“SAMUEL, ¿PUEDES QUEDARTE UN MOMENTO y ayudarme a guardar estas sillas?” Preguntó el tío Alex. Esta había sido la noche de la actividad para el grupo juvenil, y él era responsable de limpiar la iglesia, y asegurarse que todo estuviera listo para el servicio mañana.
“Bueno, no me molesta ayudarte, pero Tomás quiere que esté listo para ir a casa en cinco minutos,” expresó Samuel, . . .” y tengo mucha tarea esperándome.”
“Esto no tomará mucho tiempo,” le aseguró el tío Alex. “Yo puedo llevarte a casa cuando terminemos con esto. A tu hermano no le importará.
Enseguida, Samuel y el tío Alex estaban doblando las sillas y ordenándolas en el sótano de la iglesia. Verdaderamente no tomó mucho tiempo, y Samuel estaba contento de haberse quedado para ayudarle a su tío.
“Esto es mejor que apresurarse a casa para hacer la tarea,” comentó haciendo una mueca mientras sacaba una caja de libros de cantos. “Realmente yo no estaba tan ansioso de abrir mi libro de matemáticas.”
VERSO CLAVE: Cualquier cosa que Dios me pida, yo lo haré.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. — Colosenses 3:23
El tío Alex sonrió: “Bueno, estoy seguro que las matemáticas estarán esperándote. Hay cosas que tenemos que hacer, pero trabajar para el Señor es una oportunidad, no una tarea.” Él fue a ayudar a Samuel con la caja. “Mirando los libros de cantos, mi mente retrocedió muchos, muchos años atrás, cuando yo era un chico, mucho más joven que tú. Siempre amé al Señor, y tenía la esperanza de algún día poder hacer algo para Él. Bien, un día llegó la oportunidad. Yo me encontraba en un servicio antiguo (esos eran de los mejores) y me fue hecha una petición, ¡lo adivinaste! ¡Recoger los libros de cantos!
“Realmente era un verano caluroso y había aserrín en el suelo de la tienda de campaña. Te puedes imaginar con tantas personas, y servicios, conjuntamente con el tiempo caluroso, las cosas estaban destinadas a llenarse de polvo. Así, que cada tarde, se traía la manguera y se rociaba el aserrín. Probablemente querrás saber qué tiene todo esto que ver con la recogida de los libros de cantos. ¡Detente un momento y piensa, tenían que ser sacados para que no se mojaran! Y así fue que comencé a trabajar para el Señor. Ahora tú estas ayudando a hacer tu parte para el Señor.”
“Hmmmm . . . Samuel pensó por un momento: Así es. El tío Alex fue quien me pidió hacer el trabajo, pero ya que es la casa del Señor, lo estoy haciendo para Él.
“Tío Alex, supongo que haciendo trabajos como estos, realmente son para el Señor, ¿no crees?” Preguntó Samuel. “Alguien lo tiene que hacer, mantener la iglesia limpia.”
“Sí. Creo que el trabajo para el Señor significa más de que solamente vernos en la iglesia. El predicador predica, los cantantes cantan, el organista y el pianista hacen su parte, pero no sólo lo hacen porque las personas vienen a la iglesia y desean escuchar algo. Lo hacen para el Señor,” le dijo el tío Alex. “Seguro, que si yo canto una canción, quiero que esta suene agradable, pero el punto principal es que estoy haciendo algo para el Señor porque deseo hacerlo.”
“Nadie está aquí para vernos trabajar, y no necesitamos que nadie nos vigile porque Dios sabe lo que estamos haciendo. ¡Eso me hace sentir bien!Samuel dijo sonriendo. Los dos se pusieron sus chaquetas y fueron a apagar las luces y asegurarse que todo estaba cerrado. “Supongo que debo ir a casa y empezar mi tarea! Si sólo eso fuera tan divertido como trabajar para el Señor.”
“Cuando yo estaba en la escuela, a mí tampoco me gustaba la tarea,” dijo el tío Alex. “Pero he encontrado que cualquier cosa que hago, si lo hago como si fuera para el Señor, no se siente tan difícil. ¡Aun haciendo la tarea! Aun recogiendo los libros de cantos.”
“Supongo que debo recordar esto.” Samuel le sonrió a su tío. Con esa actitud, sé de muchas cosas que serán más fáciles de hacer. Es realmente bueno saber que estas haciendo algo para el Señor.”
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Estás Dispuesto?
%402x.svg){kind=icon}
%402x.svg){kind=icon}