¿Por Qué no Puede Perdurar la Navidad?

TEXTO: Isaías 9:6-7; Juan 1:1-5, 14; Hebreos 13:8

¿Josué encontró la respuesta a su pregunta: Por qué no puede perdurar la Navidad?

JOSUÉ CONDUJO su carro nuevo de control remoto por toda la sala, debajo del árbol de Navidad, hacia  la ventana, entre unas cajas.
“¡Desearía que siempre fuera Navidad!” Dijo él. “¡Estos son los regalos más estupendos! La comida es deliciosa. El árbol de Navidad huele excelente. ¿Por qué no puede durar la Navidad  para siempre?”
Su hermana María paró de leer su libro nuevo que estaba leyendo. “Entonces no sería especial,” respondió ella. “Y, además, nada es para siempre, bueno, nada excepto Jesús. Jesús es para siempre. Él siempre ha estado vivo y siempre lo estará.”
“¿Cómo pudo Jesús existir siempre? Al fin de todo, celebramos su cumpleaños en la Navidad, ¿entonces cómo es que Él siempre ha existido?” preguntó Josué con una mirada confusa.
“Oh, ve y pregúntaselo a Mamá. Ella puede responder tus preguntas. ¡Son demasiadas difíciles para mí!”
Josué condujo su carro hacia la cocina. “Mamá,” dijo él. “¿Cómo es que Jesús siempre ha existido?” María dijo que Él siempre ha existido, pero yo no entiendo. Pensé que Él había nacido en Belén en tiempo de la Navidad.”
Su mamá terminó de alzar los platos en el armario luego se volteó hacia Josué. “¿Recuerdas los versos que Papá leyó esta mañana? Dicen: “En el principio era el Verbo . . . todas las cosas por él fueron hechas.” ‘El Verbo’ significa Jesús. Él ayudó a crear el mundo, los animales, los árboles, y las personas.”
Josué se puso a pensar por un momento. “Entonces, ¿por qué tuvo que nacer?”
Mamá respondió: “Jesús nació para ser un niño igual que tú. Y de esa manera Él sabe exactamente lo que te gusta hacer. Conoce todo acerca de tus frustraciones. Él entiende como te sientes cuando te raspas una rodilla jugando pelota. Él sabe cómo te sientes cuando te golpeas el dedo pulgar con un martillo.

VERSO CLAVE: Jesús es el Hijo de Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros. — Juan 1:14

“Pero cuando Jesús creció a ser un hombre,” Mamá continuó. “Él pasó por cosas que les sucede a los adultos. Él sabe cómo se siente Papá cuando es presionado en el trabajo. Él sabe cómo me siento yo cuando se me  quema la cena. Jesús aun sabe cómo se siente morir. Por eso fue que nació, de manera que pudiera entendernos mejor, y morir para que pudiéramos ser salvos de nuestros pecados.”
El carro de Josué chocó en la esquina y salió de la cocina. Luego él le dio de reversa y lo condujo a la cocina de nuevo. “Si Jesús murió, entonces ¿cómo puede escucharnos si oramos ahora?”
“Jesús fue resucitado de entre los muertos en la Pascua. Recuerdas, Él visitó a sus amigos, luego fue al Cielo,” respondió Mamá.
“Así que Jesús está en el Cielo ahora, ¿cierto?” preguntó Josué.
“Sí.”
“¿Y Él estará vivo para siempre?”
“Correcto.”
Josué condujo su carro hacia la sala, esta vez siguiéndoles, miró el árbol de Navidad, miró sus regalos, miró la nieve afuera.
Él pensó, en el concepto de “para siempre . . . ”
El verano pasado había disfrutado tanto su visita a la granja de los abuelos, recordó que había deseado quedarse allí para siempre. Podía deslizarse en el montón de heno y ayudar al abuelo con su jardín. Pero pensándolo mejor, había extrañado a sus amigos.
La primavera pasada él condujo su bicicleta por el parque. Había deseado montar su bicicleta y sentir la brisa fresca en su rostro para siempre, pero en momentos le hubiera dado hambre o hasta se hubiera cansado.
Durante las vacaciones pasadas había deseado quedarse en la playa para siempre. ¡El sol, la arena, y las olas eran tan magníficas! Pero entonces se habría perdido los buenos ratos con sus amigos en su casa.
Josué comprendió que realmente estaba contento de que algunas cosas no duraran para siempre como la escuela, limpiar su habitación, desyerbar el jardín, e ir al dentista.
Josué decidió que quizá era mejor que la Navidad no durara para siempre, tampoco. Realmente él no desearía hacer una sola cosa todo el tiempo. ¡Probablemente, él no desearía conducir su carro a control remoto para siempre!
Pero Josué estaba contento por una cosa, que Jesús existe para siempre. Sería terrible orar y luego descubrir que Jesús ya no está vivo, o que Él no está cerca para escuchar nuestras oraciones y contestarlas. Él estaba contento de que Jesús ha sido y siempre lo será.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Qué es la Navidad?