¡OH, NO! Ahí viene Toby, el alborotador, pensó Mario dentro de sí mientras salía del vehículo de la Escuela Dominical al frente de su casa. Si yo pudiera entrar antes de que él me dijera algo . . .
“¡Oye Mario ! ¿Cómo van las lecciones del arpa?” Mario se dio vuelta para mirar a Toby y dijo cautelosamente. “Toby, por favor déjame en paz, ¿Sí? Yo no te estoy molestando.”
Simulando que estaba tocando el arpa, Toby siguió a Mario hacia lo alto del estacionamiento del carro y luego dando la vuelta se fue, riéndose mientras se alejaba. Cuando Mario abrió la puerta, pensó en lo agradecido que estaba de que no había sucedido nada esta vez. Dos días antes, Toby lo había perseguido cuando iba camino a la escuela, le había quitado su bolsa donde llevaba su almuerzo y la tiró desde el puente al río.
“¿Quién era ese niño, Mario, uno de tus amigos?” Le preguntó su madre mientras él entraba en la sala.
Ese es Toby Telón, el alborotador de la escuela. Ese fue el que me quitó mi bolsa con mi almuerzo el viernes.”
Mientras Mario se dirigía a su habitación, pensó acerca de lo que había aprendido en la Escuela Dominical esa mañana. Tres en uno. Divina Trinidad. Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Un Dios. Pero todos son Dios. Su cabeza daba vueltas al tratar de entender cómo podía ser todo esto. Él deseaba que sus padres estuvieran esa mañana en la iglesia así él podría pedirles que le explicaran cosas como estas. Su maestro le había dicho en la clase que cuando uno es salvo se entiende mejor las cosas Espirituales. “Quizás sea tiempo de que yo sea salvo,” Mario se dijo a sí mismo en voz alta. Se sentó por un largo rato. Finalmente hundió la cabeza en su almohada. Le dijo a Dios lo triste que estaba por las cosas malas que él había hecho y pidió que le perdonara. Eran tantas las cosas que él necesitaba entender de la Biblia y solamente Dios podía ayudarlo. En pocos minutos él sabía que algo maravilloso había ocurrido. ¡Él nunca antes se había sentido de esa manera
VERSO CLAVE: Quiero decirle a todo el mundo acerca de mi Dios.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. — Mateo 28:19
Al otro día al caminar de la escuela a su casa, Mario sonrió recordando lo que le había sucedido el día anterior, y de lo bien que aún se sentía. En un instante, su sonrisa desapareció.
“Mario Barrio. ¿Encontraste tu almuerzo?” Tratando de no prestarle atención a Toby, Mario siguió caminando, pero Toby lo agarró de la chaqueta haciendo que se diera la vuelta.
“Oye, te estoy hablando. ¡Contéstame!”
“Suéltame, Toby. Sabes que mi almuerzo está en el río Laset donde tú lo tiraste.”
“¡Ha! ¿Debí echarte también a ti para que lo buscaras? Oye, ¿qué es ese librito que tienes en tu bolsillo?”
“Es mi Nuevo Testamento,” contestó Mario, sorprendiéndose el mismo de su valentía.
“¿Así lo es? ¿Dios en tu bolsillo? ¿Entonces conseguiste un gran guardaespaldas ahora, eh?”
“Sí, Tres en Uno para ser exacto.”
“¿De qué estás hablando?
“¿Nunca has oído hablar de la Santa Trinidad? ¿El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo? Está en la Biblia, sabes.”
“Bueno, he oído de Dios, pero no de uno que eran tres o lo que sea . . . Si eres tan inteligente enséñame dónde dice eso.”
“No recuerdo donde está la cita ahora mismo, pero es cuando Jesús fue bautizado. El Espíritu Santo baja a Él en forma de paloma mientras que el Padre habla desde el Cielo. Esos son tres y todos ellos son Dios.”
Toby quiso pretender que no estaba interesado, pero improvisadamente preguntó: ”¿De todos modos, ¿para qué sirve Dios?”
“Él puede salvarte y cambiar tu vida y . . . Bueno, hacerte un cristiano.”
Mirando por encima del hombro de Mario, Toby le dijo calladamente: “yo dudo que Él pueda cambiarme.”
Asombrado de la actitud diferente de Toby, Mario pensó por un momento y preguntó: “¿Estás interesado en lo que Dios puede hacer por ti, Toby?”
“Mario, ayer mi abuela estaba viendo un programa religioso en la televisión. El tipo decía algo acerca de ‘los últimos días’ y que todas las señales señalaban al regreso de Jesús. Dijo que algo terrible sucederá, y yo no pude dormir anoche pensando en eso.”
“Ese era el Espíritu Santo hablándote, diciéndote que Jesús va a regresar cuando el Padre diga que ¡ya es tiempo! ¡Ves, esa es la Trinidad! Yo estoy aprendiendo acerca de los últimos días en la Escuela Dominical. ¡Y estoy listo si el Señor viene, aun si fuese ahora mismo!”
“¿Crees qué alguien como yo puede ser salvo?” Mario sonrió y dijo: “¡Claro que sí, y si quieres, yo te puedo llevar a la Escuela Dominical así puedes oír más acerca de esto!”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Tres en Uno