuela, ya que era un bonito día de primavera. Mientras miraban el otro lado de la plaza, vieron a Juan almorzando con algunos amigos.
“¿Por qué está tan concentrado Juan en la religión? Sabes, Susana, sólo desearía encontrar un modo para poder probarle que Jesús fue sólo un hombre, y no un Dios como cree Juan que Él es. Yo creo que Él pudo haber sido un gran maestro, pero ¿por qué cree Juan que Él es Dios? ¡Él hasta cree que Jesús regresó de entre los muertos!”
No sé mucho acerca de esto, pero tú tienes que admitir que algo realmente le sucedió a Juan. “Tú recuerdas tanto como yo, cómo él era antes de ser cristiano.”
Laura movió la cabeza suavemente. “Tienes razón. Me sorprendí al ver el cambio en él. Él casi terminó en la cárcel, y ahora hasta mi madre dice que él es uno de los jóvenes más agradables que conoce. ¿Pero prueba esto qué Jesús es Dios?”
“Tengo una idea, Laura. ¿Por qué no le preguntamos al Sr. Martín. Si alguien sabe de historia, él lo sabe. Él sabrá si eso es sólo un cuento o no.”
VERSO CLAVE: Yo creo que Jesús sí resucito.
Bienaventurados los que no vieron, y creyeron. — Juan 20:29
La clase de historia era su última clase, de modo que Laura tomó algunos minutos después de la clase para hablar con el Sr. Martín. Ella esperaba que él pudiera darle la prueba para decirle a Juan que no perdiera más tiempo en la religión.
“Sr. Martín, tengo una pregunta que me gustaría hacerle. Tal vez suene un poco extraño, pero . . . ¿Realmente existió Jesús?”
Su maestro levantó su vista de los papeles que estaba corrigiendo. “Oh, sí Laura. Tenemos muchísimas pruebas de que Él vivió al principio del primer siglo. Yo he estudiado mucho acerca de esa epoca.”
“¿Era realmente Dios o sólo, un hombre como usted?”
“Bien, Él dijo que Él fue Dios, e hizo muchos milagros durante su corta vida, pero . . .
“¿Y qué de la Resurrección? ¿Sucedió realmente?” “Mirando los hechos históricos que relatan ese hecho, tendré que decir que no hay evidencia que indique que no ocurrió. En realidad hay mucha razón para creer que sucedió como sus discípulos dijeron. Era el deber de los soldados romanos asegurarse de que Jesús estaba muerto, y hasta introdujeron una lanza en su costado para que no hubiese duda. Después de que Él había sido envuelto en mortajas y enterrado en una tumba, milagrosamente desapareció aunque habían soldados romanos vigilando la entrada. Él fue visto por más de quinientas personas después de eso. Los que perseguían a los discípulos nunca pudieron encontrar Su cuerpo o probar que la Resurrección no ocurrió, cómo Jesús había dicho que pasaría.”
La expresión de Laura cambió considerablemente, mientras el Sr. Martín continuó.
“Realmente parece improbable que un grupo de pescadores sin experiencia y gente común, desanimadas y desalentadas después de la muerte de Jesús, súbitamente llegaran a ser los hombres triunfantes y seguros si no estuviesen bien seguros del milagro de la Resurrección. Ninguna persecución pudo detenerles de hablar del evangelio y miles se convirtieron por su ministerio. Y aún hoy continua.”
Después de pensar por un momento, Laura respondió: “Entonces en realidad Él es Dios y mi amigo Juan tiene la razón. Ya que sabe todo esto, usted debe ser un cristiano también, ¿verdad Sr. Martín?”
“Ah, . . . Bien, es . . . Yo . . . ”
“Sr. Martín,” ella comenzó con una voz de sorpresa. “Usted tiene todas las pruebas que necesita para saber que Jesús es quien Él dijo que era, y eso quiere decir que la Biblia es verdadera y que hay un Cielo y un Infierno y que . . . ”
Aparentando estar muy nervioso, el Sr. Martín se detuvo y comenzó a rellenar su maletín de algunos papeles. “Tengo que irme ahora, Laura. Quizás puedas hablar con alguien más sobre esto.”
Siguiéndole a la puerta, Laura continuó: “Si yo supiera un poco de lo que usted sabe, creo que estaría afuera diciéndole a los demás como lo hace Juan. Juan me dijo que la Biblia dice que Jesús viene pronto. ¿No cree que también debe ser cierto ya que la Resurrección ocurrió realmente? Usted y yo necesitamos estar listos para encontrarnos con Jesús, ¿cierto, Sr. Martín? Sr. Martín . . . ”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: El Cristo Resucitado